lunes, 15 de octubre de 2012

Golpe, conservadurismo político y anhelo de cambio frente a las elecciones



Por Rodolfo Pastor Fasquelle 

El golpe del 28-6-09 sigue siendo el referente definitorio de la actual política en Honduras, mucho más sensitiva de lo que imaginan sus actores tradicionales, y aun de lo que sospechan los nuevos actores, que proponen un cambio de rumbo. A 2012, un 75% de la población manifiesta que la democracia hondureña está en crisis, 57 % de todas formas descree de ella y considera que el país está estancado. [1] Una proporción semejante desconfía de las instituciones y la gente esta dispuesta a ensayar el cambio. Solo 15% se identifica como liberal y 29% como nacionalista y un 35% sigue aferrado a la tradición y rechaza cualquier cambio.
A mi también me gustaría que ocurriera ese viraje radical y que navegáramos en pos del grial de la justicia, la libertad y la refundación del país sobre fundamentos sociales sólidos. Sin embargo la mayoría de mis compatriotas son más conservadores que yo. (Aunque tenga a mi izquierda también un segmento proporcional amplio del espectro que dice ser más revolucionario.) Más allá de posiciones partidarias o ideológicas, allende de sus inclinaciones electorales inmediatas y de sus anhelos más profundos, la mayoría de los hondureños quizás NO quiera tanto cambio como yo. La mayoría quisiera ver un cambio, pero que No trastorne aun más su vida precaria o su chica comodidad. Y de algún modo todos los grupos con opción de poder apelan a ese anhelo, Un nuevo país, dice Yani, pero Miguel también dice eso y dice que es suyo. Juan O. apela al cambio, me gustaría, dice igual…Es lo que anhelamos todos, unos más que otros, más sinceramente que otros, un país más nuevo (distinto) de lo que quieren otros. Evidentemente sus asesores políticos aconsejan a estos líderes que capitalicen ese anhelo, que apelen a él. La escogencia es una cuestión de credibilidad.
Otros lideres son más primitivos y apelan a símbolos atávicos la bandera llevada por una doña chimuela y por garífunas (pobres) y por un grupo de bañistas que jinetean una moto de agua! El símbolo del ancestro, el pajarito! La pajita que no convence.
Aunque hoy rechacen al bipartidismo los hondureños at large son conservadores, me lo decían los profesores de una renombrada universidad extranjera. Y ese conservadurismo persiste a pesar del proceso de polarización socio política derivada del golpe, constatado en las encuestas serias. Según CESPAD el porcentaje de ciudadanos (progresistas) que, como yo, nos ubicamos en el centro izquierda se ha reducido, poco, desde un duro 2.3%, lo que me hace sentir solitario en todos lados. El ala es más amplia.
La adscripción a la izquierda sin embargo No supone una genuina vocación para el cambio, ni menos ser revolucionario. Lo acabamos de ver. Hay una izquierda reaccionaria, que defiende cánones decimonónicos, indispuesta al cambio creativo, peor si es experimental, igual que la derecha. Se juntan a menudo ambos extremos y argumentan a partir de dogmas y formalismos análogos, fundamentalistas y se regodean en su heroicidad.
Abundan en mi propio partido y me disgusta más el método y el tipo de argumento que su fondo o conclusión. ¿Acaso es un prejuicio intelectualizante de mi parte pensar que el dogmatismo y esa falta de rigor en el debate será un obstáculo serio para el desarrollo del país nuevo? ¿Existe entonces un anhelo popular de cambio? CESPAD piensa que sí, aunque LibRe no consigue aún una mayoría de simpatías que le garantice el poder y todavía 14% de los hondureños se oponen a que una mujer presida la nación! Xiomara es la candidata que tiene mas simpatizantes entre todos y por mucho, el doble de su más cercano e improbable contendor.
