Audiovisuales | Radio Progreso - ERIC
Radio Progreso es imposible sin su pueblo, como sería imposible sin su voz. Nació al aire hace 58 años, y quedó en manos de la Compañía de Jesús hace 44. Nació un 15 de noviembre de 1956, pero al refundirse y refundarse entre sus frecuencias y sus alegrías con sus noticias y sus cantos, celebramos su aniversario a partir del 17 de diciembre de hace diez años.
Hemos sido y somos una sola voz con tres lemas en una única historia de fe y justicia: la gente mayor, aquella de los años setenta y de las escuelas radiofónicas, nos sigue recordando como “la voz de los sin voz”; la generación que ya va pintando canas y acumulando abdomen, que resistió a la doctrina de la seguridad nacional, nos sigue siempre bajo el lema “la voz de un pueblo en marcha”; y las nuevas generaciones de este siglo veintiuno, con el rap y la bachata, con sus redes sociales y su oposición a militares y corruptos, a golpes de Estado y a quienes explotan nuestros bienes naturales, hacen clic en “me gusta” como “la voz que está con vos”.
Tres generaciones, una historia, una sola voz y una fe inquebrantable en su pueblo y en el Dios que nace y crece entre el pueblo y la comunidad en movimiento. El corazón nuestro se agranda ante tanta gratitud que crece y se amontona. En dos golpes de Estado, los militares callaron nuestra voz, en marzo de 1979 y en junio de 2009. En los dos cierres los abogados y políticos legalizaron el silencio, y en los dos cierres la voz del pueblo organizado fue el micrófono vivo. Son dos cicatrices como ofrenda por la paz y la justicia, y nos deja un testimonial legado: podrán callar la voz de una radio pero nunca podrán callar la voz de un pueblo en marcha y en lucha por su libertad.
Hoy somos una radio en el Valle de Sula, en el occidente, en el litoral atlántico, en la zona del Aguán y en la capital de la República. Muchos son los desafíos, y hoy hacemos nuestro lo que ya nos dijeron los amigos en la capital y en nuestros rumbos: podremos y debemos hacer muchos cambios, pero nunca hemos de dejar de ser Radio Progreso, la voz pegada a la voz de la gente, la voz que escucha a la gente, la voz que interpreta la voz y sentir de la gente.
En cualquiera de las circunstancias, y desde nuestra autonomía e independencia de cualquier poder establecido, hemos de seguir siendo desde nuestra fe en Dios y en la esperanza de los pobres, una voz que acompaña a la gente en sus luchas y sus triunfos, en sus angustias y alegrías, porque desde siempre y para siempre hemos de seguir siendo Radio Progreso, la voz de los sin voz, la voz de un pueblo en marcha, tu radio amiga, tu radio compañera, la voz que está con vos.
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