Libertad de expresión

Diario Tiempo

De los informes sobre la libertad de expresión en Honduras en 2011, el más completo por su investigación, amplitud, juicio crítico, documentación y elaboración es el realizado por C- Libre (Comité por la Libre Expresión, una organización independiente dedicada a la defensa y desarrollo de la libertad de expresión y el acceso a la información pública.

En ese informe –Silencio Mortal: la Máxima Censura—se hace una repaso analítico de la situación de los derechos humanos referida al ejercicio de la libertad de expresión en nuestro país, y cómo la determinante influencia de la política hegemónica ha contribuido en forma decisiva a la formación de un entorno justificador y proclive a la impunidad en la violación de los derechos humanos.

“Es por demás revelador –dice el Informe—lo impetuoso de las violaciones al derecho de expresión, que no hubo un solo mes (a lo largo de 2011) en el que no se produjera un hecho agresor contra la libertad de expresión. Como también, no hay ningún mes en el que se hubiera producido solo una agresión única”.

En las conclusiones del Informe se revela que, en el año 2011 se configura “un panorama de irrespeto, de negligencia, de instalación del miedo, de impunidad, y hasta de insensatez y desconocimiento, por algunos funcionarios de alto rango, de su responsabilidad de proteger y promover el derecho a la libertad de expresión, y de crear condiciones para que sea respetado por toda la sociedad”.

A estas alturas de 2012 esa situación se ha agravado, lo que nos indica el desafío a que están sometidos el sistema de comunicación social, los periodistas y las organizaciones defensoras de los derechos humanos, particularmente las dedicadas, como C- Libre, a la defensa y fortalecimiento de la libertad de expresión.

Al respecto, conviene destacar que, entre las recomendaciones extraídas de la investigación de C-Libre y parte del contenido del Informe en referencia, está la establecer “una coalición especial de seguimiento, compuesta de múltiples actores, nacionales e internacionales, que persistan en exigir una investigación científica, y fehaciente, sobre los asesinatos ocurridos –especialmente--, y de todas las denuncias conocidas y manejadas de abusos y transgresiones a la libertad de expresión en cualquier circunstancia y lugar”.

También sobre la necesidad de “impulsar la armonización y reformulación de las leyes relacionadas a la libertad de expresión” que “deben, con urgencia, dinamizarse y reescribirse orientadas por las convenciones internacionales adoptadas, y principalmente por la Declaración de Principios para la Libertad de Expresión y su Análisis Interpretativo, elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a través de su Relatoría Especial”.

Otra recomendación de singular importancia, principalmente de cara al proceso electoral en proceso, es la establecer una normatividad legal pertinentes “que establezca parámetros y relaciones claras de los procesos publicitarios, y de compra venta de estos servicios, en función de su afectación a la libertad de expresión. En interrelación, también, con controles de uso de la publicidad estatal como medio propagandístico indirecto a favor de figuras políticas que aspiran a cargos electorales desde el mismo espacio gubernamental”.

Como podemos ver, este Informe sobre la Libertad de Expresión 2011 es un documento de calidad y de mucha utilidad para la formación de la conciencia individual, colectiva y de la sociedad sobre una cuestión tan trascendental como es la información y la comunicación social en Honduras.