miércoles, 3 de octubre de 2018
En tu cumpleaños Patria Querida
Por Héctor Flores
Para muchos y muchas este es el mes de la patria, la triste patria que solo es patria un mes y los once restantes es una hacienda particular en donde, sin vergüenza alguna, las relaciones de poder, desde las más fuertes a las débiles, se reparten la labranza, los frutos, los animales, los bienes comunes y finalmente, como en el viejo y enraizado patriarcado feudal, también a la servidumbre, es decir a los esclavos modernos de este sistema.
Lejos está el sueño de libertad con la que algunos idealistas la pensaron. Más lejos la idea de celebrar esa libertad que, con la llegada de los Pliegos de Independencia, esos idealistas decidieron celebrar la patria. Con altura dijeron ellos, con civismo pensaron ellos, con dignidad se imaginaron ellos.
Lo que se viene esta semana no tiene nada de lo soñado aquellos aciagos años y por esos comprometidos hijos de las libertades. No es en lo absoluto una muestra de independencia, soberanía, de dignidad. Lo que se viene es el montaje del circo orquestado por los poderes fácticos, por los traficantes de la independencia, los idiotizados por los medios de comunicación y los carroñeros de la corrupción encabezados por este gobierno y su usurpador principal, para seguir jodiendo y enajenando el pensamiento libertario.
Culto a la muerte, a la violencia, a los criminales
Ya han empezado a circular las imágenes de lo que será la fiesta de la Independencia patria. Y también es fácil ver a las madres y los padres (más las primeras por que los segundos ni para eso servimos) en las tiendas, persiguiendo telas, que después se van a convertir en los trajes que harán lucir bien a los que desfilan pero tendrán con hambre a los que miran.
Lo triste de todo es que en un par de casos – tengo claro que no lo harán todos, pero si que serán muchos – me topé con unas expresiones en las que los niños, niñas y jóvenes se están vistiendo de militares, de policías militares, de agentes de la Atic, de policías civil y toda mediocridad que en torno a ella se va desarrollado como expresión , de policías Cobras o Tigres o del Ejército. Muy poco ha faltado para que también los vistan de narcos, de sicarios, de violadores, de corruptos y de saqueadores de los fondos públicos que, en muchos casos, y como dice Mario de Mezapa, “ser misma mierda-2.
Y quiero aclarar que con este comentario no juzgo ni a los niños, niñas o jóvenes que van en estos espacios y se tienen que poner estos disfraces de muerte. Pero no oculto mi indignación y lo expreso, aunque les duela que o diga tan de frente, a los profesores y profesoras que se prestan para esa idiotez de rendir culto a los asesinos de la democracia, a los violadores de derechos humanos, a los opresores de conciencia, a los que con casco, bala y uniforme van haciendo esta sociedad deforme.
No escondo mi dolor y frustración contra los padres y madres que permiten que se use a sus hijos e hijas para ese culto, para esos tributos, para afianzar esos perfiles que harán que sus hijos e hijas, mañana, prefieran tener un rifle que un libro, una bala en vez de una palabra, la muerte como premio en vez de la vida digna y plena por recompensa. Les pregunto, aunque seguramente no me lean, ¿ese es el futuro que ustedes como padres y madres sueñan para sus hijos?
Fiesta de Independencia: una carnicería al mejor postor
He seguido con mucha pena la ya dirigida campaña por algunos medios de comunicación, especialmente en sus espacios virtuales, y en es sos espacios sobre la farándula, vida social o no se como diablos se les llama a esos circos del entretenimiento que montan, sobre quien será, como será y que ofrecerá la chica – palillona por lo general – que ha de ser electa la más bonita del desfile patrio. Si, así con ese cinismo lo anuncian y venden estos carroñeros del sexo. La más bonita del desfile patrio como si a la patria le interesa si sos bonito o no. Como si la patria fuera cosmética, como si solo se dejara llevar por la apariencia.
