viernes, 29 de enero de 2010

La factura del Golpe de Estado

Vos el Soberano

Por Sammy Castro-Emme

Si hacemos un corte transversal en el tiempo, el inicio de una nueva administración gubernamental ni soluciona, ni brinda esperanzas de solución a la crisis económico financiera que por años ha arrastrado al pueblo hondureño cuesta abajo.

Sin lugar a dudas en los últimos meses esta situación se ha agravado a parámetros inimaginables, a raíz del cruento Golpe de Estado asestado a la administración del Presidente José Manuel Zelaya Rosales, sin que existan a la fecha indicios de que se inculpe a los responsables de provocar este mayor marginamiento al pueblo y al país en general ante el concierto internacional.

El “sector pudiente hondureño”, que se creen los dueños de este país. Que usurparon el poder son los obstáculos a los que se enfrenta nuestro país, ya que bajo el argumento de que no existen evidencias físicas ni electrónicas de los gastos por un monto de 3,500 millones de lempiras, se los responsabilizan  fácilmente a los funcionarios del presidente Zelaya, sabiendo de antemano que a ellos ninguna “autoridad contralora” los requerirá pues son hechores y consentidores. Sectores radicales que se oponen a todo y que ahora quieren hacer su norma boicotear las acciones de cualquier gobierno cuyo objetivo sea beneficiar al pueblo.

Este mal precedente se volverá “DIOS” no lo permita, en el canal a seguir para impedir la toma de medidas gubernamentales que los opositores sea cual sea su filiación política, o rubro empresarial, consideren apropiadas para bandera de lucha de contrarios y repartirse las exiguas disponibilidades monetarias existentes en las arcas estatales.

Ante las acciones de esta pandilla hay que asumir madurez y una valentía que nos permita demostrar que estamos dispuestos a enfrentar a todo tipo de obstáculos para llevar a cabo esta lucha contra las oligarquías y sacar adelante nuestro país con el uso inteligente de sus recursos, incluso defendiendo puntos que son importantísimos aunque sean impopulares.

Sin reservas también hay que señalar claramente que nuestro estado lamentablemente es aún demasiado burocrático y falto de capacidad para poder llevar adelante importantes reformas, pues para estas no solo se necesita la voluntad del ejecutivo como lo demostró el Presidente Zelaya, sino de todo el estado.

Es momento entonces, de pasar a la acción. El pueblo que no es el tonto que ellos hacen creer a los incautos, y que con las últimas demostraciones las masas han expresado que serán los responsables de su destino, por tanto deberá poner en marcha todos los esfuerzos para seguir apostando por las reformas en muchos campos como la educación, salud y seguridad a la vez que fomenta el uso responsable e inteligente de nuestros recursos.

Porque no existen fórmulas sencillas y únicas para resolver nuestros complejos problemas sociales. Ninguna medida por si sola garantiza el crecimiento económico, la participación generalizada en el progreso y la disminución de la pobreza.

Necesitamos hacer mucho y... no es fácil. Pues para todo se necesita mucho trabajo y sacrificio.

Honduras debe estar comprometida únicamente con una política de cambios, pero realizada con eficacia, sin aventurerismo ni propuestas fracasadas; apuntado hacia un estado facilitador y promotor.

¿Son siete meses perdidos? No lo sé. Eso se lo dejamos a los historiadores. Pero, de seguro que éste tiempo despertó o generó la conciencia en el pueblo para serias transformaciones sociales y económicas que definirán la patria que viene.

No hay comentarios: