viernes, 12 de octubre de 2012
Francisco Morazán y la Unidad de Centroamérica
Por Pablo Portillo de Jesús*
Francisco Morazán Quezada nació en Tegucigalpa el 3 de octubre de 1792, sus padres fueron Eusebio Morazán Alemán y Guadalupe Quezada Borjas, sus primeros un conocimientos los adquirió en la Escuela de Tegucigalpa y luego continuó superándose como autodidacta, gracias a su excelente memoria y a su extraordinaria disciplina.
Desde temprana edad mostró interés por adquirir diversos cocimientos, especialmente por su interés en la lectura y por su comunicación con personas ilustradas de la provincia; a temprana edad y por algún tiempo permaneció en Texiguat, donde estuvo bajo el cuidado del sacerdote de ideas progresistas, Francisco Antonio Márquez.
De regreso a Tegucigalpa, en compañía de su padre, encontró trabajo en el despacho del señor León Vásquez y en la biblioteca del Licenciado Dionisio de Herrera tuvo la oportunidad de aumentar sus conocimientos, allí leyó libros de autores importantes, entre otros, John Locke, Montesquieu, Juan Jacobo Rousseau, Alexis de Tocville, etc.
El 30 de diciembre 1825 Morazán se casó con María Josefa Lastirí Lozano, nacida el 20 de octubre de 1792, con quien tuvieron una única hija, Adela Morazán Lastirí. María Josefa fue una mujer admirable que hizo causa común con los trabajos políticos de su esposo y compartió sus ideales de independencia y unidad de Centroamérica.
La unión centroamericana, integrada por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica a raíz de la independencia de 1823 fue precedida por Manuel José Arce, quien asumió ilegalmente el cargo de Presidente de las Provincias Unidas de Centroamérica (1825-1829), pues quien salió electo fue José del Valle.
Manuel José Arce se enemistó con Dionisio de Herrera, Jede Estado de Honduras, pues “desaprobaba sus desafueros legales, esa administración se había iniciado con un evidente fraude contra José Cecilio del Valle, primo de don Dionisio y por allí deben haberse alimentado algunos odios”. (Julio Escoto).
El 4 de abril de 1827el ex Vice Jefe hondureño, José Justo Milla, atendiendo órdenes de Manuel José Arce, invadió Honduras desde Guatemala, sitió y prendió fuego a gran parte de Comayagua, “de 18.000. 00 habitantes solo quedó con 8,000.00” y depuso a Dionisio de Herrera y, después de hacerlo prisionero lo obligó a caminar a pie hasta Guatemala.
Morazán fue hecho prisionero en Ojojona donde permaneció durante 22 días y de allí se escapó, viajó a San Miguel, El Salvador, y luego a León, Nicaragua, donde consiguió recursos para regresar a liberar a su patria; enfrentó al traidor Justo Milla en la Trinidad el 11 de noviembre de 1827, obteniendo un triunfo definitivo, “dando a conocer por primera el brillo de su espada” (Lorenzo Montufar).
Desde esa histórica batalla, Morazán ejerció influencia política en el escenario de Centroamérica. Después se trasladó a Comayagua, capital de Honduras, y, a partir del 26 de noviembre de 1827 asumió el cargo de Jefe del Estado de Honduras constitucionalmente, sustituyendo a Dionisio de Herrera, cargo que ejerció hasta el 30 de junio de 1830.
Morazán se solidarizó con varios países de Centroamérica y, a principios de julio, dejó el gobierno en manos del vice Jefe Diego Vijil, y salió en apoyo de los salvadoreños quienes necesitaban defenderse de la embestida reaccionaria de Manuel José Arcey derrotó a los enemigos de la unidad centroamericana en Gualcho, Departamento de Usulután, el 6 de julio de 1828.
Posteriormente se dirigió a Guatemala a enfrentar a los enemigos de la unidad Centroamérica, el 12 de abril de 1829 el Jefe de Estado de Guatemala Mariano Aycinena capituló, y el día siguiente la Plaza Central fue ocupada inmediatamente por las fuerzas de Francisco Morazán, y procedió a restablecer el orden constitucional.
Francisco Morazán recibió la noticia en Comayagua de que había sido electo en Guatemala para ejercer la Presidencia de Centroamérica, así como el llamamiento del Gobierno Federal y la invitación de sus amigos para que se presentare a la mayor brevedad a rescatar la unidad de Centroamérica.
El acto de traspaso de poder se hizo efectivo el 16 de febrero de 1830, en esa fecha el Presidente del Congreso, entre otras palabras, expresó: “La noble espada del guerrero patriota batió el fanatismo y la tiranía, conservó las instituciones… y segó los planes odiosos de la reacción”.
Francisco Morazán, al tomar posesión de su cargo expresó “El pueblo soberano me manda colocarme en el más peligroso de sus destinos…Ofrezco sostener la Constitución Federal que he defendido como soldado y como ciudadano”. “La alianza de los pueblos americanos, aunque se ha frustrado hasta ahora, no está lejos el momento de ser puesta en práctica esta combinación admirable”. (Ángel Zúñiga Huete)
El 16 de septiembre 1834 concluyó el período presidencial Francisco Morazán; el 2 de marzo de 1834 José Cecilio del Valle, quien había resultado nuevo Presidente de Centro América, falleció de muerte natural; en esa fecha el Congreso Federal hizo la nueva convocatoria a elecciones presidenciales y el 2 de febrero de 1835 declaró electo a Francisco Morazán para un segundo período.
Guatemala, como asiento del clero, fue el centro principal desde donde se impulsaba la desintegración de Centroamérica, esta institución era la quinta columna de la intriga que atentaba permanentemente contra la paz en nuestra región, acosada por todos los fuerzas reaccionarias enemigas de la unidad de la patria centroamericana.
*Profesor de Educación Superior, Tegucigalpa, Honduras
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