domingo, 31 de enero de 2010
Esta es la oportunidad para rehacer Haití
Granma
Declaraciones del arquitecto Leslie Voltaire, asesor del presidente René Preval para el diseño urbanístico
Leticia Martínez Hernández y Juvenal Balán (Fotos)
El país está en fase de emergencia, pero este trance tenemos que verlo como una oportunidad para reconstruir el Estado haitiano, un buen momento para rehacer físicamente el país. Así lo consideró el arquitecto Leslie Voltaire, asesor del presidente René Preval para el diseño urbanístico.
Buena parte de los escombros puede reciclarse, consideró Voltaire.
Este hombre, ilusionado con un mejor futuro para su Patria, opina que debiera conectarse lo que ahora empieza a hacerse con las necesidades del país. Debemos invertir, por ejemplo, en planes de reforestación, sustituir el carbón de leña por gas, subvencionarlo en un primer momento, para que la gente aprenda a utilizarlo y no tale los árboles para cocinar. Tenemos, además, que redistribuir la población de la capital, hoy muy congestionada.
Necesitamos un país más verde, donde usemos energías renovables. Por otro lado, algunos científicos creen que el sismo provocó fallas de las cuales puede brotar gas o petróleo, ojalá se confirme para que el rediseño del país sea más rápido, precisó Voltaire.
"Nos corresponde enfrentar los huracanes, los terremotos y las inundaciones. Los arquitectos e ingenieros haitianos estamos pensando cómo reconstruir este país, que también tendrá en su contra los efectos del cambio climático".
Al referirse a las desastrosas secuelas del terremoto sobre las construcciones haitianas, el arquitecto destacó que se derrumbaron símbolos del Estado como el Palacio Nacional, el de Justicia, el edificio de la Policía, y todas las grandes escuelas, mercados e iglesias, entre ellas la catedral de Puerto Príncipe.
"La ciudad está ubicada sobre una falla geológica. Con este sismo suman tres los sufridos por Haití, uno en 1 771, otro en 1 842, y el del 12 de enero del 2 010 que, según investigaciones, debió ocurrir hace 50 años. Ante ese peligro debiéramos ser más conscientes a la hora de construir. Existen medidas que han de cumplirse, pero como la mayoría de este país es pobre, no puede acceder a la tecnología antisísmica, en extremo cara.
Hoy los haitianos construyen con bloques de concreto artesanales. El Estado no supervisa esas edificaciones. Solo un 5% de las construcciones las realizan manos profesionales, todo lo demás es hecho por personas sin conocimientos. Hasta casas de tres niveles se han levantado por maestros de obra que nunca pasaron una escuela, comenta Voltaire.
"Esta es una buena oportunidad para enseñar al pueblo cómo construir. Estábamos aprendiendo a edificar contra huracanes, pero nos olvidamos de que aquí abajo la tierra tiembla. Nosotros, los dominicanos, y hasta los cubanos, tenemos que seguir un mismo código que nos permita reducir las vulnerabilidades".
¿QUÉ PASARÁ CON TANTO ESCOMBRO?
Según Voltaire existe una estrategia para eliminar las inmensas montañas de escombros dejadas por el sismo. Explica que muchos de ellos pueden recuperarse. También consultan con autoridades medioambientales la posibilidad de ganar terrenos sobre el litoral, y hacer más parques y áreas para deportes, pues la juventud no tiene espacios para divertirse en esta ciudad tan densa.
Prevén hacer un inventario de todas las casas de Puerto Príncipe, para determinar cuáles están completamente dañadas, cuáles necesitan reforzarse y cuáles están en buen estado. "Señalaremos con una cruz roja las que serán demolidas, con una naranja las que se fortalecerán y con una verde las habitables", explicó Voltaire.
Es la oportunidad para construir mercados, centros comunitarios, y pensar, además, en la próxima estación ciclónica; debemos drenar toda la ciudad para que el agua llegue hasta el mar.
EN PLANES
El arquitecto Leslie Voltaire, asesor de René Preval para el diseño urbanístico, dijo a Granma que se estima que un millón 110 mil personas perdieron sus viviendas, y que el presidente haitiano pidió a la comunidad internacional ayuda para acopiar 200 000 tiendas de campaña donde albergar a los desplazados.
