martes, 6 de septiembre de 2011
La golpista Mirna Castro gastó sin respaldo más de 120 millones en la Secretaría de Cultura
La Tribuna
Mirna Castro, ministra de facto de la SCAD, y su entonces gerente administrativo Virgilio Paredes, actual gerente ilegal del IHAH.
La Secretaría de Cultura, Artes y Deportes (SCAD), durante el gobierno de facto gastó más de 120 millones de lempiras, suma que rebasó los ingresos de la institución que correspondían en ese entonces a 115 millones 560 mil 617 lempiras.
Lo anterior es parte de las conclusiones que se desprenden de una investigación especial del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), en donde sus autoridades hasta hace unos días reveló el informe en poder de La Tribuna.
Las investigaciones se realizan desde hace un año y una vez concluido el informe informaron a las actuales autoridades de la SCAD.
“Hemos auditado la ejecución presupuestaria de la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes correspondiente al período comprendido entre el 1 de enero al 27 de enero de 2010, y los correspondientes a los años terminados a diciembre de 2009, cuya auditoría cubrió el período comprendido entre el 1 de julio de 2009 al 27 de enero de 2010 y de la cual emitimos nuestro informe”.
Así se lee en la nota oficial enviada al actual ministro de Cultura, Bernard Martínez por la jefe del departamento de auditoría del TSC en el Sector Social, Martha Cecilia Rodríguez.
La funcionaria destaca que “los resultados de nuestras pruebas revelaron incumplimiento a la Ley del Tribunal Superior de Cuentas, Ley de Contratación del Estado y Ley Orgánica del Presupuesto Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación”.
Se conoció que uno de los objetivos “clave” que motivó a que se investigara a la administración de facto de la Secretaría, en ese entonces a cargo de Mirna Aída Castro Suazo, se desprendió de las constantes denuncias por el supuesto mal manejo de los recursos públicos, deficiente contabilidad, administración y decisiones erróneas al margen de la ley dentro de esa dependencia estatal.
Por ello, el examen comprendió la revisión de las operaciones y la documentación de respaldo presentada por los propios funcionarios y empleados de la SCAD, cubriendo los periodos arriba mencionados.
Durante ese tiempo, los ingresos de la SCAD ascendían a 115 millones 560 mil 617 lempiras, pero los gastos escalaron a la cantidad de 120 millones 43 mil 96.99 lempiras, según consta en el documento de verificación de las denuncias.
Las pesquisas se realizaron con énfasis en los rubros ingresos, transferencia, combustible, viáticos nacionales, viáticos al exterior, teléfono celular y gastos de fondos propios entre los que se incluyen cuenta Teatro Manuel Bonilla, cine y audiovisuales, banda Conservatorio Nacional, Radio Nacional de Honduras, Dirección General del Libro y Cultura Popular.
Asimismo Orquestas Juveniles de Honduras, Programa Conjunto de Cultura y Desarrollo, Juegos Estudiantiles y Consejo del Istmo Centroamericano de Deportes y Recreación (Codicader).
Además se escudriñó documentación para la remodelación de la Casa Morazánica, adquisiciones de mobiliario y equipo de oficina.
En las pesquisas se hizo énfasis en los gastos de fondos para diversas actividades incluyendo las de apoyo a grupos folclóricos.
En este caso los gastos efectuados por instalación de una planta eléctrica (cableado interno) y compra e instalación de cortineros para ventana, no fueron consumados por no contar con la autorización del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, en vista que la instalación dañaría la estructura física del inmueble considerado un Patrimonio Cultural.
No hubo control de 111 millones
Una de las deficiencias en el control interno de esa entidad durante el periodo investigado es que las federaciones deportivas, instituciones descentralizadas y asociaciones civiles sin fines de lucro no liquidaron las transferencias entregadas por la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes.
La SCAD tampoco tiene registros contables donde se refleje la ejecución del gasto por la cantidad de 12 millones 710 mil 800 lempiras de los fondos administrados por la oficina nacional de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI-Honduras) según convenio suscrito el 28 de febrero de 2009.
“Al efectuar el análisis de la ejecución presupuestaria, se determinó que la Secretaría efectuó transferencias a las diferentes federaciones deportivas, instituciones descentralizadas y asociaciones civiles sin fines de lucro por la cantidad de 111 millones 216 mil 454.20 lempiras, comprobando que la Secretaría no tiene ningún control sobre la forma en que se utilizan estos recursos ya que no exige la liquidación de dichos valores”, afirma el TSC.
