miércoles, 9 de noviembre de 2011
Porque si no… nos lleva el malo
Vos el Soberano
Por Rodolfo Pastor Fasquelle
Las primeras planas de los periódicos golpistas y el otro no parecen poder darle la espalda al tema de la corrupción policiaca, sus lectores lo exigen, aunque los medios calientes susurran para disiparlo en las mentes de los que no leen. Es estrategia de spin. También la Presidencial y el Congreso Nacional se afanan a diario. Todos los días hacen algo y declaran otra cosa, para subrayar su compromiso….La judicatura ha comenzado a deshacerse de lastres como la Juez de las siete cartas de libertad más medidas sustitutivas para los portadores de un cargamento de granadas. O al menos “suspender” el lastre!! (Después puede ser útil.) El Fiscal General proclama que él también está procediendo a sacar las manzanas podridas (aunque la corte y la fiscalía olvidan su complicidad en el golpe que complicó la relación de la policía con la ciudadanía igual que Ramón Custodio, que ha vuelto a defender los derechos contra las balas) y hasta Juan Orlando va a terciar al foro explicando que, para sustituir a cientos de desertores, llamara a reservistas, que son los graduados, los jubilados de la carrera.
Julieta Castellanos que antes fue amiga de la policía ahora pone en su lugar al sinvergüenza de Oscar Álvarez, que quiere pescar en río revuelto con la carnada de que había rendido un informe. Trasciende sin detalles que los policías se han tratado de amotinar, pero algo les han dado para que no pase a más. La Rectora insinúa que los supuestos prófugos ya podrían estar enterrados con sus archivos, como suele ocurrir y la Fiscal Sandra Ponce declara que a ella le parece evidente que hay un trasfondo que no se descubre, que todo el frenético entramado de arrepentimientos y confesiones y pésames y autoflagelación conspira para mantener oculto lo esencial, una organización y un modus operandi que se quiere proteger a toda costa, incluso mediante un terremoto de cambios para que nada cambie. Muchas cosas, claramente siguen oscuras, siguen siendo misterios. Y no han cambiado para nada.
Los más divertidos son los empresaurios, los mismos del Aguán y de otros conocidos escenarios que se acercan al Conasin y se reúnen con el Ministro (mismo que inicialmente declaró que no era legal retener a los cuatro prófugos hasta que dejó de ser sostenible esa línea) a quien le hacen el elogio obligado, tiene buenas intenciones, sabe y repiten todos como loros la frase del Presidente cuando anuncia el relámpago y truena a su mando el cielo… hay que cortar la mala yerba (el evangelio dice lo contrario, que no se sabe cuál es y que hay que dejarla crecer hasta la hora de la cosecha, yo solo repito) y hay que sacar las manzanas podridas. Pero entre tanta oscuridad está clarísimo que la canasta se queda vacía bajo la gusanera. Que los malos son más. Que incluyen, los malos a muchos que se proclaman buenos y hasta pastores… Y que esto no se va acabar… hasta que se acabe. Como el sol.
O hasta que intervengan los soldados gringos que dentro de dos meses serán aquí más de los que quedan en Irak y por algo será, aunque no sea más que porque al fin se dieron cuenta que aquí hay más peligro puesto que, como asegura un cable de la Prensa Asociada, casi toda la droga que llega a EUA pasa por nuestra bellísima y abandonada Costa Atlántica, en lanchas rápidas y avionetas (como las de don Miki), o sumergibles y globos, que las armas que para combatir el crimen le han dado a nuestros estimados guardianes desaparecen de las bodegas y luego aparecen en manos de los carteles en Guatemala y México, pobre México (tan cerca de EUA como decía Porfirio y del triángulo Norte) y que Dios nos ampare y la virgencita de Suyapa también, porque si no, nos lleva el diablo. Y que caiga sobre sus espaldas el fuego de San Antonio…para que los podamos distinguir… a los malos, porque se me hace que hay güeros que van a salir con halos al final y muchos rambos podridos y más camuflageados que discretos.
Por Rodolfo Pastor Fasquelle
Las primeras planas de los periódicos golpistas y el otro no parecen poder darle la espalda al tema de la corrupción policiaca, sus lectores lo exigen, aunque los medios calientes susurran para disiparlo en las mentes de los que no leen. Es estrategia de spin. También la Presidencial y el Congreso Nacional se afanan a diario. Todos los días hacen algo y declaran otra cosa, para subrayar su compromiso….La judicatura ha comenzado a deshacerse de lastres como la Juez de las siete cartas de libertad más medidas sustitutivas para los portadores de un cargamento de granadas. O al menos “suspender” el lastre!! (Después puede ser útil.) El Fiscal General proclama que él también está procediendo a sacar las manzanas podridas (aunque la corte y la fiscalía olvidan su complicidad en el golpe que complicó la relación de la policía con la ciudadanía igual que Ramón Custodio, que ha vuelto a defender los derechos contra las balas) y hasta Juan Orlando va a terciar al foro explicando que, para sustituir a cientos de desertores, llamara a reservistas, que son los graduados, los jubilados de la carrera.
Julieta Castellanos que antes fue amiga de la policía ahora pone en su lugar al sinvergüenza de Oscar Álvarez, que quiere pescar en río revuelto con la carnada de que había rendido un informe. Trasciende sin detalles que los policías se han tratado de amotinar, pero algo les han dado para que no pase a más. La Rectora insinúa que los supuestos prófugos ya podrían estar enterrados con sus archivos, como suele ocurrir y la Fiscal Sandra Ponce declara que a ella le parece evidente que hay un trasfondo que no se descubre, que todo el frenético entramado de arrepentimientos y confesiones y pésames y autoflagelación conspira para mantener oculto lo esencial, una organización y un modus operandi que se quiere proteger a toda costa, incluso mediante un terremoto de cambios para que nada cambie. Muchas cosas, claramente siguen oscuras, siguen siendo misterios. Y no han cambiado para nada.
Los más divertidos son los empresaurios, los mismos del Aguán y de otros conocidos escenarios que se acercan al Conasin y se reúnen con el Ministro (mismo que inicialmente declaró que no era legal retener a los cuatro prófugos hasta que dejó de ser sostenible esa línea) a quien le hacen el elogio obligado, tiene buenas intenciones, sabe y repiten todos como loros la frase del Presidente cuando anuncia el relámpago y truena a su mando el cielo… hay que cortar la mala yerba (el evangelio dice lo contrario, que no se sabe cuál es y que hay que dejarla crecer hasta la hora de la cosecha, yo solo repito) y hay que sacar las manzanas podridas. Pero entre tanta oscuridad está clarísimo que la canasta se queda vacía bajo la gusanera. Que los malos son más. Que incluyen, los malos a muchos que se proclaman buenos y hasta pastores… Y que esto no se va acabar… hasta que se acabe. Como el sol.
O hasta que intervengan los soldados gringos que dentro de dos meses serán aquí más de los que quedan en Irak y por algo será, aunque no sea más que porque al fin se dieron cuenta que aquí hay más peligro puesto que, como asegura un cable de la Prensa Asociada, casi toda la droga que llega a EUA pasa por nuestra bellísima y abandonada Costa Atlántica, en lanchas rápidas y avionetas (como las de don Miki), o sumergibles y globos, que las armas que para combatir el crimen le han dado a nuestros estimados guardianes desaparecen de las bodegas y luego aparecen en manos de los carteles en Guatemala y México, pobre México (tan cerca de EUA como decía Porfirio y del triángulo Norte) y que Dios nos ampare y la virgencita de Suyapa también, porque si no, nos lleva el diablo. Y que caiga sobre sus espaldas el fuego de San Antonio…para que los podamos distinguir… a los malos, porque se me hace que hay güeros que van a salir con halos al final y muchos rambos podridos y más camuflageados que discretos.
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