Por Israel Serrano*
Otro asesinato… de la profesora Ilse Ivania Velásquez Rodríguez
A las 12:37 se escuchan los llantos y se respira el dolor ante el anuncio de la muerte de la profesora de 59 años de edad, (hermana del desaparecido Manfredo Velásquez) asesinada por la policía hondureña a inmediaciones del Boulevard Miraflores.
Imaginar a Cristo, a Erasmo de Róterdam, Da Vinci o Juan Luis Vives, siempre nos dará una frescura, una paz y una tranquilidad, contrario a lo que hoy vivimos en Honduras. Las carencias humanas y el desconocimiento del cristianismo y del humanismo hacen de Don Porfirio Lobo Sosa un gobierno de barbarie, demostrando el imperio de la fuerza y la bestialidad contra el pueblo y contra el magisterio.
¿Será que asesinando a docentes se practica el humanismo cristiano, se valora lo humano por sobre todo y así se sigue los pasos de Cristo? ¿Mantenerse como un roble y mentir, es practicar las virtudes del humanismo? ¿Celebrar la violencia y la muerte es un acto que dignifica lo humano? ¿“Cumplir la ley” equivale a levantar perfiles, perseguir, realizar encerronas y asesinar maestros?
Nadie que dice ser cristiano podría “justificar la violencia” y en este gobierno es incontable e inmedible la violencia, la injusticia y por lo tanto la impunidad. No hay respeto a los derechos humanos en este régimen, tampoco se respetan las conquistas sociales y laborales de los hondureños. Por ejemplo el burdo ajuste al salario mínimo, y la congelación del estatuto del docente.
El magisterio protesta por la actitud y los abusos del “humanismo cristiano” en todos los ámbitos. Los docentes hondureños somos los únicos dueños del INPREMA, donde hemos cotizado el 7% de cada uno de nuestros salarios, y el gobierno con su soberbia intromisión, ingresa a la propiedad privada, es decir propiedad de los maestros, exclusivamente… a la policía y los militares les daría rabia ver a los maestros tomarse su IPM, por lo tanto ellos y el gobierno deberían respetar los bienes ajenos. Es por eso que esta huelga es incontenible, pues ahí están nuestras jubilaciones, el futuro de nuestras familias.
El ministro de educación por su parte (da vergüenza que haya sido maestro), demuestra intolerancia e incapacidad. Él ve la educación como su feudo del cual hay que sacar provecho. No tiene idea, ni propuestas para llevar acabo un proyecto educativo donde tome en cuenta a la gente más capacitada. Víctima de su formación, aplaude su ignorancia con recargos y reparos a docentes, evade las cosas sustanciales por trivialidades.
Los políticos como don Ventura se atreven a pronunciar de lo que más carecen, de educación y la circunscriben a cosas vanas, a doscientos días de clase, como si fuera los doscientos mágicos. No don Alejandro la tarea de la educación es más que un simple discurso en el congreso o levantar listados de los docentes o las cristianas amenazas de destituirnos. Él no sabe que la educación es integral.
Los “señores” de la educación le han dado un giro a lo superficial, importa la pintura del edificio, el certamen de belleza, el examen si será aplicado la fecha según calendario, pero no se trabaja con un enfoque que garantice la independencia del educando donde la educación sea liberadora, con un currículo no plagiado, con bibliotecas, bibliotecarias (os), realizando círculos lectores y encuentros de lectores en cada centro educativo, ferias científicas, ferias de libros, y desde la secretaría de educación promover la lectura como hábito y carácter de vida.
En manos de los más retrogradas está la educación, para ellos los libros son ornamentos domésticos y el arte es “bonito”, no tienen idea que los seres humanos alimentamos el cuerpo, el alma y el espíritu. Y estos últimos se nutren del arte, de la filosofía y de la ciencia, pero en sus cabezas sólo existe la educación como propuesta económica y no para humanizar. La educación en Honduras está en el último lugar de las necesidades humanas, por la visión que tienen la mayoría de los políticos y el ministro de educación. Este año no se otorgó ni siquiera una plaza.
Otro abuso del “humanismo” es la municipalización de la educación sin contar con las partes, si la mayoría de los alcaldes hondureños son analfabetas, algunos ni siquiera saben firmar y otros analfabetas por desuso y ahora es que administrarán con hidalguía la educación. No cabe duda que de la descentralización en la educación saldrán hondureños científicos, y otros con competencias extraordinarias. Pronto estaremos construyendo transbordadores que nos llevarán a otros planetas y descubriremos la vacuna contra el VIH.
Ese maravilloso proyecto de forma, es parte de la privatización del sistema educativo y son algunos de los logros de este gobierno de “reconciliación y unidad”. Seguramente los regidores llegarán a supervisarnos y nos pedirán el plan de clase, el enfoque metodológico y material didáctico y uno que otro diputado conferencista invitado a los centros educativos para exponer sobre las nuevas tendencias de la educación en América Latina.
¡Aplausos para el Humanismo Cristiano!
* Docente y escritor
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