jueves, 20 de agosto de 2020

Napoleón Acevedo, legendario defensor y comprometido con los procesos sociales


Defensores en Línea

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), mediante su coordinadora general Berta Oliva, despide a un histórico promotor y defensor de los derechos sindicales y obreros, Napoleón Acevedo Granados.

Acevedo Granados fue un sobreviviente de la persecución política y militar durante gobiernos militares, cuyo impulso a seguir luchando fue su compromiso con la historia, la cual logró plasmar en algunos escritos.

Hace unos cinco años publicó su último libro, pero quedamos con el pendiente de escribir sobre los detenidos desaparecidos, por múltiples ocupaciones de ambos, no pudimos concretarla cita, lamentó Berta Oliva, quien compartió parte del recorrido histórico entre encuentros y conversaciones con Acevedo.

Nos visitó en COFADEH, recordó Berta, y lo fui a dejar a su casa, en ese momento me contó que estaba escribiendo un libro, fue difícil reencontrarnos y quedó con el pendiente de escribir de los desaparecidos.

“Me da frío que regresemos a esos tiempos” Napoleón Acevedo, con respecto a la década de 1980

Napoleón Acevedo fue uno de los de los compañeros que hizo a un lado el temor para alzar su voz en la década de 1980 y exigir la liberación de los detenidos-desaparecidos, en un contexto militarizado e invadido por la injerencia extranjera que implementaba la Doctrina de Seguridad Nacional.

El olanchano nacido en Catacamas, trascendió a la eternidad este domingo 9 de agosto a los 86 años de edad y rodeado de su familia.

Fue un hombre lúcido y que dio mucho por los procesos sindicales, por lo que su deceso representa una pérdida irreparable en el pensamiento histórico. Berta Oliva.

Su legado está plenamente identificado en el trabajo de las compañías bananera, enfrentándose a los poderes imperialistas y luchando por el bienestar de la clase obrera hondureña.

Nació en 1934 y en 1956 comenzó a trabajar en la Standard Fruit Company. Se incorporó al movimiento sindical afiliándose al Sindicato de Trabajadores (Sitrasfruco).

Para 1963 el dirigente obrero, fue fiscal de la seccional del Sindicato Independiente Portuario Ferrocarrilero (SIFFA), en el campo bananero de Guanacaste, Colón; y fiscal de la seccional dos de esa organización en representación de todas las sub-seccionales dependientes de este sindicato en Isletas.

En mayo de ese año, la corriente clasista del Sitrasfruco, encabezada por Héctor Acosta Romero había renunciado en masa de esa organización sindical, el que había llegado a ser controlado por un sector de dirigentes pro- patronales. Integró la comisión que sentó las bases de la unidad obrera que culminó con el surgimiento del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Standard Fruit Co. (Sutrasfco).

Con el paso de los años Napoleón Acevedo, creyó siempre en la unidad de las organizaciones obreras y recomendaba que debían ser una sola, para que la lucha fuera más fuerte.

Llegó a ser presidente de la junta directiva del Sutrasfco desde julio de 1961 a marzo de 1977, fecha en que el sindicato fue intervenido militarmente por tropas del Cuarto Batallón de Infantería, al mando del entonces coronel Gustavo Álvarez Martínez, uno de los principales asesinos y atacantes de líderes sociales y políticos.

Se estaba en el proceso de la Reforma Agraria, había desinformación y choque entre campesinos que dejaba llevar por la propaganda escandalosa de la oligarquía, que les decía que el gobierno iba a instaurar el comunismo en el campo y que les quitaría lo poco que ya tenía, escribió Rigoberto Padilla Rush, el libro Memorias de un Comunista.

Nuestra dependencia respecto de algunos oficiales, a los que creíamos más progresistas de lo que realmente eran, fue fatal en algunos casos, relata Padilla Rush.

Y refiere a asalto militar en La Ceiba, aquel año 1977, dirigido por Álvarez Martínez contra el Sutrasfco, cuando algunos compañeros tenían una visión positiva de los militares reformistas de 1972.

En ese momento se nos cayó la venda de los ojos, cuando el proceso reformista comenzó a revertirse, los militares iniciaron la represión. Rigoberto Padilla Rush, el libro Memorias de un Comunista, 2001

Cada compañía bananera tenía su porpio ejército, denunció en su moemento Acevedo Granados al canal de YouTube animal pensante. La lucha fue en medio de constante persecución “a mi me pusieron el rórtulo de <<comunista>> y ni siquiera sabia que era eso, los otros eran los pro patroanles, enfrentándonos a una lucha de clases”.

Acevedo Granados fue fundador y presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), de abril 1981 a junio 1985. Al momento de su deceso esta mención fue recordada a través de redes sociales, instando a los dirigentes obreros seguir su legado.

Además, fundó y presidió del Comité Coordinador de Organizaciones Populares (CCOP), que tuvo gran beligerancia en la exigencia de verdad y justicia por las violaciones a los derechos humanos.

Entre 1982 a 1985, miembro propietario del Consejo General de la Federación Sindical Mundial (FSM). Al ser creado el Consejo Asesor de la Jefatura de Estado en marzo de 1976, fue miembro propietario del mismo formando parte de la comisión sobre Política Bananera Nacional, integrando también la que redactó el proyecto de Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, actualmente en vigencia.

Dedicó sus últimos años de vida a escribir, es parte de herencia social los libros que deja a un pueblo en busca de rescate de la memoria, entre sus publicaciones esta “La clase obrera hondureña: su papel histórico”, mencionado como lectura obligatoria sobre las conquistas de las luchas sindicales obreras.

Quedaron muchos escritos pendientes, nombres y rostros por detallar con letras, pero también quedó el ejemplo de perseverancia y trabajo del compañero Napoleón Acevedo Granados. ¡Hasta siempre!


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