lunes, 13 de abril de 2020

El Coronavirus afecta más a los pobres


Por Sandra Rodríguez

Vendedores ambulatorios durante el "toque de queda" por Coronavirus,
en un barrio pobre de Tegucigalpa

Esta es la cuarta semana de toque de queda impuesto como medida para evitar la propagación del Coronavirus o COVID-19, sin que pase un día de protestas y exigencias populares, especialmente por falta de alimentos.

El 16 de marzo, cuando se aplicó el Decreto Presidencial PCM 021-2020, se suspendieron las garantías constitucionales que impedían la libre movilización, cierre bancas, comercios y sucesivamente  otras acciones que mostraron las desigualdades sociales y económicas. En el Informe: Crisis de derechos humanos durante la pandemia Covid-19, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), registra 20,000 suspensiones de trabajadores, acrecentando las inestabilidad familiar.

En los días siguientes, con otros PCM se iba permitiendo la circulación social específicamente a centros financieros, supermercados y farmacias. Los precios de algunos productos de la canasta básica se han elevado  y el material de bioseguridad como gel anti bacterial y mascarillas no está al alcance de toda la población.

El distanciamiento social ha llegado incluso a la indiferencia personal- El acaparamiento de parte de algunas personas que tienen el dinero y los medios hasta para comprar productos innecesarios, dejan a los pobres sin obtener lo básico para sobrevivir.

No es extraño ver largas filas en supermercados y agencias bancarias, así como vehículos llenos de comida, sobre todo en las grandes urbanizaciones, que también donde se registran más víctimas   de Coronavirus, a nivel mundial.

El líder social Sergio Rivera, considera que el Coronavirus es una enfermedad que afecta más a la gente pobre en toda Latinoamérica, la gente que tiene dinero ha llenado sus alacenas de comida, sin importarles que los demás coman, esta gente acaparó el gel de manos y las mascarillas.

En las grandes cadenas de supermercados no es extraño ver a esposas de funcionarios públicos y niños con mascarillas N95 (recomendadas para evitar el virus) que ni siquiera se las dan al personal de salud que está en la primera línea atendiendo los casos de COVID-19, y deben asumir personalmente los riesgos ante un contagio.

Vehículo cargado en un supermercado capitalino, al anunciarse el toque de queda.
La pobreza es más letal que el mismo Coronavirus, se evidencia en todos los compatriotas que, cuando van a la pulpería a comprar una bolsita de frijoles y tres huevos les dicen que “no hay”, porque alguien con dinero estacionó su vehículo y compró 20 cartones de huevos, y dejó a la población sin comer.

Hay personas que no tienen dinero, y compran diario lo que pueden, o es el sector que sus ingresos son diarios, no cuentan con un salario ni remuneración periódica, y así nos damos cuenta que este tipo de epidemias, además de desfavorecer en el aspecto sanitario a toda la población, los pobres la padecen más porque están encerrados en sus casas con la incertidumbre de la comida del día siguiente.

Estadísticas de pobrezas acorde a la realidad  

Aunque el régimen de Juan Orlando Hernández insista en métodos apoyados por bancos multilaterales que la pobreza se ha reducido a un 48.3 % de los 9.2 millones de habitantes, y que el 22.9 por ciento subsiste en extrema pobreza; Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la pobreza en Honduras es aproximadamente de un 62 por ciento, y la pobreza extrema es de 38 por ciento.

Los últimos indicadores del INE, coinciden con las cifras del estudio “Programa Bono Vida Mejor: Una Valoración sobre sus alcances, desde la perspectiva de los derechos de las mujeres” divulgado en el 2018, por varias organizaciones sociales, el cual revela que la pobreza pasó de 62.8 % en el año 2014 a 64.3% en el 2017, pese a la inversión de más de 4,200 millones de lempiras en el programa gubernamental “Bono Vida Mejor”

Las  cifras  de  pobreza  son  un  insumo  determinante  para  muchas  decisiones  en  un  país,  por  ejemplo, decisiones  de  políticas  públicas  y  programas  gubernamentales,  además  de  decisiones  económicas  por parte de diversos actores, detalló el INE a inicios del 2020.

Tres semanas sin ingresos económicos

Las suspensiones a las garantías constitucionales han impactado más en las personas que viven de ingresos diarios, por tener un pequeño negocio o prestar servicios con su fuerza de trabajo, y esa es otra forma de exterminarlos, es un padecimiento más cruel que la pandemia.

Desde el 17 de marzo cuando entró en vigencia el PCM 021-2020, inicialmente para las ciudades de Choluteca (sur), Distrito Central (centro) y La Ceiba (norte) donde se reportaron los primeros casos de Coronavirus, fue abrupto el paro de labores, los despidos o suspensiones temporales, las calles estaban vacías, las personas fueron confinadas a sus hogares, desconociendo su realidad.

Mientras que, los grandes empresarios se han beneficiado con la especulación de precios abusando del libre mercado en medio de una emergencia nacional, al parecer hay complicidad para seguir sacando dinero, detalló el catedrático universitario, Sergio Rivera.

El régimen ha obtenido más de 11 mil millones de lempiras, supuestamente para acciones encaminadas a enfrentar la crisis del Coronavirus, pero, agregó Rivera, los mismos que se han robado los fondos del Estado, saqueado el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), son los mismos que van administrar ese dinero, y no podemos tener esperanza de abastecimiento de equipo médico o construcción de centros hospitalarios.

Acrecienta la desconfianza cuando aparecen en medios de comunicación personas lavándose las manos, cuando las tienen manchadas de sangre, muerte, dolor y luto de miles de familiares de víctimas de la intolerancia, de gente como un asesino que está queriéndonos dar una imagen diferente de lo asesino que él ha sido, aportó Rivera.

sergio riveraReiteró que si bien, no son los pobres los que abarrotan los supermercados, si son los que reciben el mayor impacto. Hay que aprovechar el tiempo con los niños y niñas para adoptar una nueva forma de vida, duplicar las medidas de seguridad, no sabemos hasta cuándo va estar ese virus entre nosotros, así que en hogar hay que emprender esa labor.

El problema en Honduras es ser pobre, porque hasta eso hay diferencias, el agua llega de vez en cuando, y para contrarrestar el COVID – 19 es necesario tener suficiente agua sobre todo para lavarse las manos.

En Honduras, el acceso al agua es afectado por las empresas mineras, hidroeléctricas o de la construcción. Las concesiones se han adueñado del vital líquido que es primordial entre las medidas de higiene en esta pandemia.

Mientras la empresa privada junto al ilegal gobierno anuncia la creación de mesas de trabajo para restablecer la economía, no se escuchan comentarios sobre la Semana Santa, las vacaciones o visitas a los pueblos, pesa más la incertidumbre sobre qué comerán mañana y qué sucederá después.

El COVID -19 ha paralizado el mundo, hoy suma un millón 434 mil 426 casos confirmados desde finales de diciembre cuando el epicentro era China. Han fallecido 82,220 personas sin distingo de edad, sexo, profesión, nacionalidad o creencia espiritual. Y 301 mil 768 se han recuperado.

En Honduras desde el 11 de marzo hasta el 7 de abril se confirmaron 312 casos positivos, 22 decesos y 6 recuperaciones. La zona norte es la más afectada, pero el Coronavirus está activo en 11 departamentos del país, y en cada comunidad las medidas restrictivas y cierres de calles son más herméticas, incluso se impide el paso al transporte de alimento que causa desabastecimiento en los pequeños comercios, y suma la politización de las provisiones que deben entregar las alcaldías.

El Coronavirus amplió la brecha de la pobreza y los pudientes, y trae a la memoria los versos del poeta hondureño Roberto Sosa:

“Los Pobres”

Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.

Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.

Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.

Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.

Pero desconociendo sus tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.

Por eso
es imposible olvidarlos.

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