Explicó que el plan de ayuda está diseñado a varios niveles. El primero define el auxilio a aquellas personas que dieron abrigo en sus casas a familias necesitadas, en pocos días esa solidaridad puede agotarse y no queremos que más personas vayan a las calles. Luego, hay que apoyar a quienes acampan cerca de sus casas y temen regresar a ellas por miedo a las réplicas.
Se han contabilizado 600 campamentos espontáneos en las ciudades de Puerto Príncipe, Jacmel, Leoganne y Petite Goave. A las personas reunidas allí también tenemos que darles tiendas, comida y agua. El gobierno ocupó, además, dos terrenos para montar campamentos planificados, uno a 15 kilómetros al norte de la capital, y otro en Tabarre, a cinco del aeropuerto. Estos sitios tendrán escuelas, centros de salud, pozos de agua, servicios sanitarios, tiendas y un sistema de drenaje para que no se mojen las tiendas con las lluvias. Esos campamentos deben estar listos dentro de dos meses.
La brigada de Venezuela está montando otro campamento en Leoganne, sobre todo para los heridos, los niños y las mujeres embarazadas.
DAR LA MANO, PERO BIEN DADA
"La recuperación de Haití dependerá de los recursos financieros de que dispongamos. Ahora es el momento de la emoción, los gobiernos han visto cómo los pueblos han reaccionado frente al desastre de Haití. Debemos mantener en alerta a los pueblos del mundo para que sigan teniendo esa solidaridad".
Así opina este hombre, amante de su pueblo y de la ciencia que estudió, para quien la ayuda de Cuba ha sido fantástica, sobre todo en medio de esta desgracia, y sin tanta propaganda. "Son los héroes, de los que no se habla, pero son los verdaderos héroes, acompañados por estudiantes y médicos haitianos".
Para el asesor del Presidente Preval, los cubanos podrán ayudar mucho: "también necesitamos de la experiencia cubana en Arquitectura, Ingeniería Civil, Mecánica, Construcción, para que nos ayuden a rehacer este país, que también es suyo".
Declaraciones del arquitecto Leslie Voltaire, asesor del presidente René Preval para el diseño urbanístico
Leticia Martínez Hernández y Juvenal Balán (Fotos)
El país está en fase de emergencia, pero este trance tenemos que verlo como una oportunidad para reconstruir el Estado haitiano, un buen momento para rehacer físicamente el país. Así lo consideró el arquitecto Leslie Voltaire, asesor del presidente René Preval para el diseño urbanístico.
Buena parte de los escombros puede reciclarse, consideró Voltaire.
Este hombre, ilusionado con un mejor futuro para su Patria, opina que debiera conectarse lo que ahora empieza a hacerse con las necesidades del país. Debemos invertir, por ejemplo, en planes de reforestación, sustituir el carbón de leña por gas, subvencionarlo en un primer momento, para que la gente aprenda a utilizarlo y no tale los árboles para cocinar. Tenemos, además, que redistribuir la población de la capital, hoy muy congestionada.
Necesitamos un país más verde, donde usemos energías renovables. Por otro lado, algunos científicos creen que el sismo provocó fallas de las cuales puede brotar gas o petróleo, ojalá se confirme para que el rediseño del país sea más rápido, precisó Voltaire.
"Nos corresponde enfrentar los huracanes, los terremotos y las inundaciones. Los arquitectos e ingenieros haitianos estamos pensando cómo reconstruir este país, que también tendrá en su contra los efectos del cambio climático".
Al referirse a las desastrosas secuelas del terremoto sobre las construcciones haitianas, el arquitecto destacó que se derrumbaron símbolos del Estado como el Palacio Nacional, el de Justicia, el edificio de la Policía, y todas las grandes escuelas, mercados e iglesias, entre ellas la catedral de Puerto Príncipe.
"La ciudad está ubicada sobre una falla geológica. Con este sismo suman tres los sufridos por Haití, uno en 1 771, otro en 1 842, y el del 12 de enero del 2 010 que, según investigaciones, debió ocurrir hace 50 años. Ante ese peligro debiéramos ser más conscientes a la hora de construir. Existen medidas que han de cumplirse, pero como la mayoría de este país es pobre, no puede acceder a la tecnología antisísmica, en extremo cara.
