martes, 4 de abril de 2017

Juan Barahona: A voto limpio



Por Javier Suazo

Foto: Cubadebate

El conteo de votos de los candidatos a cargos de elección popular que participaron en las elecciones primarias del 12 de marzo de 2017, todavía no concluye. En los tres partidos políticos: Nacional, Liberal y LibRe, se han impugnado un número no despreciable de las actas, y exige un nuevo conteo de votos.

En el Partido Nacional, el candidato “opositor” al presidente Juan Orlando Hernández (JOH) que aspira a la relección ilegal corrió a felicitarlo, aun cuando las bases denunciaban un acuerdo entre ambos para montar una farsa electoral y mostrar un ejercicio democrático y transparencia del proceso que legitimara una candidatura cuestionada incluso por organismos internacionales.

En el Partido Liberal, además de las denuncias de fraude, ha sido evidente el esfuerzo del candidato electo, Luis Zelaya, por llegar a acuerdos con los demás aspirantes, en especial con Gabriela Núñez de Reyes; sabe que está contra reloj y debe resolver los problemas internos lo más pronto posible. Destacan la falta de conducción efectiva del Partido, la puesta en vigencia de su ideario político y la integración de las Comisiones de trabajo para conformar su propuesta de gobierno sobre la base de los grandes problemas que enfrenta la economía y sociedad hondureña, masificados con la ejecución de un modelo de corte neoliberal autoritario y excluyente.

Curiosamente, en el partido LibRe es donde ha habido más denuncias de fraude electoral. Se denunció que ciertos dirigentes del Movimiento 28 de Junio utilizaron prácticas de los partidos tradicionales para inflar las urnas y adulterar las actas a su favor, lo que provocó la indignación de los dirigentes y candidatos a diputados y alcaldes de los demás movimientos. Una denuncia es el desplazamiento ilegal de dirigentes políticos no afines a la cúpula del partido que están muy cerca del presidente Zelaya, por lo que exigen de nuevo el conteo de los votos.

En este marco, un caso de excepción es Juan Barahona, uno de los más votados dentro de Libre. En estas elecciones primarias ofreció una hoja limpia al electorado hondureño, donde destaca sus más de 35 años de lucha como dirigentes campesino y sindical. Le conocimos primero como promotor agrario del Instituto Nacional Agrario (INA), responsable de la recuperación de tierras para fines de reforma agraria y entrega a las familias campesinas; sembraba la bandera nacional en la tierra recuperada y organizaba el asentamiento campesino para proceder a su organización y acceder a los servicios brindados por el Estado, caso de la capacitación, asistencia técnica, alimentación y crédito.

Sus luchas y liderazgo le valieron que fuera presidente del Sindicato de Trabajadores del INA (SITRAINA), desde donde impulsó la contratación colectiva, defensa de la reforma agraria y la integración de las luchas populares. Posteriormente, se integró al movimiento obrero nacional, organizando conjuntamente la lucha en las calles en defensa de la organización sindical, la canasta de alimentos, el salario y los derechos humanos. Fue uno de los fundadores del Bloque Popular, una de las fuerzas populares más beligerantes en los años 2000, integrándose a la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), de la cual es presidente.

Fue golpeado, apresado y dado por muerto, en los tiempos duros de la represión sindical y defensores de derechos humanos. Durante el golpe de Estado a Manuel Zelaya Rosales (junio de 2009) lideró la Coordinadora Nacional de Resistencia y acompaño la lucha desde el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) del cual es Subcoordinador.

Su propuesta una vez electo diputado, es refundar la patria grande de Morazán con una nueva Constitución de la República, al estilo de la Venezuela de Hugo Chávez, Rafael Correa de Ecuador y Evo Morales en Bolivia.

No ha abandonado su ideología, aunque muchos de sus enemigos políticos lo quieren hacer parecer como un oportunista; es el caso de Cesar Ham, Ministro del INA durante el gobierno de Lobo Sosa (2010-2013), que lo denunció como tal aun cuando el contrato colectivo otorgaba una licencia con goce de sueldo a los dirigentes de la organización. Defiende el proyecto del socialismo democrático, como un proceso construido desde y para el pueblo con un amplio respaldo de las organizaciones comunitarias, campesinas, gremiales, grupos de interés como los maestros, patronatos, juntas de agua, mi pymes y academia. No se opone a la inversión externa, siempre y cuando no se use para hipotecar el país y destruir las bases de ahorro nacional. Está en contra de la privatización de la salud, agua, bosque y demás recursos naturales, así como de los servicios públicos como la energía eléctrica y seguridad social.

Se pronuncia en contra de las ciudades modelo, las APP sin control y el salario por hora, el que destruye los empleos de buena calidad y genera una mendicidad laboral y pérdida de autoestima de los trabajadores y empleados. Es afín a una política de apertura en las relaciones internacionales que posibilite al país fortalecer lazos de amistar y colaboración con bloques como el Mercosur, CELAC y los BRICS.

Exige en las calles el esclarecimiento del crimen de la dirigente ambientalista Bertha Cáceres, y más de una vez ha elevado su voz de protesta en contra de las industrias extractivas que destruye ríos, bosques y biodiversidad; también pueblos y culturas ancestrales.

En las recientes elecciones, todavía no existe un cuestionamiento a los votos válidos emitidos por el pueblo a favor de Juan Barahona, el segundo más votado de candidatos a diputados por Francisco Morazán en el Partido LibRe con unos 35,000 votos válidos. Estos votos son votos duros de personas que le conocen y que lo han acompañado en sus luchas campesinas y gremiales. 

Es así como el herrero que vino del Sur dice de nuevo presente en la lucha política


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