sábado, 18 de abril de 2015

Eduardo Galeano: La Magia de Honduras



Por Rodolfo Cortés Calderón *

El escritor, periodista, político uruguayo y anti imperialista de amplio reconocimiento mundial se nos ha adelantado; sin embargo, su prosa, su verso, su ejemplo, su americanismo, perdurarán eternamente en el corazón de la humanidad. Eduardo Galeano, igual que Gabriel  García Márquez son de las personas que nunca mueren. Sus obras literarias estelares fueron  Las Venas Abiertas de América Latina y Memorias de Fuego, que fueron reproducidas en millones de volúmenes en más de 20 idiomas.

Su último libro fue Mujeres, pero también escribió Los Hijos de los Días, El Libro de los Abrazos, Patas Arriba-Escuela del mundo al revés, Espejos, entre más de cuarenta.

Recibió muchas medallas, méritos y tantos honores  por su riqueza literaria que media docena de universidades del mundo le concedieron el Doctorado Honoris Causa.

Su verdadero nombre era Eduardo Germán María Hughes Galeano y había nacido el 3 de septiembre de 1940 en la hermosa ciudad de Montevideo, Uruguay. Siempre fue un enamorado de las clases despojadas y abandonadas: indígenas, campesinas, obreras, mujeres explotadas, niñez.

Fue un intenso y profuso defensor de la vida, de la naturaleza y del ambiente, por eso en una entrevista que le hiciera la inigualable Radio Progreso en los días posteriores al golpe de Estado de 2009, mientras la periodista que lo entrevistaba sobre todo lo malo que le había pasado a Honduras con esta terrible afrenta, se adelantó a señalar con su voz dulce, paternal y parsimoniosa que “Honduras es un país de magia”, por todo lo maravilloso de su pueblo pero más en referencia a que este país es el único del mundo donde “llueven peces”, fenómeno natural que se observa en algunas comunidades de Yoro donde una especie de peces que supuestamente viven en corrientes de aguas subterráneas, salen de su remanso en grandes cantidades hacia la superficie del suelo, principalmente en la llamada “lluvia de peces de Yoro”.

Pero la sui géneris observación del literato Galeano fue acertada, Honduras es un país de magia, de alegría, de abundante naturaleza, de personas honradas y trabajadoras. Los 365 días del año puede extraerse comida de sus fértiles tierras, frondosas montañas y abundantes y cristalinos ríos. Climas inigualables. La magia ictiológica y la belleza de sus mares en el Caribe y el Golfo de Fonseca son envidiables. La magia de las comunidades garífunas con sus alegres bailes, comidas y encantos. La magia de la sabiduría ancestral alimentaria y medicinal de las culturas maya, chortí, lenca, tolupán, tawahka y misquita. Los encantos soñadores de las montañas y cascadas; su exuberante vegetación y biodiversidad. La majestuosidad de las bellas islas en el Atlántico y Pacífico. Los enigmáticos templos de las avanzadas y milenarias culturas mayas y otras razas autóctonas. Su laboriosa, sencilla,  generosa y digna gente que son las mayorías.

Lo que hace falta es que los hondureños y hondureñas nos apropiemos de estas maravillas y las recuperemos de los buitres imperiales, del signo que sean, y las pongamos al servicio de toda la nacionalidad. Que se las arrebatemos a los oligarcas nacionales y corporaciones extranjeras que se han apropiado de manera deshonesta de todo lo patrio, con la complicidad de los políticos de turno, para que toda la magia se revierta hacia el bienestar del pueblo.

Gracias maestro Eduardo por tus letras, pensamientos y tu entrega por la causa latinoamericana y mundial. Te extrañaremos. Que la Madre Tierra te reciba con los brazos abiertos.

Día de Nuestra Abya Yala hasta ahora sometida por hordas imperiales.

* Ingeniero agrónomo hondureño


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