Civismo no es mandar a los jóvenes a la calle a desfilar bajo la farsa de una independencia que no es real, de una libertad que no es posible y de una soberanía que ha sido repartida – al mejor postor – a las corporaciones extractivistas y saqueadoras de los bienes comunes a nivel nacional. Civismo, en cambio, debemos demostrarlo exigiendo respeto a la democracia usurpada por Joh y su séquito de serviles, exigiendo su salida del poder y el retorno a la democracia, reclamando justicia para las víctimas de esta represión que vivimos y castigo para quienes, amparados en la impunidad que da este gobierno, se jactan de violar los derechos humanos y poder contárselo riendo al mundo.
Tampoco es independencia poner a nuestras jóvenes – bellas todas y todos – a mostrar el culo, moverlo y exhibirlo como carne en mostrador para que los enfermos sexuales y compradores del placer las pongan en sus menús y luego vayan a su cacería. La patria quiere ver el corazón y saber que ahí germina el amor por ella, quiere ver la intelectualidad y saber que ahí se gestan las ideas que la harán proyectarse al futuro, quiere ver al ciudadano – pleno y definido en sus derechos y obligaciones – y saber que en el esta la soberanía y el Estado de derecho que los dignifica y define.
Tambores que cantan para ocultar las balas que matan
La farsa de esta fiesta tendrá su mayor detonante en las famosas bandas de guerra que romperán la barrera del silencio y nos desestabilizarán – de ahora y por un par de semanas más – con el pretexto de la independencia. Algunas están preparando su cántico de fuera Joh pero van a bailar y tocar en su propio circo, lo cual me parece un tanto incoherente. Lo lógico me parece a mí, y de verdad no tiene que ser así para todos y todas, es que simplemente los institutos no deberían salir a marchar, o salir vestidos de negro y en silencio como en actitud de rebeldía, de saber que no creemos, no aceptamos y no nos dejaremos idiotizar con su independencia barata, su falsa soberanía y la encarcelada libertad.
Deberían ser bandas de paz y mudas en solidaridad con las gargantas silenciadas por las fuerzas opresoras, paramilitares y oficiales que están asesinando jóvenes por su declaración abierta contra el robo que se le hace a la patria. Es inadmisible hacerle fiesta a la patria ignorando los muertos de la patria. Los jóvenes que se mueren no son cualquiera, son el presente, el futuro y la esperanza de desarrollo que deseamos en esta Honduras.
Los tambores deberían hablar por Edwin Espinal y los otros presos políticos y de conciencia que hay en Honduras. Deberían ir a tocarse frente a La Tolva, en los Pozos y ante la Corte Suprema de Justicia, vendida y corrupta, que solo beneficia a los que más tienen y condena a los defensores sociales como es el caso en mención.
Hacerlo frente a Joh o, en su defecto, frente a cualquier autoridad municipal afín al gobierno central y detractora de su propio pueblo municipal, es un insulto contra la humanidad, una traición a la memoria de los muertos de conciencia y una condena peor que la privación de libertad para los presos políticos como Edwin Espinal.
Los tambores deberían ser eco de la voz de Berta, del machete de Margarita Murillo, del grito de Edickson Lemus, del canto Tolupán en la voz de Vicente Matute, del grito en el tiempo de Manuel de Jesús Guerra y el llanto ahogado de las madres de Soad y todos los y las demás jóvenes asesinados por esta dictadura. Si no es para eso ustedes, si ustedes, no deberían sacar sus tambores al viento.
No callaremos patria
No voy a negar que algo en el corazón se me mueve en fechas como estas por que yo también quiero celebrar a la patria libre que me pienso. Pero esa libertad, en este momento, no es real y esa soberanía en las condiciones actuales no existe. La independencia por tanto en este momento no se celebra, se lucha por ella, se trabaja por ella, se recupera de quienes la tienen secuestrada.
Deberíamos masivamente salir a las calles, pero a exigir la verdadera independencia y no solo estos días que son el circo de la dictadura que preside Joh y que imponen las fuerzas militares a su servicio. Deberíamos tener la misma disponibilidad que tenemos – para comprar esos trajes que son el gasto de un año – para invertir en la libertad de la patria y no pensar que quienes protestan son los enemigos del pueblo.
Vamos patria, vamos Pa’lante, tu libertad no es un negocio y tu independencia tampoco un circo. Joh te lo aseguro vas a caer y ustedes militares represores el pueblo los juzgará.
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