Está claro que también hay una oferta que apela a la tradición con una base política reacia al cambio. (Es que el elitismo casi no tiene consciencia de si mismo. Hace bien M. Gamero en decirle a Pepe que mi respaldo para las ciudades modelos –he dicho que me voy corriendo ahí en el momento en que haya una, aunque sea de cónsul, ojala de gobernador-- es un síntoma de mi condición de elite). (¨Sea serio hombre¨ me reclama la R. Y yo pregunto. ¿Acaso nos podemos tomar en serio el argumento de que vamos a perder dignidad? ¿Cuál? O el de los leguleyos que son grandes revolucionarios pero defienden a la rotísima constitución y sus pétreos? ¿Con las doce mil vírgenes y santos defensores de la soberanía?) Lo que puedo es decirle, amigo lector, lo que pienso que va a suceder en función de la nueva configuración política. Mi pronóstico. En desequilibrio, los partidos tradicionales quizás no puedan refrendar su pacto, que es condición de sobrevivencia.
Los partidos pequeños podrían desaparecer si no se adaptan a la circunstancia. Por hoy no aparecen ante la opinión pública salvo por actuaciones particulares que no alcanzan a ser razón de ser. Los nacionalistas aún están ahí muy desmejorados, los pobres.
No seria muy eficaz acusar a sus líderes de entonces (la cultura política local lo condona) de haber sido mas oportunistas que responsables en la ocasión. Pero los cachurecos no se sintieron identificados con el golpe de 2009 y su disgusto pudiera suponer una dificultad para que los extremistas como Álvarez o Anduray sean candidatos exitosos. Su liderazgo más serio del PN ha conseguido encubrir su pasado golpista, distanciarse de su propio colaboracionismo y culpar a los demás de eso que no fue cosa, ni crisis, porque hubo acción y reacción y resultados y consecuencias, de que fueron responsables quienes dieron el golpe y no sus víctimas, mi querido Juan. (Ya no sea cínico.) Por eso pienso que la contienda de Noviembre se resolverá a favor de mi sobrino Miguel o de Juan Orlando. ¿Quién duda de ellos?
En apariencia el Partido Liberal aun esta vivo. Ha tenido suerte de conservar a hombres y mujeres valientes que lo defiendan, a quienes también quiero reconocer meritos y credenciales. Muchos de los que están ahí también son mis parientes y socios y mis amigos, y más amigos que la mayoría de los que están de este lado, en Mi Partido. Pero solo es una apariencia esa vida prolongada, ese destello posterior a la implosión. Yani lleva las de ganar las internas porque es el único posible unificador, pero ganar las generales será una misión imposible para cualquier liberal. Profundamente ignorantes, los capos colaboracionistas del golpe lo dividieron de forma irreversible al avalar una traición. Y no lo van a recomponer a tiempo de evitar una nueva derrota, a la que desde ya le apuestan, puesto que se hacen la ilusión de resucitarlo mas tarde bajo su control. Aquí no hay nada que conservar. Yo aspiro a dejarles a mis hijos un par de caballerías de tierra y dos ideas esenciales sobre la convivencia. Lo demás se lo lleva el viento. Y quedamos nosotros
No se requiere mucho de mis servicios por parte de la Coordinación y los cuadros de LibRe no se han interesado en reclutarme, ¿acaso contamino con este realismo profundo que resumo? pero Yo voy a apoyar al movimiento de nuestro Partido que me aconsejen los expertos y a Xiomara. Estimo que ganará!
Con pena coincido con Luis Santos. Cuando ganemos con LibRe No va a cambiar todo, no se van a resolver todos los problemas ni va a desparecer la corrupción ipso facto. Solo significarán nuestros triunfos y gobiernos… que podemos empezar el gran trabajo de construir una Honduras Justa. Responsable con su gente. Digna frente al exterior. Regida por el principio del bien común, del interés general y por el compromiso de salvaguardar todos nuestros derechos (ningún privilegio) y todas las libertades que no supongan un atropello para nadie más. Tienen razón de enojarse conmigo mis amigos de izquierda. Yo no creo que se pueda votar la Utopia, solo aspiro a reformas pactadas, profundas, en función de las cuales se pueda firmar la paz social en una nueva Constitución. Para recomenzar la construcción práctica.
[1] La de CESPAD lo es, aunque a ratos tengan sesgos sus interpretaciones, y muy útil y de gran calidad. Financiado por cooperantes y en especial OXFAM, el organismo es dirigido por técnicos de calidad. Resumo en este artículo los datos de su Informe de Junio sobre encuestas levantadas en Enero de este año, hace 9 meses.