martes, 5 de diciembre de 2017
El candidato oficialista adelanta a la oposición entre denuncias de fraude
Por Paco Gómez Nadal
El repentino vuelco en el escrutinio a favor del candidato oficialista, que en las últimas horas adelantó a la Alianza de Oposición, confirma un anunciado fraude electoral, según diversas organizaciones sociales y observadores internacionales, que dudan de la independencia del Tribunal Supremo Electoral. El candidato opositor, Salvador Nasralla, llama a defender en las calles la victoria en las urnas.
Tres días después y con un escrutinio agónico, el Tribunal Electoral ahora da la victoria al candidato oficialista. Ni las protestas ni las denuncias de fraude están frenando el vuelco en las tendencias.
Cada punto porcentual del recuento electoral acerca más a Honduras a una situación explosiva. Hasta el momento en que iban contados el 75% de los votos, el candidato opositor, Salvador Nasralla era el ganador de las elecciones que se celebraron el pasado domingo. Ahora, con el 86,87% escrutado, ya gana el actual presidente y candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, por 0,7 puntos (42,47% frente al 41,7%).
La crisis política a la que se enfrenta el país es dura y prolongará la situación abierta en junio de 2009, cuando se produjo el golpe de Estado que desalojó de la Presidencia a Manuel Zelaya.
Un fraude anunciado
La Alianza de Oposición a la Dictadura lleva semanas avisando del alto riego de fraude electoral en Honduras. Un censo “inflado”, la vieja costumbre de la élite de comprar votos —en 2013, según el Centro de Documentación de Honduras, se compró entre el 20% y el 50% de los votos—, y el extraño giro en el recuento que se produjo en la madrugada de este miércoles hacen temer lo peor.
Hasta el martes en la noche, con casi el 60% de los votos escrutados, el candidato de la Alianza de la Oposición, Salvador Nasralla, mantenía cinco puntos de distancia con Juan Orlando Hernández, el actual presidente de la República que opta a la reelección en contra de la prohibición expresa de la Constitución pero con un débil aval de la Corte Suprema que controla su partido. Unas horas después, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), hacía ‘magia’ y con el 74,71% de las mesas contabilizadas, Nasralla ya solo tenía algo más de un punto de ventaja (42,77% frente a 41,61%) respecto a Hernández.
El Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de Honduras recordaba anoche que en la última encuesta nacional sobre confianza en las instituciones, el 77% de la población ya dudaba del TSE, con un fuerte control por parte del Gobierno. Los cambios de última hora en el conteo de votos “nos exige estar atentos y atentas para no permitir que los resultados electorales sean maliciosamente modificados para evitar que en esta ocasión el voto popular sea una manifestación concreta de la soberanía sobre nuestro futuro”, alertaba el ERIC, un colectivo cercano a los jesuitas.
También Naciones Unidas, en un comunicado, pedía al TSE que mantuviera informada a la población y que garantizara la transparencia del procedimiento de escrutinio. La jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, Marisa Matías, hacía un ejercicio de equilibrio diplomático el martes en la mañana al no querer pronunciarse sobre las denuncias de posible fraude pero al señalar que “en 2013 hubo cinco anuncios por parte del TSE y ahora solamente uno. Para que exista la máxima tranquilidad, hay que garantizar no dejar espacios para la incertidumbre”.
Pero eso es lo único que hay en Honduras en este momento: incertidumbre y temor. Con un proceso electoral ya viciado por la autorización de la Corte Suprema para que Hernández pudiera presentarse a la reelección y con muchas dudas sobre la gestión previa del TSE, los partidos de la Alianza de Oposición —LIBRE, de Manuel Zelaya y Xiomara Castro, y el Partido Anti Corrupción de Nasralla— ya denuncian el intento de fraude. Nasralla, en una entrevista concedida a Telesur este mismo martes alertaba de que “se está cocinando un fraude electoral”.
"Esto es una dictadura, es un Gobierno totalitario donde el presidente tiene el control de la Corte, del Congreso, del Tribunal Electoral, del Ministerio Público (...) y por eso es que queremos llegar al poder, para recuperar la institucionalidad”, insistía el candidato de la Alianza de Oposición. Más tarde, en rueda de prensa, denunció presiones del TSE a la empresa que gestiona la transmisión electrónica de las actas electorales y añadió: “Llevamos 48 horas de vergüenza nacional ante la comunidad internacional, que no podemos permitir y no es otra cosa que intentar hacer un fraude”. Ya en la madrugada del miércoles, a través de redes sociales, Nasralla llamaba a las hondureñas y a los hondureños “a defender en las calles lo ganado en las urnas” y los instaba a acompañarlo en Tegucigalpa de forma masiva. Manuel ‘Mel’ Zelaya, el presidente depuesto en el golpe de Estado de junio de 2009, coordinador político de la Alianza de Oposición y uno de los líderes del partido LIBRE, también convocaba a través de las redes a sus seguidores a tomarse la capital: “Compatriotas los que perdieron están modificando actas, van a declarar ganador a JOH [Juan Orlando Hernández] y robar el triunfo a Salvardor Nasrralla; no lo podemos permitir vamos a Tegucigalpa”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario