A través de la resistencia permanente contra la explotación minera, la población del sector de la Florida en la cordillera Nombre de Dios, Tela, Atlántida, reafirman su compromiso en defensa de la vida, el agua y la Madre Tierra. “La finalidad es preservar la salud, la alimentación, la biodiversidad y los recursos naturales para las futuras generaciones”, indicó Waldina Santos, delegada de la iglesia católica, y del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, MADJ.
La Corporación Minerales Victoria, propiedad del empresario Lenir Pérez, desde el 2012 pretendió explotar la mina a cielo abierto para extraer óxido de hierro. Pero las comunidades organizadas lograron expulsar dicha empresa. Sin embargo, este año apareció la empresa Honduras Ore Mining Company S.A. de C.V. (Compañía Mineral de Honduras), asegurando ser la nueva dueña de la concesión minera “El Socorro”.
La concesión es de mil hectáreas y cubre buena parte del territorio de las comunidades que basan su economía en la ganadería y agricultura. “Con la explotación de esa mina vamos perder nuestra fuente de sustento y se contaminaron las fuentes de agua y aire. Aquí en el país, ya existen ejemplos de sobra sobre los impactos que deja la minería”, indicó Melvin Reyes, miembro de la parroquia Nuestra Señora del Pilar.
Sostiene que la actividad minera, en complicidad con malas autoridades, viene ocasionando irreversibles daños al medio ambiente, desapareciendo fuentes de agua, contaminando los ríos, despojando a las poblaciones de sus territorios y promoviendo la criminalización de los líderes comunales que surgen en defensa de sus derechos y de la madre naturaleza.
El Sector Florida está compuesto por 16 comunidades, entre ellas, La Yusa, El Carmen, Las Minas, Buena Vista, El Socorro, Camagüey, Brisas de Lean, Las Mercedes, Alao, Concepción, Nombre de Dios, El Coco, El zapote N° 2, El Barro y Nueva Esperanza.
Desarrollo ¿para quién?
Raúl Ramírez Alemán, gerente general de la empresa Honduras Ore Mining Company dijo en el programa Foros Populares de Radio Progreso, que “este tipo de proyectos no afecta el medio ambiente, ni causarán ningún problema a los ríos y quebradas, porque no usan contaminantes, con técnicas comprobadas en otros países que están desarrollados por la ejecución de este tipo de trabajo”.
Dijo además que, son una empresa responsable y tienen toda la concesión en base a lo que dictan las leyes hondureñas. “Unas cuantas personas son las que están opuestas a este proyecto que se convertirá en motor del crecimiento económico para el sector, a través de la generación de más de 300 empleos y proyectos de beneficio social para las comunidades”, indicó.
Por su parte el dirigente comunitario de la Cordillera Nombre de Dios, Walter Lara, manifestó que “no hay que dejar que se alejen las empresas que traen empleos y muchas mejoras a nuestras comunidades. Estas empresas están con todas las ganas de brindar empleos, mejoras de carreteras, construir escuelas y lo mejor que las comunidades superen la crisis económica que sufrimos desde hace muchos años. No es posible que tres dirigentes de este movimiento nos impidan que estos beneficios lleguen a nuestras familias”, señaló el también Pastor evangélico.
Amenazas y desplazamientos
“Desde que se iniciaron los trabajos de exploración en el sector, la empresa contrató a hombres armados y desataron un ambiente amenazas y agresiones, con el apoyo incluso de miembros de la Policía Nacional y el Ejército. Ante esta situación yo he tenido que salir de la comunidad y otros líderes se quedaron a pesar de las amenazas”, indicó Waldina
Asimismo, indicó que el poder minero controla los medios masivos que no informan la verdad sobre los impactos de la minería, y que, por el contrario, sistemáticamente estereotipan a los protagonistas de las luchas clasificándolos de “vándalos” y opositores al desarrollo nacional.
En tal sentido cuestionaron la política extractivista del régimen, que está permitiendo el saqueo irracional de los recursos naturales, y deja daños irreparables a los pueblos y comunidades que viven de otras actividades sostenibles como la agricultura y la ganadería.
La actividad minera en Honduras, avanza a pasos agigantados y las concesiones para su práctica abarcan poco más del 35% del territorio nacional según ambientalistas. Actualmente, a partir de la reciente recuperación del precio del oro y el cobre en los mercados internacionales, las compañías mineras están impulsado un nuevo auge productivo.
Municipio libre de proyectos extractivos
Pobladores de diversos sectores del municipio de Tela, realizaron el pasado 30 de agosto un cabildo abierto sobre la actividad minera en su territorio. Después de hacer un ejercicio responsable de escuchar la conveniencia o no de dicha actividad, se pasó a la votación a mano alzada.
El resultado de dicha votación fue arrollador. Hombres, mujeres, jóvenes y ancianos con heroísmo y dignidad repudiaron enérgicamente los proyectos hidroeléctricos, térmicas y las compañías mineras. Confirmando una vez más la oposición que han mantenido por más de 15 años.
Desde el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), se asegura que la declaratoria es un triunfo para las comunidades, sin embargo, no significa que el fantasma del extractivismo vaya desaparecer completamente en Tela. Ante esto las comunidades continúan resistencia permanente, hasta que las empresas salgan de forma definitiva de sus territorios.
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