Por Félix Cesario - poeta, periodista e histórico defensor de derechos humanos
De unos meses para acá, lo que surgió como un rumor, se ha convertido en una exigencia popular; "No al continuismo del Señor Juan Orlando Hernández”, quien a su vez, es el actual presidente de la República, siendo este el problema jurídico e inconstitucional.
Por lo que un grupo de hombres y mujeres, jóvenes con dignidad patriótica, han conformado la Convergencia contra el continuismo, reclamando respeto a la forma de gobierno y concretamente, fiel observancia a la alternabilidad en el poder de los gobernantes, y recordar la vigencia de la Constitución en su artículo 375.
Históricamente en la alternabiliidad del poder, solamente se recuerdan dos amagos de no respetar dicha acción constitucional. El caso de Roberto Suazo Córdova (1982-1986) y el escenario actual, con la bendición del poder político, económico y religioso de este país.
Maliciosamente se pretende colocar como ejemplo, la acción promovida por el ex presidente Manuel Zelaya a quien, la Fuerzas Armadas, dizque por mandato judicial de la Suprema Corte, se le dio golpe de Estado y fue expulsado o extrañado del territorio nacional. Este acto convulsionó la historia hondureña, políticamente hablando efeméride que se recuerda continuamente en el ámbito político hondureño.
Foto Giorgio TrucchiFoto Giorgio Trucchi
En la actualidad y a cerca de 20 días de que se celebren elecciones generales en nuestro país, el contraste está dado. Nunca antes ejecutado con la complicidad de todos los poderes y hasta las mismas fuerzas armadas, concentrados todos los poderes al gobernante Hernández Alvarado, en un acto desafiante a los poderes, en especial al cuerpo militar, quien por mandato constitucional tiene el mandato y potestad de velar por la alternatividad del poder gubernamental y la soberanía nacional. Y según mandato constitucional en el articulo #4 segundo párrafo de la actual Constitución.
La Convergencia Contra el Continuismo, sabe que se enfrenta en contra de dos fuerzas: el continuismo presidencial del señor Hernández Alvarado; y ante una debilitada oposición partidaria que participa en el actual proceso electoral, pero a nivel discursivo reconoce la ilegalidad de la candidatura del gobernante cachureco.
Todas estas organizaciones aglutinadas en la “Alianza de Oposición”, al participar en estas inconstitucionales elecciones, no hacen más que legitimar la monstruosidad politiquera del proyecto reeleccionista del señor Hernández Alvarado.
Estos actos antijurídicos e inconstitucionales, solamente nos confirman que Honduras es un país indestructible. No lo han podido quebrantar el bipartidismo liberal- nacionalista, ambos totalmente conservadores, quienes a más de doscientos años, vienen desgobernado a la nación hondureña, con la complacencia de esa prostituida palabreja “democracia” que, en el sentido estricto del vocablo, no es más que la demagogia, la burguesía y la clase dominante en el poder, sostenida históricamente por las Fuerzas Armadas de nuestro país y de cualesquier país democrático.
Contra todos estos desafueros constitucionales, la Convergencia Nacional, tiene plena conciencia que luchará con un monstruo de siete (7) cabezas, y aun así se tiene planificada la movilización nacional contra el continuismo para este 7 de noviembre. Nos servirá para tomarle el pulso patrio a los hondureños, y según su actuar veremos si quiere vivir como águilas desafiando los huracanes inconstitucionales, o si desean vivir como gusanos entre el estercolero político e inconstitucional.
La suerte está echada. Si cruzamos el puente de la historia de la dignidad es para los patriotas dignos y dignas. La historia arreglará cuentas, al cruzar ese puente ese puente se sabrá ¡somos patriotas o seguimos siendo esclavos!
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