sábado, 18 de abril de 2020

COFADEH lamenta la pérdida del estado laico en Honduras



Por Marc Allas 

La manipulación de la fe, como instrumento de miedo, de temor, en medio de la crisis causada por el coronavirus en Honduras, tiene el propósito de inmovilizar; de aceptar una situación de carencia y de necesidad y constituye un daño más para la psique del pueblo.

“En nombre de Dios, se le niega al pueblo el derecho a la alimentación, el derecho a la salud. En nombre de Dios se le oculta la información al pueblo”, dijo la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, en comunicación con www.defensoresenlinea.com

El artículo 77 de la Constitución de la República reza: “Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones y cultos sin preeminencia alguna, siempre que no contravengan las leyes y el orden público”.

Es decir la carta magna garantiza la libertad de culto y de religión, y éstas no son impositivas ni obligatorias.

Y la propia Constitución señala que Honduras es un estado laico, es decir que los términos “Estado laico y Estado secular” se utilizan para denominar al Estado  que funciona de manera independiente de cualquier organización o confesión religiosa o de toda religión y en el cual las autoridades políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada y en el cual las creencias religiosas no influyen sobre la política nacional.

En un sentido estricto, la condición de Estado laico supone la nula injerencia de cualquier organización o confesión religiosa en el gobierno- territorio, ya sea el poder legislativo, el ejecutivo o el judicial.

En un sentido laxo (que carece de rigidez o tensión) , un Estado laico es aquel que es neutral en materia de religión, por lo que no ejerce apoyo ni oposición explícita o implícita a ninguna organización o confesión religiosa.

Sin embargo en medio de la crisis sanitaria causada por la pandemia del coronavirus o covid19, el régimen de Juan Orlando Hernández ha destinado fondos para que se levanten helicópteros de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), y transporten a líderes religiosos que anunciaron campañas de oración sobre Honduras.

En la página web: www.presidencia.gob.hn, (portal del régimen), se publicó una nota periodística en la que se informa que “las imágenes del Santísimo Sacramento y la Virgen de Suyapa sobrevolaron el 29 de marzo, Tegucigalpa y otras ciudades en un helicóptero de la Fuerza Hondureña (FAH) para bendecir a la población que está confinada en sus casas ante la pandemia del COVID-19”.

El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa, y el padre Carlo Magno Núñez, párroco y rector de la basílica de Suyapa, acompañaron en el helicóptero las imágenes del Santísimo Sacramento y de la Patrona de Honduras, cuyo sobrevuelo es una iniciativa de la iglesia católica para llevar un mensaje de esperanza y fe a los hondureños.

Entre tanto una delegación de la Confraternidad Evangélica de Honduras (que aglutina a gran parte de las iglesias evangélicas del país),  sobrevoló en helicóptero el territorio nacional el 12 de abril. La misión: “orar desde los aires de la nación, proclamando día de resurrección para Honduras”.

Para levantar un helicóptero en Honduras, el costo operacional es de aproximadamente, cuatro mil dólares la hora (unos 98 mil lempiras).

Recién el domingo 12 de abril, se divulgó en las redes sociales un video, en donde un oficial de policía de alto rango (un comisionado de 3 soles) llama a la población para que se una; en una jornada de oración los días 13, 14 y 15 de abril.

La jornada convoca para que a la 7:30 am de los días en mención,  la ciudadanía doble rodillas junto a los miembros de la policía, para pedir a Dios, el favor y la protección.

Lo cuestionable del pedido del comisionado, es que, por un lado llama al pueblo a orar, y por otro, en medio de los toques de queda decretados, sus subalternos policías, han gaseado a la población que demanda agua y alimentos, han disparado perdigones, han torturado y hasta disparado “bala viva” en contra de la ciudadanía. ¿No es esto una contradicción?.

¿No es contradictorio, que los médicos, enfermeras, personal de higiene y aseo y epidemiólogos, ente otros,  y  que se encuentran en la primera línea de combate frente al coronavirus, no cuenten con el equipamiento especial del que ha dotado Juan Orlando Hernández a los militares, policías, y personal del Sistema Nacional de Riesgos (SINAGER) y del Comité Permanente de Contingencias (COPECO)?

Pero volviendo a la preeminencia del sector religioso en el actual régimen, Bertha Oliva señaló que Honduras ha dejado de ser un estado laico, que existe un irrespeto por el poder civil y que se destina combustible para levantar helicópteros en lugar de comprar equipo de bioseguridad para el sistema sanitario.

Oliva indicó que el régimen está imponiendo una sola línea de fe religiosa con miedo, y todo esto en medio de la crisis que mantiene al pueblo confinado en sus casas. Se utiliza la fe como un arma de miedo, que está dañando la psique del pueblo.

“Es un arma sutil, pero peligrosísima, porque aprovecha momentos de crisis que vive Honduras, que es un país mayormente creyente”, advirtió la reconocida defensora de los derechos humanos.

La Coordinadora General del COFADEH señaló que en estos momentos la gente debe tener un espacio de sanidad interior, de sanidad emocional, pero esto que se hace; lo afecta enormemente, en especial cuando la principal preocupación de las personas se centra en tener acceso a la comida y a la salud.

Finalmente Bertha Oliva sostuvo que el régimen manipula la fe para atemorizar. La idea es atemorizar, para inmovilizar al pueblo, dijo.

La estrategia es que en el nombre de Dios, el pueblo acepte el estado actual de cosas, que el pueblo acepte las carencias y la necesidad que existen, pero que son obligaciones del estado suplir, pero que en el nombre de Dios, se le oculte información al pueblo, que desconoce las estadísticas exactas del impacto del coronavirus.

No hay comentarios: