miércoles, 6 de junio de 2012
COFADEH realiza jornada cultural en semana Internacional de Detenido Desaparecido
Por Sandra Rodríguez
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras, COFADEH, en el marco de la celebración de la Semana Internacional del Detenido Desparecido, realizó una jornada cultural en la que expuso un mural informativo que mostró los rostros de las víctimas de este crimen de lesa humanidad en la década de los ochentas, así mismo información de la época y los nuevos rostros de la desaparición forzada.
Esta actividad tuvo lugar el 29 de mayo, en la Plaza “Los Desaparecidos” cercana al edificio del Congreso Nacional en Tegucigalpa, donde desde hace tres décadas, familiares de los detenidos desaparecidos por agentes del Estado, acuden a ese lugar para exigir el esclarecimiento del paradero de sus seres queridos.
Nohemy Pérez, representante del COFADEH, manifestó que “No tenemos odio, lo único que queremos es justicia, tenemos la esperanza de saber que ha pasado con nuestros seres queridos”.
“Creemos que algún día vamos a tener respuestas, y es por eso que seguimos exigiendo que esos impunes que andan libres en las calles de Honduras y del mundo entero, que son cómplices y que están salpicados de sangre de las personas que ellos dañaron, sean juzgados, así que nuestra lucha es inclaudicable”, afirmó Pérez, quien forma parte del COFADEH desde sus fundación.
La desaparición forzada constituye una violación de derechos humanos especialmente cruel, que afecta tanto a la persona desaparecida como a su familia y amistades.
Según Amnistía Internacional, la familia que desconoce la suerte corrida por su ser querido, espera, en ocasiones durante años, unas noticias que quizá nunca lleguen. No sabe si su ser querido volverá algún día, por lo que no puede llorarle y hacerse a la pérdida. Su angustia se ve a menudo agravada por las privaciones materiales cuando la persona desaparecida es el sustento de la familia. En ocasiones no pueden obtener pensiones ni otras ayudas si no hay un certificado de defunción.
La defensora de derechos humanos, manifestó que se debe seguir denunciando estos crímenes de lesa humanidad, “pues si nosotros como defensores y defensoras de derechos humanos, como víctimas directas, no lo hiciéramos, no fueran 184 desaparecidos y desparecidas como tenemos en lista, sino más de mil desapariciones como lo reportan otros países”.
En América Latina se contabiliza más de 90 mil desparecidos de manera forzada.
Una desaparición forzada ocurre cuando una persona es detenida o secuestrada por el Estado o por agentes que actúan en su nombre, y luego se niega que la persona se encuentre detenida o se oculta su paradero, apartándola así de la protección de la ley.
Es muy frecuente que las personas desaparecidas no sean jamás liberadas, y que su suerte nunca llegue a esclarecerse. Sus familias y amistades en muchos casos jamás llegan a saber qué les sucedió, explica Amnistía Internacional.
Los desaparecidos no están en el olvido
Las personas desaparecidas no se desvanecen sin más. Alguien, en algún lugar, sabe qué fue de ellas. Alguien es responsable. La desaparición forzada es un delito según el derecho internacional, pero demasiado a menudo los responsables eluden la acción de la justicia.
En la jornada cultural, lo que más llamó la atención fue ver los rostros de las y los desaparecidos, y que cuando las personas dicen “este fue mi amigo, fue mi compañero, yo lo conocí en determinado lugar, fue compañero de mi hija” se refieren a todos ellos y ellas, como grandes personas, con grandes valores, luchadores por las causas justas y que querían un cambio social, manifestó Nohemy.
“Yo fui compañero del él”, le comentó un hombre a otro, mientras señalaba con el dedo índice el boletín que contenía información de Samuel Pérez, (Hermano de Nohemy Pérez) desparecido el 1982, “era un muchacho muy estudioso, y le gustaba andar en estas cosas de luchas sociales”, sostuvo el ciudadano.
“También él era mi compañero, los dos desparecieron el mismo día”, agregó, cuando vio el rostro de Julio César Méndez, Un gran deportista y un estudiante ejemplar en el instituto Central “Vicente Cáceres” de Tegucigalpa, desparecido en 1982.
“Esta muchacha era muy guapa, alegre y muy sociable, venía de Nicaragua cuando despareció, era vecina mía en el pueblo” dijo un caballero, al referirse a Edilturdes Montes, quien fue secuestrada el 24 de enero de 1982 junto a Samuel, Julio y Enrique López Hernández, en la aduana El Guasaule, frontera con Nicaragua, es una de las muchas mujeres valientes víctimas de la desaparición forzada.
“Yo conocí a Roger Gonzáles, a él lo acusaron injustamente de haber lanzado una bomba en la embajada americana, pero era mentira, dijo una señora, quien con una mirada nostálgica, dijo que era injusto lo que le habían hecho al muchacho, desaparecido en 1988.
“Roger fue mi compañero de trabajo, era muy dedicado y muy activo, era un muchacho con mucho ánimo” comentó un hombre mayor que transitaba tomado de la mano con una señora, ellos se acercaron al grupo del COFADEH que organizó el evento, para solidarizarse con las víctimas de la desaparición forzada.
Fernando Zepeda, con lágrimas en sus ojos, dijo que “las desapariciones forzadas están en contra de la dignidad del ser humano, pues tenemos la libertad de decir lo que está haciendo bien o mal el gobierno, así que debemos alzar la voz de protesta, y la juventud está llamada a darle vida a Honduras”.
Estos son sólo algunos de los comentarios que se escuchaban entre las personas, que transitaron por la plaza “Los Desaparecidos”, que además expresaban nostalgia, malestar ante la impunidad y hasta lágrimas de dolor, al recordar los atroces hechos contra la vida de más de 183 detenidos desparecidos, entre los años 1980-1993, en Honduras.
La jornada cultural se desarrolló desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde, tiempo en el cual se escuchó música de protesta social, lectura de los documentos biográficos de los desparecidos y un recital de poemas de la artista nacional Susan Arteaga.
Cabe destacar que las desapariciones forzadas no son un tema histórico, sino un problema actual, para el caso después del golpe de Estado de junio del 2009, el COFADEH registra 13 desapariciones forzadas, en su mayoría hombres jóvenes y opositores al Golpe.
En la última semana del mes de Mayo, se conmemora la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, una conmemoración que lleva años desarrollándose en América Latina, gracias a la iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM).
Cada desaparición forzada viola una serie de derechos humanos, entre ellos:
• el derecho a la seguridad y la dignidad de la persona;
• el derecho a no sufrir tortura o trato o pena cruel, inhumano o degradante;
• el derecho a unas condiciones humanas de reclusión;
• el derecho a una personalidad jurídica;
• el derecho a un juicio justo;
• el derecho a la vida familiar;
• cuando la persona desaparecida es asesinada, el derecho a la vida.
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