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Honduras en Lucha

Por Ricardo Salgado

El golpe de estado demostró la importancia que tienen los medios de comunicacion en los procesos politicos que se llevan a cabo en este siglo. Los hondureños nos mal acostumbramos a seguir la opinión de la clase dominante leyendo medios manipuladores y cobardes que solo sirven para esclavizarnos. Desde el 28 de Junio de 2009 esos medios siguen amenazando la verdad, y con ello los intereses del pueblo.


El desequilibrio informativo al que vivimos sometidos nos expone con tremenda facilidad a las falacias, fantasías, calumnias y embustes de gente inescrupulosa, vividora que se jacta de dominar la mente de los hondureños. Hoy el periodismo que predomina es aquel que se renta a quien mejor paga. Los dueños de medios levantan y tiran perfiles y reputaciones todos los días del año; y también sirven para hacer puentes donde no hay ríos y pozos donde no hay agua.

Esos medios que dan soporte a los pingües negocios de sus dueños y sus asociados. Basta que hagan una campaña contra un sujeto especifico, para que este o se doble o se vaya al caño. Tan poderosos que hicieron de gente decente pillos y de asesinos héroes. La verdad no importa; es la apariencia que se construye a través de estos medios la que impulsa las acciones incontrolables de aquellos que despilfarran lo que es nuestro.


Cada seudo periodista es un experto en todo; y si no construyen eruditos que divulgan estupideces o canalladas disfrazadas de verdades "pétreas". Son constitucionalistas, economistas, expertos en Wall Street, en agricultura y pesca; los todólogos que nos enseñan a pensar lo que ellos no piensan; los guiones de los dueños. Por eso para estos tipos la verdad no es lo relevante, y por eso gran parte de los hondureñosno conocemos esta verdad.

Son pocos los medios que se han abstraido de esta caracterización; todas iniciativas privadas con fines de lucro con algún nivel de compromiso con la patria, con la honestidad y la justicia. Estos medios viven de la publicidad que son capaces de vender, y muchas veces deben sucumbir al control del que paga la cena. Aun así, es plausible el esfuerzo que muchos hacen, y no los vamos a listar por ahora, aunque respetamos profundamente su papel en la lucha de los hondureños por una vida mejor.


El caso particular del Libertador es muy importante, pues no solo es el único medio impreso de cobertura nacional que ha hecho suya la causa del pueblo, sino que es el único dirigido por su propietario y su línea editorial es abierta, firme e incondicionalmente asociada con la verdad. Ningún otro medio escrito tiene esta características.

Sin embargo, el tiraje de este valiente medio es aún limitado, unos 20.000 ejemplares al mes; sus suscripciones unas 3.000, lo que indica que nosotros, los que estamos en resistencia, no leemos lo que se produce desde la resistencia. Mas bien parece claro, que la gran mayoría de nosotros no ha cambiado sus hábitos en cuanto a información se refiere, y los medios oligarcas mantienen sus tirajes al tope.


La lucha que se avisora en el horizonte cercano requerirá de multiplicar nuestra capacidad de divulgación, tanto impresa como en linea. En el ámbito impreso solo contamos con El Libertador, cuyo valor informativo y formativo para la lucha es invaluable, por lo que deberiamos llevar a cabo actos conscientes por nuestro propio interes. El Libertador necesita apoyo en muchas líneas, pues ha sido víctima constante de la agresión de la soldadesca canalla en varias ocasiones,en la que muchos equipos se han perdido.

Se necesita colaborar para restaurar y fortalecer la capacidad del periódico; se necesita subir el tiraje y que este llegue a todos los rincones del país; se necesitan multiplicar por 10 la cantidad de suscriptores; se requiere llevar a cabo campañas intensivas de fortalecimiento.

Nosotros somos más, muchos más, solo necesitamos demostrarlo asumiendo un compromiso con aquello que es nuestro. Seguramente, saltarán preguntas sobre muchas cosas, todas deberán ser contestadas por el grupo de El Libertador, lo que no debemos dejar que pase es que este llamado se quede en el silencio.

Aqui todas las ideas valen; las críticas cuentan porque esa es el alma de la resistencia: el debate. La ejecutoria es crítica; aquí es donde demostramos de qué estamos hechos.


Hasta la victoria siempre