Hoy los haitianos construyen con bloques de concreto artesanales. El Estado no supervisa esas edificaciones. Solo un 5% de las construcciones las realizan manos profesionales, todo lo demás es hecho por personas sin conocimientos. Hasta casas de tres niveles se han levantado por maestros de obra que nunca pasaron una escuela, comenta Voltaire.
"Esta es una buena oportunidad para enseñar al pueblo cómo construir. Estábamos aprendiendo a edificar contra huracanes, pero nos olvidamos de que aquí abajo la tierra tiembla. Nosotros, los dominicanos, y hasta los cubanos, tenemos que seguir un mismo código que nos permita reducir las vulnerabilidades".
¿QUÉ PASARÁ CON TANTO ESCOMBRO?
Según Voltaire existe una estrategia para eliminar las inmensas montañas de escombros dejadas por el sismo. Explica que muchos de ellos pueden recuperarse. También consultan con autoridades medioambientales la posibilidad de ganar terrenos sobre el litoral, y hacer más parques y áreas para deportes, pues la juventud no tiene espacios para divertirse en esta ciudad tan densa.
Prevén hacer un inventario de todas las casas de Puerto Príncipe, para determinar cuáles están completamente dañadas, cuáles necesitan reforzarse y cuáles están en buen estado. "Señalaremos con una cruz roja las que serán demolidas, con una naranja las que se fortalecerán y con una verde las habitables", explicó Voltaire.
Es la oportunidad para construir mercados, centros comunitarios, y pensar, además, en la próxima estación ciclónica; debemos drenar toda la ciudad para que el agua llegue hasta el mar.
EN PLANES
El arquitecto Leslie Voltaire, asesor de René Preval para el diseño urbanístico, dijo a Granma que se estima que un millón 110 mil personas perdieron sus viviendas, y que el presidente haitiano pidió a la comunidad internacional ayuda para acopiar 200 000 tiendas de campaña donde albergar a los desplazados.
Explicó que el plan de ayuda está diseñado a varios niveles. El primero define el auxilio a aquellas personas que dieron abrigo en sus casas a familias necesitadas, en pocos días esa solidaridad puede agotarse y no queremos que más personas vayan a las calles. Luego, hay que apoyar a quienes acampan cerca de sus casas y temen regresar a ellas por miedo a las réplicas.
Se han contabilizado 600 campamentos espontáneos en las ciudades de Puerto Príncipe, Jacmel, Leoganne y Petite Goave. A las personas reunidas allí también tenemos que darles tiendas, comida y agua. El gobierno ocupó, además, dos terrenos para montar campamentos planificados, uno a 15 kilómetros al norte de la capital, y otro en Tabarre, a cinco del aeropuerto. Estos sitios tendrán escuelas, centros de salud, pozos de agua, servicios sanitarios, tiendas y un sistema de drenaje para que no se mojen las tiendas con las lluvias. Esos campamentos deben estar listos dentro de dos meses.
La brigada de Venezuela está montando otro campamento en Leoganne, sobre todo para los heridos, los niños y las mujeres embarazadas.
DAR LA MANO, PERO BIEN DADA
"La recuperación de Haití dependerá de los recursos financieros de que dispongamos. Ahora es el momento de la emoción, los gobiernos han visto cómo los pueblos han reaccionado frente al desastre de Haití. Debemos mantener en alerta a los pueblos del mundo para que sigan teniendo esa solidaridad".
Así opina este hombre, amante de su pueblo y de la ciencia que estudió, para quien la ayuda de Cuba ha sido fantástica, sobre todo en medio de esta desgracia, y sin tanta propaganda. "Son los héroes, de los que no se habla, pero son los verdaderos héroes, acompañados por estudiantes y médicos haitianos".
Para el asesor del Presidente Preval, los cubanos podrán ayudar mucho: "también necesitamos de la experiencia cubana en Arquitectura, Ingeniería Civil, Mecánica, Construcción, para que nos ayuden a rehacer este país, que también es suyo".
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