domingo, 10 de enero de 2010

LOS RETOS DE LA RESISTENCIA NACIONAL EN EL 2010

Radio Progreso

Por Irma Becerra

La Resistencia es la unión de dos tendencias políticas: el liberalismo socialista y el socialismo morazánico revolucionario, por lo tanto, no es un movimiento que debe limitarse a objetivos estrechos y sectarios, por ejemplo, conformarse sólo con la salida de los golpistas. La Resistencia debe ir más allá, debe tomar en sus manos la lucha por la transformación radical de las estructuras económico-políticas caducas que existen en el país. Su fin debe ser saturar de justicia social a un sistema que les niega todos los derechos a las masas populares, sobre todo, a las más olvidadas del país.

Para poder ampliar lo anterior debemos analizar algunos fundamentos y principios de la Resistencia como movimiento popular. En primer lugar, es importante preguntarse ¿qué es la Resistencia filosóficamente hablando?

Podemos decir, que la Resistencia filosóficamente entendida es la capacidad individual y colectiva de ejercer dominio de la facultad de oposición a toda violentación de la dignidad humana. Es toda forma de autodefensa respecto a la dominación de la voluntad humana por formas de alienación antihumanistas que repriman su emancipación y su libertad. En este sentido, se trata del despertar del pueblo hondureño hacia las formas de manifestación de la democracia participativa como búsqueda de su necesidad de libertad respecto a la opresión económica de las oligarquías y el control mediático de la conciencia popular por los medios de comunicación al servicio de los grupos oligárquicos que controlan el país.

Para poder realizar las acciones de autodefensa de la dignidad humana y popular, así como de la justicia social, es preciso definir ¿qué es la resistencia políticamente hablando?

Sobre esto podemos señalar tres aspectos fundamentales que responden a esta pregunta:

Es un movimiento que consolida definitivamente la nueva conciencia que ha logrado el pueblo hondureño al combatir en forma pacífica pero enérgica a los golpistas del 28 de junio del 2009.
Es una lucha de reivindicación que transforma en una organización sólida y permanente al movimiento de Resistencia antigolpista, que, hoy por hoy, tiene una forma espontánea.
Es un movimiento que se plantea como objetivo político formular una teoría política que le dé norte a este movimiento, no sólo para los días presentes sino también para el futuro.

A partir de estos tres aspectos nos planteamos la pregunta acerca de la esencia histórica de la Resistencia como movimiento popular, es decir, ¿qué es la Resistencia históricamente hablando?

La respuesta a este interrogante nos hace establecer que la Resistencia obedece, no ya a una reacción a una situación internacional que partía de la confrontación entre las potencias mundiales como ocurrió con los movimientos políticos de los años ochentas, sino que la Resistencia surge y se fortalece, a partir de una reacción generalizada y espontánea ante la injusticia política que se da en el interior del país, como producto de la negación de los grupos oligárquicos a ceder al pueblo el derecho a la participación democrática. Es, pues, el resultado de una madurez política adquirida por la experiencia negativa del pueblo y sus líderes más conscientes con la oligarquía reinante.

Esto establece nuevos objetivos estratégicos a la lucha reivindicativa, entre ellos los siguientes:

Partir de la nueva conciencia político-social que ha adquirido el pueblo hondureño en el momento actual para proceder lo más pronto posible a la organización política de las bases de la Resistencia en un partido con estructuras propias, objetivos propios y estilo propio, en la búsqueda del poder político de la nación para transformar a ésta desde sus raíces hasta la cúspide.
Crear la formación política necesaria de los líderes para que se generalice una ética política y una concepción filosófica que fundamenten teóricamente la praxis social y la orienten hacia fines participativos y constituyentes.
Llenar masivamente el vacío cultural que están dejando las acciones antihumanas y brutales de los golpistas, al asesinar, torturar y maltratar al pueblo.
Generar nuevas formas de manifestación social que llenen la historia de Honduras de evolución masiva del pueblo hondureño y su conciencia política y moral.

