A través de un comunicado dirigido al gobierno, las Cámaras de Comercio a nivel nacional y la Asociación de Industriales, Andi, demandan la aprobación de un paquete de medidas económicas que vendría detener la crisis de hambre y desempleo instalada por la emergencia Covid-19.
El documento fue sustentando a través de un foro virtual presidido por el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés Pedro Barquero, el represente de los empresarios de Tegucigalpa José Luis Rivera, el presidente de la Federación de Cámaras Menoti Maradiaga, Fernando García de la ANDI y Fuad Handal representante de los industriales.
Los empresarios expresaron preocupación por la emergencia sanitaria que atraviesa el país, sobre todo porque no se están practicando las pruebas médicas necesarias para precisar cuántos casos de Covid-19 hay. “Es necesario tomar decisiones que permitan ir reactivando paulatinamente la economía con la certeza de no exponer la salud de nuestros colaboradores”, apunta el comunicado.
“Esta pandemia es un tsunami que nos afecta a todos”, dijo Pedro Barquero enfatizando que, han tocado fondo y hecho maniobras para pagar los salarios de la gente y las tarifas de los servicios públicos como la energía eléctrica, “pero estamos conscientes que algunas empresas no van a sobrevivir y cerrarán definitivamente, especialmente la pequeña y mediana empresa”, dijo el presidente de los empresarios del departamento de Cortés.
Análisis empresarial en el marco de la pandemia de coronavirus.
Dentro las medidas económicas que demandan aprobar para minimizar la pérdida de empleos y aumento de la pobreza están:
1) Prorroga en pago de servicios públicos e impuestos.
2) Incentivo de crédito fiscal para quienes continúen pagando salarios durante el periodo de emergencia.
3) Sugieren al Banco Central de Honduras, BCH, la reducción del encaje bancario en monea local al 6 por ciento y en moneda extranjera al 8 por ciento, y una disminución en la Tasa de Política Monetaria que sea consistente con inflación proyectada.
4) Acceso a líneas de crédito.
5) Reformulación del Presupuesto General de la República tanto en egresos e ingresos para reorientar recursos al sector salud.
6) Veeduría social, transparencia y rendición de las compras y contrataciones durante la emergencia.
“Los gremios no estamos presionando al gobierno para abrir algún sector. Volveremos a trabajar cuando haya condiciones”, apuntó Fuad Handal representante de los industriales. En su participación dijo que se debe implementar un modelo económico que permita a la gente tener seguridad sanitaria y dinero para calmar el hambre, pero, sobre todo que impida que las empresas establecidas en el país desaparezcan por la negligencia del gobierno.
Desde que inició la emergencia por montones brotan las denuncias de la gente ante la falta de salario en algunas empresas. En el peor de los casos, las denuncias son por despidos sin derechos laborales. Son pocas las empresas que están garantizando el sueldo a sus empleados y empleadas.
Una de estas empresas es la franquicia de comida hondureña “Power Chicken”, propiedad de Roberto Contreras, quien al inicio de la emergencia aseguró mantener el salario de su gente e invitó a otros colegas hacer lo mismo. Sin embargo, esta semana anunció que comenzará con el recorte de personal porque el cobro de servicios públicos lo están asfixiando, a pesar de mantener su negocio cerrado.
Contreras en repetidas ocasiones ha denunciado altos cobros en la factura de energía eléctrica y ha realizado acciones de protesta en San Pedro Sula, al norte de Honduras. En un mensaje emotivo se dirigió a sus empleados y empleadas pidiendo disculpas por el recorte de personal.
Durante el foro los empresarios respondieron las interrogantes de sus colegas e hicieron un llamado urgente al gobierno para dialogar con el objetivo de aprobar las medias económicas, y así evitar un mayor descalabro socioeconómico.
A pesar que existe un manual de protocolo de seguridad para abrir el sector económico del país, Barquero terminó enfatizando que la prioridad es la salud del pueblo, y que reactivar la economía no debe ser responsabilidad exclusiva del gobierno y los empresarios, sino de los expertos en salud.
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