Foto/texto: Sandra Rodríguez
El profesor Jaime Rodríguez, al momento de salir del hospital.
El COFADEH temía por la vida del profesor Jaime Rodríguez, tras 24 horas de desaparición forzada. Hoy fue dado de alta médica, sin poder hablar por una herida en el cuello que puede dañar sus cuerdas vocales, y lo acompañó hasta donde reposa.
Esta tarde fue dado de alta el líder social Jaime Atilio Rodríguez (54), quien no pudo dar declaraciones por una herida en la garganta que le afectó las cuerdas vocales, tras sufrir un ataque político.
Rodríguez permaneció en observación médica desde las ocho de la noche de ayer martes 29, luego que su familia lo encontró en el barrio Abajo de Tegucigalpa, tras una llamada telefónica que él mismo realizó, cuando pidió auxilio a vecinos del lugar.
Su esposa la también docente, Martha de Rodríguez, no dio declaraciones este día. Pero ayer detalló que a su compañero lo habían herido en la garganta, golpeado y tirado al rio (Choluteca), y apareció cerca del parque Herrera, cuando ella y otra profesora iban para el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), a unas cuadras de allí.
-Cabe señalar que, un momento antes habían pasado por la oficina del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), en el barrio La Plazuela, para tener copia de la denuncia por desaparición que se interpuso en el Centro Integrado de la Dirección Policial de Investigación Policial (DPI) en la Jefatura de Policía Metropolita número 1 (CORE 7), ubicada en el barrio Los Dolores.-
Jaime Rodríguez estuvo desaparecido por 25 horas desde el lunes en la noche, según declaraciones no oficiales de la víctima, fue subido a un automóvil y torturado esa noche, después herido y lanzado al río, supuestamente estaba muerto, y así esperó salir a la calle para buscar auxilio, cuando cayó la noche. Una media hora antes -del martes 29-, procuradoras de derechos humanos del COFADEH se habían movido de la zona, después de hacer un recorrido por la ruta de desaparición e interponer la denuncia.
El dirigente magisterial del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), salió en silla de ruedas de la sala de emergencia, hizo señales a la prensa que no podía hablar, inmediatamente abordó el vehículo con destino a su casa y custodiado por la patrulla de la Policía Nacional PN-517, pese a que la familia no quería este acompañamiento, pero los agentes policiales no habían recibido orden del jefe, por lo que emprendieron el recorrido.
Lo que ha pasado contra el profesor, es un ataque político, todo indica que la situación que rodeó la desaparición de Jaime Rodríguez, son torturas políticas, declaró Meri Agurcia, procuradora de derechos humanos del COFADEH, quien tuvo acceso al maestro en la sala de emergencia.
Agregó que prescripción médica no puede hablar, porque los agresores hicieron una herida muy profunda que le puede dañar cuerdas vocales y debe estar en reposo para que se reponga.
Asimismo, reafirmó que los cuerpos represores del Estado nunca desaparecieron, siempre estuvieron activos, lo que sucede es que se había borrado la huella de participación del Estado en este tipo de agresiones, se miraba como que fueran otros cuerpos por supuesto con la tolerancia y la aquiescencia del Estado; Pero en el caso de Jaime Rodríguez, vemos claramente identificado la participación de cuerpos que han sido escuadrones de la muerte.
El COFADEH denunció que el Estado está en la obligación de mover todos sus entes de investigación y dar con los responsables de este tipo de actos, ya que, hasta que se desmantelan estas estructuras de inseguridad, es que se podría garantizar la seguridad de los oponentes políticos, ambientalistas y defensores de derechos humanos.
En este momento estamos satisfechas que por lo menos ha conservado su vida, en condiciones graves, pero se exigirá que el caso de torturas políticas no engrose los índices de impunidad y que se investigue y aplique justicia a los autores materiales e intelectuales que atentaron contra el líder social y defensor de los bienes comunes de la naturaleza, Jaime Rodríguez.
En el hospital también estuvo solidarizándose el dirigente campesino, Rafael Alegría, director de la Vía Campesina Honduras, quien exigió a las autoridades correspondientes que investigue los hechos contra el docente.
La persecución política contra el profesor es reiterada, él ha hechos públicas las denuncias temiendo por su vida y estabilidad emocional.
Por los momentos seguirá un tratamiento para reponerse, lo que incluye medicamentos y reposo. El profesor expresó anoche mediante un video que “ni un paso atrás, ni para agarrar impulso”.
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