lunes, 20 de abril de 2015

Comunidad Maya Chortí se organiza en busca de autogestión, inclusión y preservación de su cultura



Las comunidades indígenas Maya Chortí, compartiendo la realidad del resto de pueblos originarios en Honduras, han sufrido del despojo y la violencia que ha generado un sistema económico y político que no respeta su cosmovisión y que los ha despojado de su territorio y hasta de su cultura.

La exclusión, la pobreza y la ladinización siguen siendo amenazas para estos pueblos. Sin embargo en comunidades como Cabañas, Copán; la organización y la lucha diaria por la subsistencia se ha convertido en un ejemplo a seguir en todo el país.

Esta semana el embajador de la Unión Europea, Ketil Karlsen, visitó junto a una delegación de Dan Church Aid, las comunidades de Cabañas, Santa Rita y Copán Ruinas para conocer el trabajo que se realiza en estas zonas marginadas del país. 

"Honduras es solo conocida por la criminalidad, por la violencia, pero hay otra Honduras gestándose en el interior, yo quisiera que estas experiencias se repliquen en todo el país", expresó Karlsen, después de conocer proyectos de economía solidaria y auditoría y participación ciudadana de estas comunidades organizadas. 

Edgardo Chévez, coordinador general del Organismo cristiano de desarrollo integral de Honduras (OCDIH), que trabaja en 5 sectores incluyendo 19 municipios en la zona noroccidental del país y el corredor norte de Copán, explica que en esta zona, la mayor parte de la sociedad ignora que las comunidades Maya Chortí viven en condiciones críticas.

"Hace 20 años cuando llegamos aquí, vivían casi en una época feudal, las familias vivían alrededor de las grandes haciendas, no eran dueños ni de sus propias decisiones. Actualmente la cuestión ha mejorado sustancialmente, no por la voluntad del Estado ni de los ciudadanos de Copán Ruinas, sino por una lucha que ha pasado por un proceso organizativo de la comunidad Maya Chortí. Hubo derrame de sangre, persecución, encarcelamiento a partir de todos los procesos de conquista de los territorios que las comunidades indígenas tienen", explicó Chévez.

El OCDIH ha apoyado a las comunidades Maya Chortí con aportes de la Unión Europea y DCA, y se ha logrado que trabajen en cooperativas de ahorro y crédito para la producción de granos básicos, huertas familiares, microempresas de productos transformados y artesanías. También el proceso organizativo va más allá de lo económico, la iniciativa abarca la auditoría social y el trabajo en conjunto con los gobiernos locales en la implementación de un presupuesto participativo, en sistemas de alerta temprana que ayuden a mejorar las situaciones de vulnerabilidad que también enfrentan en el tema ambiental y la inclusión de su cultura e idioma en procesos educativos y de administración de los recursos.

"Hay bastantes cambios pero aun hay una brecha significativa en términos de exclusión, desigualdad y falta de oportunidades. La población económicamente activa se dedica a la actividad primaria, atendiendo sus propias unidades productivas. Culturalmente, las mujeres sufren una triple exclusión, que el Estado ha hecho, que sufren ellas de la sociedad y sus propias familias, y que se da en muchos casos por ser madres solteras", explicó Chévez.

Esto lo ratificaron varias mujeres que participan en las cajas rurales y cooperativas de producción. Las mujeres son las mayores aportantes en las cooperativas, las que más ahorros tienen, sin embargo son las que menos acceso a la tierra tienen. 

Muchas mujeres se dedican a las artesanías, trabajando la tusa, algo muy típico de esta zona. Para organizarse en cooperativas y convertirse en microempresarias, estas mujeres participaron en intercambios culturales con organizaciones indígenas de Guatemala. Ahora mujeres como María Santos López, quien se dedica a la confección de telares, llevan ingresos a sus numerosas familias y aportan a la comunidad. 

Doña María nos contó que cada día se levanta a las tres de la mañana para despachar a su esposo que trabaja en el campo y a sus hijos que van a la escuela. Después ella alista sus materiales y se va al local de la cooperativa, donde otras mujeres confeccionan telares, muñecas de tusa y flores de colores. 

Muchas personas conocen Copán por ser patrimonio de la humanidad gracias a los vestigios arqueológicos construidos por el imperio Maya. Podría decirse que esto lo ha hecho turístico, sin embargo de esta actividad económica no se ha beneficiado el pueblo originario Maya Chortí. En el centro arqueológico no les dan trabajo, y sin duda, no ha traído desarrollo a las comunidades que siguen sumidas en pobreza. 

Fortalecimiento institucional

Adán Ramos trabaja en la mesa de producción y ambiente que aglutina 4 municipios que conforman la mancomunidad (Mancorsari). Esta mesa nace de las debilidades que tenía el territorio, y la necesidad de trabajar unidos los municipios. Realizan reuniones permanentes en las que participan las juntas de agua, unidades ambientales de la municipalidad, entre otras organizaciones y unidades municipales. 

Ramos explicó que es importante trabajar en esta mesa para que las autoridades locales estén conscientes de la realidad que se vive en las comunidades y se inserten los proyectos necesarios para sacar adelante a la población. Además, al estar de cerca las comunidades organizadas, los fondos adeministrados por las municipalidades pueden ser auditados y avanzar a una verdadera participación ciudadana. 

Uno de los problemas que apuntó Chévez, de Ocdih, es la poca tolerancia a la cosmovisión del pueblo indígena y la imposición de sistemas económicos y culturales que no pertenecen a su forma de vida. Con la inclusión de estas mancomunidades en procesos municipales, se avanza a erradicar ese mal. 

"Como se democratizan los recursos públicos que son administrados por las municipalidades, también es una lucha, se cree que las comunidades originarias están así porque tienen que estar así y que los gobiernos municipales no tienen la responsabilidad de atender las demandas en términos de salud, educación, todas las determinantes sociales que no les permiten a las comunidades salir de su pobreza. Es una lucha que va desde los ámbitos comunitarios, al ámbito municipal, la institucionalidad pública y los diferentes sectores", culminó Chévez. 

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