Es por eso que la Resistencia se puede definir como una acción humana que busca trascender los humanismos tradicionales en la búsqueda de un nuevo Humanismo. Desde esta perspectiva, la Resistencia es una reacción ante estereotipos sociales que tienden a invalidar la dignidad humana en sus expresiones más nobles y creativas. La Resistencia, como reacción humanista creativa, busca consolidar las realizaciones más nobles del pueblo hondureño en su hacer concreto e histórico, y consiste en un movimiento de creación cultural que pretende fundamentar la política desde un sentido nuevo al generar la capacidad popular de ejercer respuestas alternativas diferentes ante la pasividad, la brutalidad, el negativismo y el fatalismo.

Ante esto cabe preguntarse ¿cuáles son los retos de la Resistencia para el año 2010 en tanto creación cultural de la política por un pueblo que ha despertado en todos sus ideales, sueños, proyectos y perspectivas?
Podemos responder con toda seguridad que son los siguientes:

Consolidar sus dos tendencias políticas: el liberalismo socialista y el socialismo morazánico revolucionario con la finalidad de alcanzar las metas constituyentes y la transformación del país.
Consolidar la cultura popular en un sentido relacional, es decir, entrelazando los conceptos y las ideas de tal modo que los mismos produzcan mensajes pedagógicos que alimenten y fortalezcan la confianza del pueblo en sí mismo, en sus propias fuerzas y energías creadoras.
Proteger y defender a las mejores personas porque la Resistencia implica una transformación moral de la política que reúne y concibe principios éticos de emancipación hacia el fortalecimiento de la fraternidad humana y la solidaridad en un sentido global.
Reeducar al pueblo en el ideal morazanista que potencializa a Honduras para que cumpla el papel de ser guía de la Humanidad en el campo del pensamiento crítico, auténticamente emancipador, estratégico, reunificador y constituyente, así como de sus valores y principios.
Crear la conciencia reunificadora y constituyente.

La Resistencia no es sólo un nuevo movimiento político o un movimiento político de nuevo tipo, sino un movimiento humanista que reclama el respeto integral por la dignidad humana y el término de la violencia, la injusticia, la opresión y la impunidad.

Ahora bien, ¿cómo se define el movimiento? ¿cómo se concibe este movimiento a sí mismo hacia el futuro y cómo se fortalece el movimiento? ¿Bajo qué principios?

Podemos decir, que el movimiento se define como la reagrupación de distintos sectores políticos en sus dos tendencias fundamentales con la finalidad de superar todo sectarismo, dispersión y oportunismo políticos.

El movimiento se concibe a sí mismo hacia el futuro como la reintegración de la izquierda hondureña en aras de la construcción de la democracia participativa en Honduras y de un modelo económico mixto que sea alternativa al neoliberalismo. En este sentido, se aboga por la negación rotunda al hecho de que nuestro país se convierta en punta de lanza para una escalada represora del resto de los países latinoamericanos por parte del imperialismo yanqui, es decir, las potencias del Norte.

El movimiento se alimenta y fortalece bajo los principios fundamentales de aglutinación creadora que dirigen la protesta callejera por métodos pacíficos pero firmes y enérgicos y que prepara paulatinamente la participación popular para las próximas elecciones del 2014. Además, el principio de integración a la cultura del debate, la discusión creadora y la deliberación como fuentes de pontenciación del pensamiento creativo y crítico que da la oportunidad de encontrar soluciones a los problemas y desarrollar la personalidad humana en todos sus aspectos y contenidos.

Finalmente, los principios y valores de reunificación democrática que sigue el movimiento de la Resistencia para la creación objetiva de la conciencia constituyente que así va surgiendo, tienen que ver con la exigencia del derecho participativo, el plebiscito y el referéndum, como mecanismos de acción popular de nuevo tipo que pueden desembocar en la Gran Huelga General si éstos no son concedidos al pueblo.

¡Viva la lucha popular! ¡Viva la Resistencia!

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