El nuevo escándalo que le explotó en las manos a la Policía Nacional ¿es puro show? Tal y como lo dicen algunos analistas expertos en el tema. Los señalamientos son muy fuertes en contra de los que tienen la responsabilidad de poner en marcha la política de seguridad pública; los más altos jefes policiales.
El dato es real: la cúpula policial es acusada, con muchas evidencias, de planificar y ejecutar asesinatos de alto impacto obedeciendo órdenes de miembros del crimen organizado, sobre todo los operadores del narcotráfico en Honduras. Por supuestos que es un escándalo que debe sacudir a toda la sociedad y demanda de una reacción determinante de la misma.
¿Pero qué estamos viendo en este nuevo escándalo?, pues puro show como lo señalan los analistas. Pero hay que señalar que este nuevo escándalo le cae como “anillo al dedo” al gobierno de Juan Orlando Hernández que desde hace varios meses tiene las intenciones de acabar con este cuerpo civil armado y abrir más a la participación de los militares en asuntos de la seguridad interna del país.
Pero el Congreso Nacional le puso “en bandeja de plata” al ciudadano presidente para que haga y deshaga con los miembros de la Policía Nacional. El ciudadano presidente aprovechó la crisis para adquirir poderes absolutos para quitar a policías que han sido desleales con los interesas sagrados de la nación y le permite nombrar a sus propios policías que puedan ser leales no al pueblo hondureño sino al gobernante con lo cual avanzará en su proceso de atar todos los cabos como parte de la preparación del camino o ruta que le garantice estar en la presidencia más allá de los cuatro años por los que fue electo.
Es cierto que el escándalo no sorprende a nadie porque desde hace años la policía está en crisis por la contaminación política y su participación activa en asuntos de narcotráfico. Hace unos años se viene denunciando que la Policía Nacional se convirtió en el “brazo armado” de los barones del crimen organizado.
Y el nuevo escándalo viene a confirmar, una vez más, esos señalamientos. Se les responsabiliza no solo de planificar sino también de ejecutar los asesinatos en contra del director de la lucha contra el narcotráfico Julián Arístides Gonzáles en 2009, Landaverde, que también fue director de lucha contra el narcotráfico y asesor policial, y tres años después, en 2014, asesinan al coordinador de la unidad Contra el Lavado de Activos de la Fiscalía de Privación de Dominio, Orlan Chávez, conocido como “el fiscal de oro”
La Policía Nacional no tiene rumbo y al estar en las condiciones en que está es presa fácil de caer en otras manos para utilizarla en beneficio de particulares y no en beneficio de la ciudadanía. Sale de un cuarto oscuro para caer a otro cuarto mucho más oscuro. En una entrevista para Radio Progreso, la Comisionada en condición de retiro María Luisa Borjas lo planteó clarito: Este show está sirviendo para limpiar la mesa y hacer movimientos, como en el ajedrez, con el fin de seguir manteniendo secuestrada a la institución policial.
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