martes, 19 de abril de 2016
El pensamiento trinómico de una lideresa que la elevó a figura emblemática de los pueblos
Por Marvin Palacios
Para el director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) y de Radio Progreso, obras sociales de la Compañía de Jesús, el sacerdote jesuita Ismael Moreno (conocido cariñosamente como padre Melo) percibe, dado el conocimiento amplio que tuvo de la lucha de la dirigenta indígena lenca, Berta Cáceres, que el pensamiento trinómico que ella impulsó y la capacidad de articulación mostrada; la convirtieron en una figura emblemática del movimiento social hondureño y en un ícono internacional de la lucha por los territorios y los bienes comunes de la naturaleza.
El sacerdote Ismael Moreno expresó inicialmente que el Encuentro Internacional de los Pueblos “Berta Cáceres Vive”, desarrollado en esta capital con la participación de delegaciones de más de 20 países, se presenta en el marco de la agudización del control del ambiente y del modelo extractivista por parte de los grupos de poder, y este modelo también se une con un proceso de concentración de poderes políticos en torno a la extrema derecha hondureña.
“Ahí es donde sin duda alguna y lo decimos con mucha claridad, estamos en Honduras en este encuentro en el marco del proyecto de la extrema derecha más concentradora del poder que tenemos en América Latina; no hay en ningún otro país, la concentración de la más extrema derecha como la tenemos aquí en Honduras”, aseguró Moreno.
Por ello necesitamos que los pueblos del mundo vuelvan su mirada sobre Honduras y apoyen y refuercen la lucha interna, porque estamos en una total indefensión frente a la concentración del poder de la extrema derecha en Honduras, sostuvo el sacerdote jesuita.
Consultado acerca de los aspectos inherentes a la personalidad de Berta Cáceres que la han convertido en una figura emblemática, el padre Melo contestó que hay dos grandes aspectos: El primero su pensamiento que yo le llamo el trinomio bertiano, que es un pensamiento anticapitalista, antipatriarcal y antiracista.
“Esto fue un pensamiento que apasionó a Berta Cáceres, y en segundo lugar su método, porque Berta Cáceres estuvo inserta en la realidad del pueblo lenca, en el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH), pero inserta en la realidad del pueblo lenca; Berta Cáceres tuvo metodológicamente, esa manera de sacar al COPINH y su trabajo para articularse con diversos sectores nacionales, con sectores mesoamericanos, con sectores continentales y con sectores planetarios. Es decir es un método que partiendo de lo local se vuelve planetario”, detalló el padre Melo.
Indicó que ese método de Berta Cáceres unido con su pensamiento trinómico (antiracista, anticapitalista y antipatriarcal) llevó a que Berta Cáceres se convirtiera sin duda alguna en la mujer con el liderazgo de mayor reconocimiento hondureño y evidentemente con una trascendencia mundial.
En torno al impacto que ha generado el asesinato de Berta Cáceres (perpetrado por sicarios el pasado 3 de marzo), el padre Melo dijo que nos ha despertado de un letargo en el que hemos estado sumergidos y nos está convocando a reorientar nuestro pensamiento, a reorientar nuestras fuerzas y también a evaluar nuestros métodos para ver si podemos recoger la herencia de Berta Cáceres.
Es un asesinato ideológico, es un asesinato económico y es un asesinato del capitalismo y de la extrema derecha hondureña
Lo que ha ocurrido con el movimiento social en Honduras es que nos hemos quedado en el encierro, cada quien peleando desde su pequeña parcela, Berta Cáceres después de su asesinato, emerge con esa concepción metodológica que creo que nos tiene que estremecer, dijo el sacerdote jesuita.
“Metidos en una realidad concreta, tenemos que articularnos, salir de nosotros mismos, buscar la coordinación con otros sectores; y articularnos también con la solidaridad internacional”, advirtió el padre Melo.
En torno al asesinato de Berta Cáceres, el padre Melo señaló que sin duda alguna el poder económico, el poder transnacional y la extrema derecha local son quienes conspiraron contra la dirigente indígena lenca.
“El asesinato de Berta Cáceres es un asesinato político, es un asesinato ideológico, es un asesinato económico y es un asesinato del capitalismo y de la extrema derecha hondureña”; eso no hay que dudarlo, porque otra cosa es inmediatamente quién dio la orden, eso es lo de menos; lo que hay en el asesinato de Berta Cáceres es la expresión de un proceso contínuo de criminalización de la lucha de Berta y de todo su entorno.
Y esa criminalización llevó también a estigmatizarla, como revoltosa, como cabeza caliente, como violenta, como transgresora de las leyes; y de ahí al asesinato solo era un paso, era asunto de un mando intermedio de una determinada empresa a la que denunció Berta Cáceres con algunos mandos intermedios de las autoridades policiales o del ejército se pusieran de acuerdo para contratar un par de sicarios para que la asesinaran”, comentó el padre Melo.
El sacerdote jesuita dijo que la cuestión de la materialización es en este caso fundamentalmente secundario, porque lo fundamental está, en que la concreción del asesinato, es el resultado final de un proceso de planificación estratégica del crimen de Berta Cáceres.
Finalmente el padre Melo advirtió que “si usted como defensor de los derechos humanos negocia con el estado no va a tener problemas, si usted como defensor o como luchador social entra en comisiones oficiales, no se preocupe, usted no va a tener problemas, pero si usted es un defensor de derechos humanos, y si usted es un defensor de las comunidades e identifica que el enemigo de su pueblo está incrustado en el estado y en el actual gobierno y en la alta empresa privada, ¡prepárese porque usted no va a ser cooptado porque usted nunca va a ser invitado ni tampoco va a aceptar participar en ninguna comisión y por lo tanto entra en el escenario de procesos que pueden desencadenar en un asesinato!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario