jueves, 25 de octubre de 2018

Se están violando protocolos por el hecho de quedar bien con Estados Unidos



Por Fabiola Méndez y Damián Mendoza

Hace una semana alrededor de tres mil migrantes centroamericanos iniciaron un viaje en caravana para abandonar sus países, con el propósito de llegar a Estados Unidos y alcanzar el sueño americano. Pero ese se acabó hace ya una década, “no han logrado entender que ahí ya no hay posibilidades de alcanzar ese futuro que tanto nos venden”, señaló Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.
Este viernes saltaron la valla del control fronterizo entre Guatemala y México en Tecún Umán, firmes en su empeño por llegar a Estados Unidos pese a las amenazas del presidente Donald Trump de cerrar la frontera sur con México y de cortar las ayudas económicas a Honduras, El Salvador y Guatemala.

Para el experto en migración, en Centroamérica no hay una posición seria de los gobiernos para arreglar la situación de pobreza, desigualdad y violencia estructural de su población, que con el paso de las décadas ha ido empeorando. “Los gobiernos han dejado que la gente se vaya en lugar de afrontar el problema, se van porque están desesperados por no encontrar opciones de trabajo, escuelas ni condiciones dignas mínimas para vivir”.

Neira refirió que el fenómeno migratorio ha cambiado, pasó de ser un flujo de ciertos individuos o familias a ser caravanas de cientos de personas, proceso para el que ningún Estado está preparado. En ese sentido, hay que actuar en términos de política local porque este fenómeno va en aumento.

Asimismo, no se está garantizando el derecho de permanecer en los países, forzándolos de alguna manera a irse y pese a las amenazas e intimidaciones hay que cuestionar el papel de los gobiernos: “cuando el gobierno mexicano manda elementos del Ejército a la frontera le está haciendo el trabajo sucio a Estados Unidos, a ellos les hacemos el favor a costa del sufrimiento de miles y miles centroamericanos”.

La política norteamericana tiene gran peso en México, en especial porque el gobierno que aún no termina se ha arrodillado frente a los intereses de Estados Unidos, acotó el especialista. “Ojalá esta situación con el nuevo gobierno no se repita, ya que se están violando protocolos por el hecho de quedar bien con EU por la intimidación política y económica”.

Finalmente, reiteró que se debe entender y analizar que hay un cambio en la dinámica migratoria y los destinos cambian. Hizo un llamado a generar alternativas para solucionar esta problemática con acuerdos en términos regionales.

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