viernes, 17 de abril de 2020

Descifrando el presupuesto para el Covid-19



Por Cristian Najer

La rápida expansión de la enfermedad Covid-19, causado por el virus popularmente conocido como el nuevo coronavirus, tomó por sorpresa a la mayoría de países del mundo. Honduras, al ver que la enfermedad comenzaba a ganar terreno en Latinoamérica, emprendió la aprobación de ciertas medidas orientadas frenar la pandemia y paliar sus efectos a nivel nacional. 

Desde el 18 de febrero, con la aprobación de 100 millones de Lempiras en el Congreso Nacional y hasta el 30 de marzo, con un crédito de 3 mil 575 millones de Lempiras de parte del Fondo Monetario Internacional, el gobierno hondureño logró asignar más de 14 mil 955 millones de Lempiras(equivalente a casi 600 millones de dólares estadounidenses) que debería utilizar para mitigar el crecimiento exponencial de casos positivos de Coronavirus. 

Además de este monto global, el Consejo de Ministros aprobó el decreto ejecutivo PCM-020-2020  en el cual se autoriza el recorte del 2% del presupuesto de las instituciones públicas del sector no financiero y aun no se ha explicado públicamente si estos fondos irán para las medidas contra el Covid-19 o para otras cosas. (Ver PCM-020-2020, pag.6, art. 1)


Pero desde organismos no gubernamentales y la propia población, redes sociales y medios de comunicación tradicionales se cuestiona cuánto es el total, a quiénes se ha asignado y si el dinero irá a ser destinado a atender las necesidades del sistema de salud, los profesionales de salud y grandes sectores populares necesitados.
Divulgación de información
Desde sociedad civil surgen ideas y alternativas que el gobierno podría implementar para hacer más efectiva la rendición de cuentas y demostrar que la intención en esta emergencia sanitaria es el uso transparente de recursos. 

“La divulgación de la información siempre va a ser un mecanismo que va a reducir los riesgos de corrupción, pero también se pueden implementar protocolos de actuación en casos de emergencia y que estos involucren el tema de ética en las personas que administran los recursos. Desde la ASJ hemos compartido con los funcionarios estos manuales y protocolos de actuación” ,dice Carlos Hernández, Director Ejecutivo de ASJ.

Algunas voces desde la ciudadanía también sugieren que quienes integran el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (SINAGER) tomen a bien designar a un equipo que se encargue de brindar información detallada de todos los gastos y dineros disponibles para la pandemia.

Es un buen avance tener portales destinados a publicar los presupuestos y el gasto de SINAGER, pero aún falta claridad sobre los montos asignados a las instituciones, los proveedores y los resultados de estos. De la misma manera, se requiere mayor detalle en la ejecución y los gastos que incurren las municipalidades, los documentos de soporte que demuestran la legalidad del gasto y la rendición de cuentas a las comunidades. Asimismo, se requiere tener más transparencia sobre el manejo de las donaciones recibidas de la empresa privada y la comunidad internacional en el marco de la crisis humanitaria.

Desde Revistazo.com se inicia un esfuerzo de periodismo de datos para monitorear las fuentes oficiales (decretos, portales de transparencia, comunicados de prensa) y construir una plataforma de información que permita a la población conocer el uso de los fondos publicados durante la emergencia del Covid-19. 

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