Por Hugo Noé Pino
La semana pasada circularon noticias sobre una supuesta propuesta que había recibido para aceptar la candidatura a la presidencia por parte de Unificación Democrática (UD). Al respecto, quisiera manifestar que dicho ofrecimiento no se ha dado, y que de darse, mi respuesta sería que no puedo aceptarla, porque estoy apoyando la candidatura de Xiomara Castro a la presidencia y al partido Libre, el cual intenta cambiar la historia de Honduras.
Por más de veinte años he luchado dentro del Partido Liberal por realizar los cambios que Honduras necesita para tener un país justo, democrático y próspero. En los momentos que los presidentes liberales me honraron con posiciones altas de la administración pública lo hice poniendo lo mejor de mis capacidades, con mucha responsabilidad y honradez. Es cierto que recibí honores del Partido Liberal, pero también luché mucho para que ganara las elecciones, enfrentando con ideas y propuestas a los adversarios tradicionales, promoviendo el liberalismo social. Lo hice varias veces desde la llanura, mientras otros se escondían temerosos por las posibilidades de perder.
Sin embargo, el sector más conservador del partido decidió cometer uno de los errores más graves en la historia reciente del país, como lo es promover y apoyar un golpe de Estado. Ninguna acción del gobierno de Manuel Zelaya justificaba llamar a los militares para dirimir un conflicto político que se pudo haber resuelto de otra forma. La represión durante y después del golpe que continúa en la actualidad, la destrucción de la débil institucionalidad existente, el bloqueo mediático, el daño a la economía son algunas de las herencias dañinas que se derivan del lo sucedido en el 2009. Se afectó profundamente los dos principios básicos de toda democracia como son la legalidad y la tolerancia.
Los conservadores del Partido Liberal no se diferencian de los conservadores del Partido Nacional, en el fondo son un solo partido y juntos han venido controlando el Congreso Nacional, repartiéndose prebendas a fin de beneficiar a sectores económicos poderosos nacionales y extranjeros. Ahora, hasta piensan vender en pedazos el territorio nacional con las “ciudades modelos”. No podemos seguir apoyando situaciones de esta naturaleza. A los correligionarios honestos que todavía creen en que es posible cambiar el rumbo del Partido Liberal les deseo la mejor de la suerte, aunque considero que no tendrán éxitos en sus esfuerzos.
Por eso, y al igual que miles de liberales, he decido apoyar a Xiomara Castro y Libre en el próximo proceso electoral, para luchar por una Honduras justa, verdaderamente democrática, y poder alcanzar una sociedad en donde se respeten los derechos humanos. Derechos tales como el de tener un trabajo digno, una educación de calidad, servicios de salud amplios y eficientes, y en donde el respeto a la dignidad humana en todas sus dimensiones sea el objetivo principal del Estado.
Xiomara Castro se ganó su posición de candidata de consenso, no por ser esposa de Manuel Zelaya como muchos repiten, sino por su lucha en defensa del Estado de derecho. Su valor, su lectura correcta del momento histórico que vivía el país la hacen merecedora de nuestra confianza y nuestro apoyo en esta lucha difícil, pero no imposible. El pueblo hondureño se ha dado cuenta quiénes son los sectores que quieren mantener una sociedad llena de privilegios, de exoneraciones fiscales, de evasión de impuestos, de fomentar la corrupción en el seno del Estado, y en general, de tener una democracia de fachada.
Pero en este esfuerzo tenemos que ser muy cuidadosos en no repetir los errores del tradicionalismo político en Honduras. Hay amplios sectores de la población que buscan los mismos objetivos, entre ellos, empresarios honestos que cumplen con sus responsabilidades ciudadanas, profesionales que quieren dar su aporte técnico, jóvenes que miran comprometido su futuro y quieren aportar a un verdadero cambio. En fin, entre más amplio y abiertos sean los esfuerzos políticos, mejores perspectivas tendrá Libre.
El proceso electoral del próximo año será muy complejo, pero desde ya la sociedad en general y la comunidad internacional deben de dar todo su apoyo para que las elecciones sean verdaderamente libres y democráticas. Cualquier intento en contrario sólo añadirá peso a la crisis económica, a la violencia del crimen organizado, a los efectos negativos del cambio climático. Es tiempo que continuemos en los esfuerzos de construir una nación verdadera, y Libre puede aportar mucho en esta dirección bajo el liderazgo de Xiomara Castro.
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