viernes, 24 de abril de 2020
"El coronavirus mata, pero el hambre aniquila poco a poco"
Con una niña en brazos y tres pequeños tomados de su descolorida falda, Helin Sánchez, ofrece pedazos de papayas en bolsa a los pocos conductores que circulan por la carretera CA-13, que conecta El Progreso, Yoro, con el atlántico hondureño. Esta hondureña de 32 años de edad burla el toque de queda para generar algo de dinero que le permita mantener a sus 4 hijas.
“No tengo comida en casa. Conseguí una papaya, decidí venderla para ganarme unos cuantos lempiras y así comprar frijoles y arroz. En este tiempo las personas que vivimos del día a día ya no estamos pensando en la peligrosidad del coronavirus, sino cómo hacer para comer. Estamos conscientes que esta enfermedad mata, pero el hambre también nos está aniquilando poco a poco. Imagínese que para calmar el hambre de mis hijas estoy haciendo sopas de mentiras (agua, pastaste, achote y papa), con ese le mentimos al estómago”, dijo entre lágrimas.
Mientras conversábamos a unos 100 metros, las habitantes de las colonias Alemania y Rubí en sus tres etapas, desarrollaban una protesta exigiendo al gobierno municipal y central cumpla con su promesa de entregar los sacos solidarios a las familias más pobres. “Tenemos hambre”, “queremos alimentos”, gritaban centenares de personas mientras desarrollaban la toma de cartera.
“Las más de 500 familias que habitamos en estas colonias hemos vivido de lo que hacemos al día, ósea coyol partido coyol comido. Sin embargo, si antes de las restricciones impuestas para contener la epidemia ganábamos unos lempiras para apenas medio comer, desde hace varias semanas los fogones y estufas permanecen apagadas porque no hay nada que cocinar”, indicó Raquel López, presidenta del patronato de la colonia Alemania.
Además, manifestó “nosotras entendemos el lema “quédate en casa” y lo hemos cumplido desde la lógica de detener el contagio del coronavirus, pero el confinamiento no ha resuelto el problema fundamental que es la falta de dinero para comprar nuestros alimentos. A pesar de las diversas manifestaciones que hemos realizado no hemos recibido respuestas, por el contrario, el viernes 17 de abril en la segunda manifestación lo único que recibimos fue represión acompañada de agresiones verbales y gases lacrimógenos por antimotines del escuadrón Tigres.
Después del desalojo las familias procedieron hacer una parodia: improvisaron un fogón en plena calle y en una olla pusieron hervir agua y comenzaron a echar los casquillos de 30 bombas lacrimógenas que les habían lanzado una hora antes. Una señora tomaba los cartuchos de una bolsa y cuando depositaba a la olla decía: “aquí va el tomate, el pollo, los guineos, las papas, etc. Esto es los que nos dio el alcalde y el presidente Juan Orlando, coman, chupen los huesitos”.
Protestas en demanda de alimentos
Un informe preliminar del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), detalla que al menos 83 protestas ciudadanas en demanda de alimentos se han registrado en Honduras en las últimas semanas. Las protestas han sido dispersadas vía desalojos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado que han hecho uso de la fuerza excesiva, con bombas lacrimógenas y hasta disparos de bala.
Las acciones de protestas se reportaron entre el 23 de marzo y el 12 de abril, en 12 de los 18 departamentos, pero con mayor intensidad en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés. En la semana del 13 al 20 de abril se han registrado 6 protestas en El Progreso y 2 en El Negrito, Yoro, con lo que sumarían a 91 acciones de protesta hasta la fecha.
Lo que está pasando con la emergencia del Covid-19 en Honduras, es solo una pequeña muestra de los sufridos rostros del 65% de personas que vive en pobreza y del 40% en pobreza extrema. El gobierno comenzó a repartir comida desde hace tres semanas, como parte de las medidas para ayudar a este segmento poblacional. Sin embargo, los alimentos no están llegando a estos sectores porque hay politización en la entrega de los denominados sacos solidarios y en otras ocasiones son insuficientes para atender la gran demanda, dice C-Libre en su informe.
Comercio informal el más afectado
Datos oficiales indican que, de la fuerza laboral de Honduras, el 70 por ciento está activa en el sector informal y eso hace que la crisis provocada por el Covid-19 afecte más a este gran segmento poblacional. Si bien la mayoría de estas familias ya estaban al borde del colapso financiero mucho antes de que el gobierno decretara “estado sitio”, después de cinco semanas sin ingresos, miles no tienen para comer.
Confinados en casa difícilmente podrán conseguir dinero para sobrevivir. Y si el estado de sitio se prolonga durante mucho más tiempo, la situación se agudizará. Y es que las personas que se ganan la vida vendiendo productos en las calles viven del día a día. La venta ambulante da apenas para comer. Para esta población la campaña “quédate en casa” tiene lógica desde el punto de vista de detener el contagio del coronavirus, pero no resuelve su problema fundamental la falta de alimentos.
Pobladores y pobladoras de la colonia Alemania en El Progreso, Yoro.
¿Dónde están los millones para la emergencia?
A diferencia del resto de los gobiernos centroamericanos, Juan Orlando Hernández dispone de un presupuesto que supera los 82 mil millones de lempiras ($3,400 millones) para atender la emergencia del Covid-19. Todo esto entre los fondos aprobados del presupuesto nacional, donaciones y autorización de nuevos préstamos.
Con estos fondos se supone se están dotando de todos los insumos a los hospitales del país y la creación de hospitales móviles, contratación de más personal médico y de enfermería, apoyo para la mediana y pequeña empresa. Entrega de alimentos a las personas más pobres, entre otras prioridades. Sin embargo, el Colegio Médico Hondureño, denuncia que los hospitales no hay equipo médico y que no cuentan con los insumos de bioseguridad. Por otro lado, la miles de familias en los 4 puntos cardinales del país reclaman alimentos y aseguran que a sus casas no han llegado los denominados sacos solidarios. ¿Dónde están los fondos de emergencia?
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