sábado, 27 de enero de 2018

Salvador Nasralla y la banda presidencial en 2018



Por Javier Suazo

“Un puño pega más que cinco dedos”

V. Lenin

Un problema que enfrenta los llamados políticos hondureños de nuevo cuño, es que aprenden muy poco de la historia política. La primera lección es que los partidos políticos, en especial con la vuelta a democracia de fachada en 1982, dejaron de ser espacios de participación democrática, donde el pueblo elige en forma directa a sus líderes y representantes, para convertirse en una especie de feudos.

Hoy los partidos tienen dueños. No importa que los aspirantes a alcaldes, diputados e incluso a la presidencia de la República gocen de aceptación en el pueblo, importa que tengan la aprobación de estos dueños o lideres mesiánicos para poder participar y ganar la elección. Los dueños ponen o destruyen los candidatos, con apoyo de la prensa mediática y tarifada, empresarios, institucionalidad corrupta y actores externos.

En el Partido Nacional, el liderazgo lo tuvo el expresidente Rafael Leonardo Callejas (1990-1993), que espera sentencia en EEUU por recibir sobornos, siendo sustituido por el actual presidente de la Republica, Juan Orlando Hernández (JOH), que no solo eliminó la competencia, sino que es el único con capacidad para poner candidatos y altos funcionarios públicos en otros poderes del Estado, caso de la presidencia de la Corte Suprema de Justicia y Fiscalía General.

Los dirigentes del Partido Nacional esperaban antes de las elecciones del 26 de noviembre de 2017, que el liderazgo fuera permanente y JOH gobernara en forma indefinida al permitir el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Corte Suprema de Justicia la reelección ilegal; los pronósticos eran que ganaría por más de 20 puntos y ejerciera de nuevo el control del Congreso de la Republica sin tener que hacer componendas con el Partido Liberal, tal como sucedió en el gobierno de “Pepe” Lobo (2010-2013) donde tuvieron mayoría absoluta para aprobar la diarrea de leyes neoliberales.

En el Partido Liberal, de tres (3) dueños o líderes mesiánicos que había: Rosenthal Oliva, Micheleti Bain y Flores Facussé, solo queda este último. Salvador Nasralla denunció que Carlos Flores maniobró para que, conjuntamente con JOH, despojaran del Partido Anticorrupción (PAC), a través de los representantes en el TSE (David Matamoros Batson y Erick Rodríguez) sumado a Saul Escobar, representante de la Democracia Cristiana, un partido controlado por Arturo Corrales Álvarez, el Gurú caído, amigo personal del expresidente Flores Facussè.

Pero también el Ingeniero Flores ayudó a la candidatura de Luis Zelaya, después de la derrota sufrida por los liberales en las elecciones de 2013, donde el Partido Liberal fue desplazado a un tercer lugar, así también en las negociaciones para que el Partido Nacional tuviera la presidencia del Congreso Nacional, aun cuando Mel Zelaya y el partido LIBRE habían ofrecido a los liberales. El expresidente Zelaya también denunció que Carlos Flores se opuso y tiró línea a los diputados, para que ni LIBRE ni PAC tuvieran representación en el TSE.

En LibRe, el liderazgo lo sustenta Manuel Zelaya Rosales que, aunque no fue el candidato en las elecciones de 2013 y 2017, al estar prohibida la reelección presidencial, es quien toma las decisiones más importantes, como ejemplo ceder la candidatura presidencia a Salvador Nasralla en sustitución de su esposa, Xiomara Castro de Zelaya; pero también, mantener la lucha en las calles y no aceptar participar en el dialogo de JOH ya que, según él, legitima el fraude electoral y reelección.

El día que el TSE, en realidad David Matamos Batson, declaró presidente reelecto a JOH, Salvador Nasralla se encontraba en Washington demostrando el fraude electoral a Luis Almagro, Secretario General de la OEA, congresistas demócratas y miembros del Departamento de Estado. El reconocimiento de JOH como presidente reelecto por EEUU, cayó como balde de agua fría ya que Nasralla creía que la declaración de Almagro sobre las irregularidades del proceso electoral y la urgencia de una nueva elección eran contundentes.

