miércoles, 31 de octubre de 2018

La caravana avanza con las esperanzas intactas pese a las amenazas del gobierno de Trump



Tres semanas cumple de haber salido del país la caravana de migrantes que se dirige a Estados Unidos, y que en este momento cruza territorio mexicano. Las esperanzas siguen intactas, a pesar que en el camino hayan muerto dos personas atropelladas y de las amenazas del gobierno de Donald Trump vayan en aumento.

Los relatos de los hondureños y hondureñas que viajan en esta caminata, son claros y contundentes. Ellos aseguran que se van no porque son incentivados por grupos políticos, sino porque ya no aguantan la situación del país, situación llena de inseguridad, falta de empleo y violencia.

<>, dijo un hondureño al ser entrevistado por la cadena Univisión.

El gobierno ha salido al paso ante la crisis migratoria, las presiones del gobierno de Estados Unidos han generado una nueva campaña mediática, en la que se acusa a Venezuela y grupos de la izquierda de financiar la caravana.

Donald Trump, llegó al punto de afirmar que en la caravana además de viajar migrantes a los que calificó de criminales, también lo hacen terroristas. Los medios de comunicación que cubren la caravana han manifestado que estas acusaciones no tienen fundamento, y que además en la caravana ni van criminales, ni mucho menos terroristas.

Pero no solo el gobierno de Estados Unidos ha promovido esa campaña, sino que el gobierno hondureño lejos de asumir su responsabilidad en la crisis actual del país, culpa a la oposición de financiar una caravana migratoria.

La presente semana el presidente cuestionado por su reelección ilegal, Juan Orlando Hernández, hizo tres anuncios: el primero la creación de más de 20 mil empleos temporales, el segundo; una inversión millonaria orientada a la construcción de carreteras y puentes, y el tercero, un acompañamiento social para los migrantes que decidan retornar al país.

Los migrantes llevan intactas sus convicciones, han dicho que llegarán cueste lo que cueste a Estados Unidos, y allá solicitarán refugio. Y lo siguen creyendo a pesar de las amenazas del gobierno de Trump, quien ha dicho que enviará a militares a la frontera para evitar a toda costa que ingresen personas de forma ilegal a su país.

Las estadísticas que maneja el gobierno de personas que han retornado de la caravana superan los tres mil, pero el Estado no hace alusión a más compatriotas que siguen saliendo de Honduras, y es que a la fecha hay una nueva caravana que viaja por Guatemala, con más de dos mil personas, y que busca alcanzar a la caravana que avanza por México.

El gobierno ha tomado medidas coercitivas contra la población para evitar que se vayan del país, en ese sentido, tomaron la determinación de cerrar la frontera de Aguas Calientes, en el occidente del país.

A pesar de eso, la gente busca puntos ciegos u otras opciones aduaneras para continuar su camino con rumbo a Estados Unidos.

Hasta el momento la crisis migratoria sigue abierta y es el tema del momento en el país. Mientras tanto, la población en Honduras plantea soluciones inmediatas para que la situación cambie de una vez.

La Convergencia contra el Continuismo convocó desde el pasado martes a una caravana interna por la dignidad, en solidaridad con los migrantes y también demandando la renuncia de Juan Orlando Hernández de la presidencia.

La caravana duró tres días y recorrió más de 200 kilómetros desde la zona norte hasta la capital del país.

La crisis migratoria sigue abierta, la caravana avanza a paso firme y el gobierno lejos de asumir su responsabilidad culpa a terceros. Bajo esta ecuación la situación tiende a empeorar y no a mejorar para la población afectada por la violencia, desempleo e inseguridad.

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