jueves, 30 de abril de 2020
Población que se encuentra en retenes de bioseguridad son agredidos por agentes del estado
Por Riccy Ponce
En los últimos días se ha registrado una serie de ataques por parte de la Policía Militar y Nacional en sectores donde la población mantiene retenes de bioseguridad para evitar la propagación del virus, que hace más de 40 días mantiene en zozobra a la población hondureña.
Tras registrarse los primeros casos en Honduras de esta pandemia, que aqueja a todo el mundo, distintos sectores del país se unieron en sus comunidades, pueblos y ciudades para colocar retenes de bioseguridad para mayor control de las personas y para vigilar que todos tomen las medidas de salud y así evitar la propagación del Covid-19.
Esto ha provocado un descontento entre los elementos represores del Estado, que a sus anchas andan destruyendo cercos de bioseguridad instalados por la población, amenazando, difamando y agrediendo a personas que están intentando cuidar a sus comunidades de la pandemia, tal como es el caso de dos jóvenes en Santa Bárbara.
Según conoció el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), el viernes 24 de abril entre 7:30 y 8:00 de la mañana, llegó un grupo de policías preventivos de Peña Blanca al mando del Agente Espinal, a un retén ubicado en el Barrio el Zapote, en El Mochito, Santa Bárbara, donde los pobladores han instalado desde que se inició la emergencia por el Covid-19 un retén con apoyo de todas las personas de la comunidad, como una medida preventiva ante la amenaza latente de la pandemia.
Según informaron al COFADEH, los policías llegaron al retén y uno de ellos se dirigió al joven Oscar Machado, quien al ver que llegó la policía se puso a grabar y a transmitir en vivo en Facebook cuando llegó la patrulla, e inmediatamente lo agarró a patadas en el brazo y en el codo con la intención de votarle el teléfono, pero como no lo logró le pegó una manotada en la cara para que lo soltara, al ver que no tuvo éxito, lo arrinconó en la patrulla para que así lo soltara.
En eso llegó otro policía e inmediatamente le roció gas pimienta en la cara para que él se rindiera y votara el teléfono. Ante la reacción por el químico lanzado a su cara, el teléfono cayó al piso y lo recogió otro compañero de nombre Eduardo Vásquez, a quien un agente cobra lo pateó en el hombro para que no recogiera el aparato celular. Además lanzaron dos bombas lacrimógenas para dispersar la gente que estaba en el retén según informaron defensores de la zona a procuradoras del COFADEH.
También informaron que luego de los hechos los subieron a la patrulla y los llevaron detenidos a la Posta Policial de Las Vegas, Santa Bárbara y les decomisaron tres bombas para rociar vehículos, una cadena, los conos y un botellón que habían instalado para recolectar dinero voluntariamente para ayudar a una señora que estaba enferma.
Una vez en la Posta, un policía de apellido López lo agredió verbalmente diciéndole: Deja de andar bramando como marica, revisá el teléfono de esa basura, si anda videos se la va a ganar este hijo de tantas y lo sentenció diciéndole: Ya vas a ver.
Asimismo, otro policía de apellido Avilés, lo sentenció: “Te quiero volver a ver en la calle y ya verás lo que te va a pasar”, dijo al COFADEH una de las víctimas agredidas por elementos policiales.
También informaron que producto de los gases que les lanzaron en la cara sentía que se asfixiaba, no podía abrir los ojos y aún en esas condiciones le pegaron una patada en la espalda. Como producto de estos golpes le duele el pecho y siente que no puede respirar, tiene aruñones en la espalda y los brazos.
Se conoció que una vez liberados fueron llevados a un centro de salud y debido al dolor y daños causado por los golpes, les brindaron los primeros auxilios y les dieron algunos medicamentos para el dolor y a Oscar lo refieren a ortopedia, por posibles daños en la muñeca de su mano derecha. Los jóvenes permanecieron detenidos desde las 8:00 a las 11:00 de la mañana.
Pero esto no solo es en un sector del departamento de Santa Bárbara, también se ha registrado en Lempira y en la Zona Sur, específicamente en la Península de Zacate Grande, donde un poblador que permanecía en un retén de bioseguridad fue agredido por un policía que no quiso pasar por las medidas de seguridad para entrar a la comunidad.
Así mismo en otros sectores del país se están registrando graves violaciones a los derechos humanos a la población que se manifiesta exigiendo alimentos, tras permanecer alrededor de 40 días en cuarentena y no tener como mantener sus familias.
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