Inicialmente, Salvador Nasralla anunció que se separa de la Alianza Opositora contra la Dictadura ya que no tiene Partido Político (LibRe lo coordina MEL y PINU-SD el Ingeniero Guillermo Valle), pero que seguirá con el pueblo en contra del fraude electoral y la ilegalidad de JOH. Recién habla de conformar un Frente Nacional Democrático Anticorrupción para llamar a un diálogo a todos los sectores, donde se incluya a organizaciones de derechos humanos, partidos políticos, campesinos, obreros, grupos ambientalistas, academia, médicos, maestros, enfermeras, lustrabotas, vendedores ambulantes, etc., para denunciar el fraude y gobernar como presidente electo a partir de enero de 2018. Este Frente puede convertirse en un nuevo partido político, si así los consideran los participantes en el diálogo paralelo al promovido por JOH con la participación de organizaciones de sociedad civil y grupos de interés gubernamentales.

Salvador Nasralla ha manifestado que sus declaraciones han sido mal entendidas ya que no abandona la lucha del pueblo, en tanto lo que busca es sumar a otros actores sociales, económicos, políticos y externos, caso de Naciones Unidas, Organizaciones Defensoras de Derechos Humanos y OEA que, al parecer, enviará un representante para analizar la situación de Honduras después de las elecciones fraudulentas y los derechos humanos donde han muerto 37 personas sin conocerse los responsables directos de haber ordenado abrir fuego contra los manifestantes; el gobierno rechaza esta solicitud de la Secretaria General por intervencionista.

Al interior de la dirigencia de la Alianza Opositora contra la Dictadura, se cree que Salvador Nasralla está recibiendo fuertes presiones de empresarios para que desista participar en forma conjunta con Mel Zelaya en las marchas de protesta y toma de calles, pero también por la Embajada Americana, UE y la propia OEA, más aún cuando el Departamento de Estado y otros gobiernos como el de México, Alemania, Francia, Israel y Argentina, se ha pronunciado a favor de JOH, el informe final de la OEA dice que no hubo fraude ni refiere a una segunda vuelta, y la agregada comercial de la Embajada de EEUU, Heide Fulton, argumenta que la legislación hondureña no contempla repetir elecciones.

Aunque ha sido desmentido por dirigentes de LibRe el distanciamiento entre Nasralla y MEL, y más bien están más unidos que nunca para concretar una agenda de trabajo cuyo primer punto es evitar que JOH tome posesión el 27 de enero de 2018 y gobierne, desde la Academia gana terreno una hipótesis operativa referida a que Salvador Nasralla está siendo tentado por el Lado Oscuro del Partido Liberal, conformado por un grupo de diputados, empresarios, alcaldes reelectos que ganan con el voto del Partido Nacional, dueños de medios de comunicación y analistas políticos apoyados por las Embajada Gringa ( denunciados por Luis Zelaya por querer defenestrar del Central Ejecutivo de dicho Partido y sumar al diàlogo con JOH), para que integre al Partido Liberal en su movimiento, y se forme una alianza del bien contra el ilegitimo, los corruptos y LibRe; ello, dada las buenas relaciones existentes entre ambos líderes.

El trabajo de esta nueva Alianza o Frente estará orientado a desvalorizar el diálogo que promueve JOH con organizaciones afines, y atraer a las bases de la Alianza Opositora que, en teoría, pertenecen al Partido Liberal, y a los jóvenes que son los que mantienen la lucha política contra el fraude y la reelección ilegitima.

Hay que seguir de cerca este proceso. Para Salvador Nasralla, la única manera que existe para participar en el diálogo de JOH, es que èste reconozca que ganó las elecciones, lo cual es compartido por Mel Zelaya, máximo líder de LibRe, como una segunda opción para tomar el poder, ya que lo primordial es defender el triunfo en las calles y exigir su juramentación como presidente de Honduras; la opción de nuevas elecciones o de segunda vuelta es considerada por dirigentes de LibRe como eyaculaciones de Almagro.

No hay comentarios: