Un certero balazo en la cabeza terminó con la vida de la profesora Jenny Concepción Reyes Izaguirre (38), luego que un pistolero disparó a quemarropa contra la mentora, su menor hijo y su esposo, Arturo Ramírez, quien también es docente, y se debate entre la vida y la muerte en un centro asistencial capitalino.
El vehículo en el que se trasladaban los dos profesores y sus hijos está en depósito en F2.-Personal de Medicina Forense, al momento de reconocer el cadáver de la maestra Jenny Concepción Reyes Izaguirre (38), previo a la autopsia de ley.
El hecho se produjo a las 8: 45 de la noche del pasado domingo 24 en Residencial Altos del Trapiche, cuando la familia Ramírez-Reyes se trasladaba a la colonia La Joya de esta ciudad, después de compartir en familia y para dar gracias a Dios por la recuperación de un pariente que fue sometido a una intervención quirúrgica. Según familiares y amistades de los docentes, estos se trasladaban a bordo de un carro color oro marca Mazda, junto sus dos hijos de seis y 14 años, y un sobrino de la ahora difunta, quien manejaba el automotor.
Aparentemente, cuando los mentores y sus acompañantes salían de Residencial Altos del Trapiche, fueron interceptados por un carro color negro, y después que los impactaron por la puerta delantera del lado derecho, el pistolero se bajó y disparó en varias ocasiones, mientras los otros compinches lo esperaban en el automotor. Según evidencias del vehículo, uno de los impactos de bala calibre nueve milímetros pegó a escasos milímetros del llavín de la puerta delantera del carro, donde Ramírez iba como pasajero, y se cree que el matón disparó en este lugar para intentar abrir la puerta porque los ocupantes al verse acorralados se encerraron con llave.
El otro de los disparos fue el que terminó con la vida de la profesora Jenny Concepción, quien iba en medio de sus dos hijos en el asiento de atrás, y fue el que le destrozó parte del cráneo y la Policía investiga si un tercer impacto de bala fue el que rozó el rostro del menor a la altura del pómulo, o es el mismo que mató a su progenitora. El matón y sus acompañantes, después de cometer el sangriento hecho se dieron a la fuga, mientras los profesores y los niños fueron trasladados al Hospital Escuela, pero al momento de ingresar a la sala de emergencia la mentora, expiró.
Jenny Concepción, quien laboraba en la Escuela José Trinidad Cabañas del barrio Guanacaste de la capital, fue trasladada la madrugada de ayer a su pueblo natal, San Ignacio, Francisco Morazán. La muerte de la profesora fue calificada por líderes y dirigentes del Frente Nacional de Resistencia Popular como un crimen político, ya que la ahora difunta era dirigente del comité de logística del Movimiento Resistencia Progresista (MRP), y del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), junto a su esposo.
“El responsable (del atentado) es el gobierno, que haga algo Porfirio Lobo Sosa en seguridad, que haga algo en el tema de la justicia; el país no puede seguir en este clima de impunidad”: Rasel Tomé, coordinador del Movimiento Resistencia Progresista.
“La profesora murió de un disparo en la cabeza; el niño sufrió un rozón de bala en el pómulo, y el profesor está en estado crítico, porque la bala le atravesó el abdomen y sufrió perforaciones en el estómago, hígado, colon y otros daños”: Marco León Girón, médico.
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