viernes, 26 de octubre de 2018

El que tenga ojos que mire y el que tiene oídos que escuche



Las imágenes aéreas y terrestres del escape de Honduras hacia Estados Unidos, a su paso por Guatemala y México, simplemente son impresionantes. Impactan. Conmueven.

Hombres y mujeres en llanto protegiendo a sus niños del calor, el hambre, el frío, los gases lacrimógenos disparados por antimotines, y protegiéndose también de la indiferencia cínica y del racismo puro.

Mujeres adultas y jóvenes lanzándose desde el puente hacia las aguas del río Suchiate, en la frontera sur de México; náufragos sin camisas a bordo de rústicos nehumáticos, flameando su bandera nacional.

En el inhóspito camino, sin embargo, familias enteras, cristianos sin iglesias y organizaciones humanitarias, abriendo sus brazos en plenitud, donando su humanidad entera a un pueblo sufriente que huye en masa porque los delincuentes le robaron su esperanza, con el agua bendita del cardenal y el aceite ungido de los evangélicos.

Hasta ahora, pese a todo el monumental sacrificio, nada detiene a esta segunda caravana integrada por más de 5 mil personas procedentes de casi todos los depatamentos de Honduras.

Allá va Honduras huyendo, ya lo sabemos, de un régimen impostor, violento y criminal, sostenido por liberales y nacionalistas, bajo la dirección del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

En medio de esta crisis humanitaria, cuya administración México ha pedido a las Naciones Unidas ocuparse de ella, ha regresado a Honduras el denostado periodista hondureño Bartolo Fuentes.

Denostado y criminalizado por Juan Hernández y su incompetente canciller María Lara, apoyados por la inteligencia paramilitar próxima al régimen corrupto de Jimmy Morales.

A través de las primeras declaraciones públicas del periodista Bartolo Fuentes, pasan varios temas esenciales al terreno de la opinión pública.

El primero de esos temas, obviamente, es su detención arbitraria por tres gobiernos implicados en la crisis humanitaria: Estados Unidos, Honduras y Guatemala.

Fueron las policías de estos tres países que lo encerraron durante 4 días en la zona 5 de ciudad Guatemala, para interrogarlo sobre detalles de la caravana.

En el contexto interno de los Estados Unidos la llegada de miles de emigrantes sin papeles desde el triángulo norte de Centroamérica, es un estallido en el mero rostro republicando y demócrata que se disputan el Senado el próximo 4 de noviembre.

A propósito el periodista Bartolo Fuentes, con más de 20 años de trabajo como editor, redactor y productor de noticias sobre movilidad humana, dijo las cosas por su nombre al volver la tarde del viernes a la capital hondureña.

“A mí no me importa si esta caravana le sirve a Donald Trump y a la estrategia republicana, lo que nos debe importar aquí es que no le sirve a Honduras, porque nadie se debería ir en estas circunstancias, y si alguien debe irse es quien produce esta situación, y eso nos toca a nosotros producirlo desde las calles”.

Tras ser entregado en el aeropuerto Toncontín por un oficial de migración guatemalteco, el periodista denunció ante el Comisionado Nacional de Derechos Humanos que el Estado de Honduras impide su derecho a la libertad de expresión, como acompañante de la caravana y como productor independiente de noticias.

“Yo no soy quien lleva la bandera de Honduras delante de la caravana ni soy atrás el organizador de éste éxodo masivo, ni pago nada a nadie ni recibo nada de nadie, el pueblo emigrante se organiza solo y va atravesando solo el territorio de México rumbo a Estados Unidos, y no lo detiene nada porque es un pueblo que ha vivido todo, que sufre el hambre y la violencia más brutal que se conozca dentro de Honduras”.

El periodista, nacido en El Progreso, Yoro, califica de hipócrita al régimen actual que cierra las fronteras a su pueblo y busca responsables de la actual crisis humanitaria, porque cada día salen en promedio 300 personas, en silencio, a escondidas, en manos de coyos a través de caminos peligrosos, y regresan muchas veces convertidas en cadáveres, en ataúdes sellados, y el gobierno no hace nada. No dice nada. La prensa se calla. Las iglesias no rezan. La gente llora, en silencio.

Este régimen cobarde es bueno para contabilizar las remsas cada año junto a sus comerciantes agiotistas… 2 mil millones, tres mil millones… 3,500 millones de dólares anuales producidos por las remesas del principal producto de exportación de la dictadura, la mano de obra barata. Les encanta contar, pero no les encanta proteger.

En esta lógica, el periodista Bartolo Fuentes nos va llevando a una afirmación irrebatible: la emigración en el actual contexto del país ha decidido irse en forma organizada y en forma pública, para protegerse.

Por eso, en su comparecencia en el Comisionado de Derechos Humanos, el periodista Fuentes exigió el viernes al nacionalaista Roberto Herrera Cáceres que ponga esta institución al servicio del pueblo que huye y que acompañe, en vez de estar avalando con su silencio cómplice el discurso procaz, servil y criminalizante del régimen.

“El pueblo se está yendo y se seguirá yendo, ya no lo para nadie”, dijo el periodista.

Bartolo Fuentes ha pedido acompañamiento humanitario para los migrantes en el trayecto de ida, porque de regreso forzada nadie quiere la dictadura a su lado. Si el régimen pretende manipular supuestos retornos voluntarios, tendrá en su rostro el estallido de su propio veneno.

Ha dicho Bartolo con valentía que él trabaja el tema de derechos de migrantes desde hace 20 años, cuando fue fundado el comité de madres y familiares de migrantes en El Progreso, Yoro, el cofamipro, y que él ha visto los cuerpos mutilados de migrantes en territorio mexicano y que ha escuchado frente a frente el testimonio de quienes huyen.

“En Comayagua un joven decidió llevarse a sus primos porque en sus trabajos el pago es 100 lempiras por día ¿quién puede vivir con eso? Y en Tegucigalpa y en el norte de Honduras hay centenares de barrios y colonias prohibidos por la empresa privada, muy capaz puedes ser pero si vienes de una zona marcada en rojon por los empleadores no tienes trabajo, simple, ¿qué te queda, entonces?”

Contundenete el periodista, a cuya esposa Dunia Montoya el cofadeh acompañó en todo momento igual que otras organizaciones defensoras de derechos humanos hondureñas y de Guatemala, hasta tener de regreso aquí en Honduras a Bartolo Fuentes.

¿Qué sigue?

Bueno, de momento impedir la manipulación de esta crisis humanitaria por los políticos de aquí y los de allá, que se ven exhibidos en el mundo entero por incapaces y perversos. Tarea difícil, pero podemos hacerlo.

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