sábado, 28 de enero de 2017
Ataque a la cultura no puede quedar en silencio
Por Sandra Rodríguez
La escritora Anarella Vélez, propietaria del Librería Café Paradiso, asistió al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, para dialogar con su coordinadora general Bertha Oliva, con respecto al allanamiento ilegal de la cual fue víctima dicha casa de cultura y memoria en el centro de Tegucigalpa, el pasado 22 de diciembre en horas de la noche.
Al preguntar por el motivo de la invasión policial, le dijeron que era una actividad regular, “pero no es cierto”, comentó Vélez, “comprobamos que fue el único allanamiento en la cuadra, por lo que concluimos que fue un acto dirigido a Café Paradiso, un lugar de encuentro para escritores nacionales y extranjeros que pasan por Tegucigalpa.
Es un lugar al servicio de la cultura en Honduras, con casi tres décadas de albergar poesías, fotografías y la emisión de libres pensamientos.
He venido al COFADEH, porque es la casa que tiene históricamente un papel de defensa de los derechos humanos, para ver qué acciones se podrían realizar en cuanto a denuncias, porque no es posible que dejemos pasar este tipo de acciones, agregó la escritora.
Las denuncias pueden ser ante el Ministerio Público, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, y otras entidades cuyo deber es velar por la integridad de las personas, por lo que es necesario consultar las acciones correspondientes, declaró la propietaria de Paradiso.
Asalto a paradiso
Declaró que no había ninguna orden de allanamiento. Se compartía una noche de poesía, eran las 9:25 pm, cuando de la patrulla con registro RHPM- 6310, descendieron miembros de la Policía Militar de Orden Público, PMOP, y elementos de la Dirección Nacional de Lucha contra el Narcotráfico, DNLCN, sorprendieron a los presentes, entre ellos poetas de todas las generaciones Libio Ramírez, José Luís Quezada, Mayra Oyuela, Venus Mejía, Dennis Ávila y Paola Valverde de nacionalidad costarricense.
“Nunca nos había ocurrido un ataque de este tipo, por lo que considero es contra la cultura”, afirmó Anarella Vélez.
Según testigos presenciales, entraron y comenzaron a decir que en este lugar habían drogas, a todos los que estaban en el recital los trataron de drogadictos, hicieron registro por todos lados, registraron a quienes quisieron y nunca mostraron la orden judicial siempre decían que la andaba otro, describe el periódico digital conexihon.hn.
Paradiso, ubicado en el casco histórico de Tegucigalpa, se fundó en 1987 por la pareja de poetas Rigoberto Paredes (QDDG) y Anarella Vélez. Cada jueves dedica un espacio para la lectura de poemas, presentación de cine independiente y conversatorios sobre los acontecimientos del país en el ámbito político.
Vélez sostuvo que el objetivo de esta librería y centro cultural en tres décadas “siempre ha sido un espacio para que se abran las mentes hacia el pensamiento crítico”.
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