martes, 12 de junio de 2012

Construyamos todas y todos una Alianza de Lucha Contra El Hambre!



Por Vía Campesina

La región centroamericana es una de las regiones donde se concentra la población más pobre de América Latina, según informes de la FAO. Si bien, en la región latinoamericana la pobreza asciende al 33.1%, en Centroamérica este porcentaje se eleva hasta el 50.9%, Honduras a la cabeza con un 68.9% de población en situación de pobreza.

Cuando se desagregan estas cifras según el área urbana y rural, se evidencia que donde existe el mayor porcentaje de población que vive por debajo de la línea de la pobreza padeciendo hambre y desnutrición es en el área rural y es en estas zonas donde vive el 52% de la población en Honduras.

En más de 50 años el proceso de concentración de la tierra se ha agudizado a favor de grupos privilegiados. La actual Ley de Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola ha constituido un proceso de contra reforma agraria afectando los intereses de los campesinos y las campesinas. La falta de acceso a la tierra de pequeñas y pequeños productores, ha contribuido a la falta de producción de alimentos afectando la soberanía alimentaria de la mayoría de la población Hondureña.

Según datos del Programa Mundial de Alimentos –PMA-, 300 mil niños y niñas padecen de desnutrición a nivel nacional. A estas cifras hay que sumar más de 300,000 campesinos y campesinas sin tierra que viven en extrema pobreza. Estas cifras reflejan que el agro hondureño sufre una de las crisis más graves de su historia por la falta de políticas públicas sanas y equitativas con enfoque de género.

Los procesos de reforma agraria y la legislación hondureña han discriminado e invisibilizado a la mujer hondureña negándole su derecho de acceso a la tierra. Apenas el 24% de las mujeres pobres rurales tiene propiedad en dominio pleno. Para el caso, en el año 2010 de 1,847 títulos de propiedad de tierras emitidos por el gobierno, solamente un tercio de estos (615) fueron entregados a las mujeres. El acceso a servicios de asistencia técnica y crédito también han sido limitados.

La alta concentración de la tierra en pocas manos y el aumento de la pobreza y desigualdad ha llevado a que las familias campesinas recurran como en los años 60 y 70 a su legítimo derecho de recuperación de tierras nacionales y ejidales, tierras destinadas por el Estado para la reforma agraria tal y como lo establece la Constitución de la República.

Ante la actual situación crítica del agro Hondureño resulta urgente la elaboración y ejecución de un nuevo marco jurídico y políticas públicas para relanzar la reforma agraria integral que asegure el acceso a la tierra y a los demás activos productivos para los campesinos y campesinas para combatir el hambre, la pobreza y la desigualdad.

Por eso, las organizaciones firmantes hacemos un llamado a construir una gran alianza de lucha contra el hambre que debe ser integrada por las organizaciones campesinas, sociales, instituciones de la sociedad civil, universidades, centros de investigación, el sector privado comprometido con Honduras, personalidades patrióticas y demás sectores, con el objetivo de reactivar la agricultura, el aprovechamiento sostenible del bosque y los recursos naturales, asegurar la soberanía alimentaria, enfrentar el cambio climático, prevenir la violencia y violaciones a los DDHH en el campo y combatir el hambre y la pobreza en el país.

Porque el Hambre No Espera Más, ¡Construyamos todas y todos una Alianza de Lucha Contra El Hambre! La Vía Campesina y CESPAD

Tegucigalpa, 7 de junio de 2012

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