Lo anterior incumple con el tan anunciado requisito de “rendición de cuentas” lo que a opinión de los auditores en el caso, “pudo ocasionar que los recursos financieros entregados a las federaciones deportivas, instituciones descentralizadas y asociaciones civiles sin fines de lucro, hayan sido utilizados para actividades ajenas a los objetivos para los cuales fueron asignados”.
Más dinero sin control
Se añade en la auditoría practicada a la administración interina de Castro, que algunos proveedores entregaron equipo y servicios diferentes a lo especificado en la orden de compra y factura.
Para el caso, se efectuó la revisión de la orden de compra Nº 04478 del 16 de diciembre de 2009 a favor de Compañía de Servicios Múltiples (Cosem) por la compra de tres televisores plasma de 42 pulgadas marca Samsung con montaje de pared incluido, por 52 mil lempiras según factura 6031.
Pero al efectuar la inspección física de los mismos se comprobó que el proveedor entregó tres televisores marca RCA, modelo y marca diferente a lo descrito en factura de pago y a lo ofertado por el proveedor.
También se indagó las cuentas para el Teatro Manuel Bonilla.
El pago fue el mismo ya que supuestamente el proveedor dijo que era de mejor calidad que el pedido anterior.
También hubo donación de equipo logístico, sin seguir un procedimiento legal, por ello el TSC en oficio No. 206-2010 de fecha 10 de junio de 2010 solicitó a la ex ministra de Cultura, Mirna Castro, informar en base a qué disposición legal autorizó la entrega de equipo de cómputo nuevo y propiedad de la Secretaría que titulaba, al señor Lester Lenín Lozano, presidente de la Casa de la Juventud y la Cultura del municipio de Arenal, departamento de Yoro.
“Pero no se obtuvo respuesta alguna y con esto ocasiona que las diferentes áreas de la institución carezcan de equipo para cumplir con las funciones asignadas y logro de los objetivos de la entidad”, apunta el informe.
Responsabilidades
Y aunque el TSC expresa que existen responsabilidades civiles que habrían ser de conocimiento de los sindicados en el caso, sólo menciona con nombre y apellido al ex sub secretario de deportes Ansony Fabrizio Rosa por un préstamo otorgado por 92 mil lempiras al Programa Orquestas Juveniles para la compra de vestimenta deportiva que sería utilizada por los atletas participantes en los juegos escolares centroamericanos (Codicader) pero de esa cantidad sólo depositó 52 mil lempiras.
“(…) el reintegro no se pudo efectuar por parte de mi persona en mi condición de vice ministro debido a que desde el día 11 de noviembre de 2009 en nota dirigida por la ministra Mirna Castro, se me comunicó que es ella quien se hará cargo del manejo de recursos y presupuesto que manejaba la Secretaría de Deportes”, dijo Rosa en su defensa.
“(…) fui presionado de manera verbal por parte de la gerencia administrativa de aquel entonces a cancelar el valor de 92,000.00 aduciendo que se necesitaba para el pago de planillas”, agregó.
En consecuencia, según el ente contralor, en este caso hubo un perjuicio económico para el Estado de 40 mil lempiras, sin precisar hacia quiénes recae la responsabilidad no sólo en este último caso, sino también en las irregularidades que antecedieron a este.
La ex ministra de Cultura, Artes y Deportes (SCAD), Mirna Castro, dijo que “yo solicité la auditoría a raíz del escándalo que se generó en algunos medios, yo quise que se aclararan las cosas por la transparencia que debe haber en el manejo de los fondos y más cuando veníamos de una situación delicada que fue el periodo del interinato”.
Castro agregó que “estábamos conscientes que podría haber persecuciones políticas posteriores, quisimos hacer las cosas lo más transparente posible”.
Según los auditores del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), la Secretaría tampoco tenía registros contables donde se refleje la ejecución del gasto por la cantidad de 12 millones 710 mil 800 lempiras de los fondos administrados por la oficina nacional de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI-Honduras) según convenio suscrito el 28 de febrero de 2009.
Castro explicó que “ese es un convenio que varias secretarías trabajan con fondos OEI, es una ONG que por medio de Finanzas se le hacen las transferencias para ejecutar proyectos y llevarlos a cabo de una manera más expedita, cuando yo llegué esto ya estaba funcionando.
Si ya se tienen los fondos, deben ejecutarse porque se debe cumplir con un periodo presupuesto y el plan operativo”.
Sin embargo, “cuando nosotros llegamos, lo hicimos a mitad de año y sobrepasamos las expectativas de lo que más bien nos correspondía, porque nos pusimos a trabajar y sacando más de lo programado y para otros proyectos”, agregó.
Se le consultó si tiene respaldo documental que avale lo expresado si hubo pérdida de algún documento y explicó que los “fondos de OEI ellos tienen sus registros porque no soltarían ni un cinco si no va (para un proyecto) toda la papelería y documentación requerida para un procedimiento y esto es de renglón a renglón”.
“A mí de esos 12 millones que se mencionan, sólo me tocó ejecutar en mi período de administración más de cinco millones, pero no puedo dar los datos precisos porque no tengo ahora la información, pero de mi parte a ejecutar presenté todo tipo de documentación, solicitudes de proyectos y ejecuciones”, aclaró.
Reparo de 20 Mil
Mirna Castro
Castro en su explicación sobre los hallazgos del TSC, dejó claro que lo único que se le responsabilizó es un reparo por 20 mil lempiras, pero pagará otros 20 mil como acto solidario con su ex ministro, Ansony Fabricio Rosa, quien recientemente falleció y hacia quien se había adjudicado otro reparo por la misma cantidad.
Lo anterior se produjo por un préstamo otorgado por 92 mil lempiras para el Programa Orquestas Juveniles para la compra de vestimenta deportiva que sería utilizada por los atletas participantes en los juegos escolares centroamericanos (Codicader). Pero de esa cantidad el ex subsecretario (Q.D.D.G.) sólo depositó 52 mil lempiras.
“A mí me hicieron un pliego de responsabilidad de mi administración por 20 mil lempiras que soy solidaria con mi ex compañero y hasta tengo que presentar el acta de defunción porque cómo le voy a cobrar esos 40 mil lempiras que no se depositaron en el Banco Central en ese entonces y hasta la fecha”.
En cuanto a que el TSC afirmó que la Secretaría efectuó transferencias a las diferentes federaciones deportivas, instituciones descentralizadas y asociaciones civiles sin fines de lucro por la cantidad de 111 millones 216 mil 454.20 lempiras, comprobando que la Secretaría no tenía ningún control sobre la forma en que se utilizan estos recursos ya que no exige la liquidación de dichos valores, la funcionaria lamentó que el documento no separe las administraciones ni los registros presupuestarios del 2009.
“Lamentablemente lo ponen en el centro del presupuesto, pero la Secretaría realmente llevó un control, las transferencias están en un renglón presupuestario en el que se distribuye tanto para Conapid, para Fenafuth y federaciones deportivas por eso es muy importante que a todas estas instituciones se le hagan auditorías, para conocer mejor, es ideal que a todas se les someta a una auditoría y el Tribunal debería estar haciendo a todos las federaciones y ONG”, expresó.
No tengo que ver con auditorías
Y ante tanta crítica de algunos sectores que manifiestan falta de ética que la funcionaria esté ocupando un puesto en el TSC cuando se le acusó de supuestos actos irregulares, aclaró que “a mí se me ofreció este puesto y no tengo nada que ver con las auditorías y en el departamento que estoy se llama Desarrollo Institucional, no puedo meterme en absolutamente nada en trámites de investigación”.
Mis funciones son técnicas y de organización con relaciones internacionales, lo demás no me incumbe, agregó tras reiterar que por ese tipo de señalamientos solicitó auditorías anticipadas.
En cuanto al evento “Fashion Week Honduras”, Castro también aclaró a sus detractores que para ese evento no hubo ningún despilfarro ya que el mayor aporte lo hicieron otras instituciones estimuladas por la SCAD y la cantidad en apoyo para el evento fue de cien mil lempiras.
“Para este tipo de eventos pedí que se diera un enfoque cultural que se destacara la identidad nuestra en un momento que no éramos reconocidos internacionalmente, me presentaron el proyecto y me enfoqué en mi administración a apoyar a todo aquel que llegaba a solicitar apoyo, en este caso solicité que se le diera un toque artístico y cultural como lo hacen en otros países como en Francia y toda Europa, Ecuador y Bolivia, por ejemplo”, manifestó.
“Tenemos en el país una mentalidad que no hacen, ni dejan hacer, durante mi administración en la SCAD hubo austeridad porque no estábamos en un momento en el que se podía disponer de fondos y por eso no pude hacer grandes cambios, pero me enfoqué en apoyar proyectos culturales y buenas iniciativas para enaltecer al país”, destacó la funcionaria.
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