jueves, 23 de abril de 2015

Extorsiones y amenazas de muerte generan migración masiva de hondureñas y hondureños



“Al principio sólo me cobraban el impuesto de guerra; apenas lo lograba pagar, pero me lograba mantener. Un día llegaron a pedirme que vendiera droga en mi negocio, les dije que no y me dijeron que me fuera o me mataban. Yo a ellos los conozco, son de la misma colonia y saben donde vivo. Por eso me tuve que ir”, es el testimonio de un hondureño de 33 años  que regresó deportado de Estados Unidos. 

En Honduras, al igual que en otros países de Centroamérica, se observa que los problemas de inseguridad y violencia causados por el crimen organizado están forzando a la población a desplazarse internamente.

Sin embargo, la religiosa Lidia Mara Souza, coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana, explica que entre junio y diciembre de 2013 el Centro de Atención al Migrante Retornado –CAMR- entrevistó a más de 20 mil hondureñas y hondureños deportados, de los cuales el 5.3 por ciento migró hacia Estados Unidos por amenazas e inseguridad.

“Hace como cinco meses, le pagué al señor “X” 140 mil lempiras, quien es coyote y conocí en la terminal de buses; él me iba a pasar para Estados Unidos. Estando en México, él me encerró en unas casas tipo bodegas que tiene con otra gente, y tiene más gente secuestrada ahí. Fui a migración de México, pero no me quisieron ayudar a regresar a Honduras, me dijeron que así como me había ido que me regresara”, recordó una migrante retornada vía terrestre.

“Mi marido violaba a una de mis hijas y me maltrataba a mí”, era otro de los testimonios presentados, una mujer deportada de 33 años de edad. 

La mayoría de las personas desplazadas por violencia son hombres, pero desde el año 2013, un 16 por ciento de las mujeres hondureñas emprenden  la ruta migratoria México-Estados Unidos “huyendo” de la violencia de sus parejas, ex parejas o familiares de sexo masculino, apunta un diagnóstico sobre la caracterización de la población hondureña retornada con necesidades de protección, que realizó la Pastoral de Movilidad Humana.

¿Qué departamentos son expulsores?

El diagnóstico revela que los departamentos que más expulsan personas por causa de violencia coinciden de manera general con los departamentos de mayor migración externa.

“Está Cortés, Atlántida, Colón, Olancho, Francisco Morazán y Yoro, entonces, esos son los principales departamentos de nuestro país de donde sale mayor número de personas con necesidad de protección internacional”, detalló Lidia Mara Sousa. 

Los hondureños y hondureñas retornadas, cuyo origen o vida se desarrolló en dichos departamentos, comentan que su decisión para migrar fue la alta ola de homicidios, inseguridad en general, extorsiones e intimidaciones, señalando como principales agresores a los integrantes de maras o padillas, pero también la delincuencia común y narcotraficantes. 

 “Los pandilleros, bandas y todo eso no nos dejan salir de nuestras casas porque están peleado territorio. Nos tienen como prisioneros y siempre tienen a alguien vigilando cuando salimos a cualquier lado”, comenta una joven de 28 años, que también fue deportada.

Más mecanismos de identificación y protección

Fernando Protti, representante regional del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados –ACNUR-, insta al gobierno de Juan Orlando Hernández a crear un Centro de Atención al Migrante Retornado en la frontera de Corinto -departamento de Cortés-, para homologar e identificar los migrantes con perfiles de riesgo.

Es también importante “seguir adelante con acciones más concretas, que permitan empezar a proteger a la población afectada de una manera más efectiva: el seguimiento de las personas, seguimiento no persecución, que regresan y que tienen necesidad de protección y acompañamiento para ayudarles  a encontrar opciones, porque muchas de ellas no pueden regresas a sus comunidades de origen”, agregó Protti.

Mientras que la Pastoral de Movilidad Humana aboga por fortalecer la presencia de los consulados hondureños en la ruta migratoria hacia el norte, y asegurar que el cuerpo diplomático cuente con las capacidades técnicas e idóneas para identificación, referencia y asistencia de los migrantes y las migrantes.

Se estima que a finales de 2015 la relación de hondureños y hondureñas que emprenden la ruta migratoria hacia Estados Unidos por motivos de inseguridad general, extorsiones e intimidaciones, será de un 20 por ciento.

Datos

El retorno de la población migrante hondureña desde Estado Unidos y México ha aumentado en un promedio de 27 por ciento anual entre 2012 y 2014.

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