martes, 19 de abril de 2016
"Queremos justicia, Berta era como nuestra madre"
Los recuerdos y el espíritu de Berta Cáceres estuvieron más presentes que nunca en las calles de Tegucigalpa. Sus "hijas", sus compitas, las "copinas" se encargaron de mantenerlo vivo mientras exigían justicia.
Pese a las amenazas de desalojo y la represión a sus compañeros, cerca de 100 mujeres lencas del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), durante tres días, se apostaron frente a las oficinas del Ministerio Público para exigir respuesta a sus demandas de justicia por el asesinato de Berta Cáceres, lideresa del pueblo lenca y los bienes naturales y comunes.
"La compañera Berta era una mujer de lucha, por eso nosotras estamos pidiendo justicia que sea rápido” reclamaba doña Mercedes, pobladora de San Francisco de Ojuera, donde se encuentra el Río Gualcarque que Berta Cáceres defendió de las Empresa de Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).
En medio de los rituales lencas en los que convocan los espíritus de las niñas guardianas de los ríos, gritaban a las autoridades “protestando ante esta institución para exigir justicia en el asesinato de nuestra compañera, hermana y lideresa, Berta Cáceres. Queremos que dejen de jugar con nosotras y que dejen de revictimizarnos al negarnos la verdad y al pretender manipularnos”.
Las mujeres lencas, que nunca han dejado de cuidar y defender sus territorios ancestrales, demandaron al gobierno de Juan Orlando Hernández la salida inmediata de DESA: “el presidente es cómplice de la muerte de la compañera porque por andar vendiendo Honduras a pedazos, poniendo a las transnacionales en los pueblos indígenas lencas; tenemos derecho a gozar de lo que Dios nos dejó y nuestro derecho tiene que ser respetado, en el convenio 169 de la OIT dice los pueblos indígenas son libres”, dijo Marcelina, al recordar a Berta Cáceres como una “líder valiente, una hermana y una madre”.
Laura Zúniga, hija de Berta Cáceres, recordó a las autoridades del Ministerio Público que siguen sin cumplir su promesa de entregarles un informe que detalle cada una de las acciones o diligencias investigativas: “tuvimos alguna información pero no es la que necesitamos, además nosotros no solo queremos información queremos la participación activa en la investigación porque nosotros estamos desconfiando seriamente de esta institución que en reiteradas ocasiones criminalizó a mi mami injustamente”.
La respuesta fue represión
Durante la acción de protesta pacífica, policías, militares y guardias de seguridad del Ministerio Público ejercieron represión contra Gaspar Sánchez y otros integrantes del COPINH, que apoyaban a sus compañeras, al momento de intentar colgar una manta con el rostro de Berta Cáceres en los balcones del edificio.
“Me entraron para darme patadas, golpes, incluso, hasta quererme ahorcar. Es claro que en este país no se nos está respetando nuestros derechos y hemos sido agredidos, golpeados solo por estar exigiendo justicia, que se esclarezca el caso de nuestra compañera Berta Cáceres, que no solo se capture al que disparó contra el cuerpo de ella sino también quién planificó este asesinato”, denunció y demandó, Gaspar Sánchez.
Las mujeres organizadas en el COPINH dejaron claro que las acciones de represión “ya están siendo denunciadas en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ya que son una violación de nuestras medidas cautelares”.
Los funcionarios a cargo del Ministerio Público, durante el plantón que se extendió a tres días, se negaron a recibir y dar respuesta a las demandas más inmediatas y optaron por militarizar los accesos y edificio.
“El asesinato se enmarca en una grave situación de violencia contra los defensores”
En el marco del 157 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organizaciones hondureñas presentaron la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los defensores y defensoras del Bajo Aguán, departamento de Colón.
Entre los peticionarios en la audiencia, se encontraba Berta Zúniga Cáceres, hija de la lideresa Berta Cáceres. “El lamentable asesinato de mi mami se enmarca en una preocupante y grave situación de violencia, amenazas y hostigamiento que enfrentan quienes defienden derechos humanos en Honduras”, denunció Berta Zúniga.
Berta además dijo frente a los representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de Honduras que: “A más de un mes de su ausencia, el Estado hondureño no ha dado respuesta efectiva a nuestro reclamo de verdad y justicia”.
No queremos que la MACCIH intervenga
Durante su visita a la ciudad de Washington, la familia y la coordinación del COPINH reiteraron a Luis Almagro, Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), su demanda de un grupo independiente e interdisciplinario de personas expertas en Honduras “cuanto antes, para poder coadyuvar en las investigaciones del caso”.
Explicaron que “la CIDH es el único órgano con experiencia y competencia en violaciones de derechos humanos, correspondiéndole, por lo tanto, apoyar técnicamente en investigaciones de este tipo”.
Sin embargo, el secretario de la OEA publicó un tweet para anunciar que “MACCIH investigará corrupción política/económica en crimen”.
“Esta mañana aclaramos nuestro deseo de que no sea la MACCIH la que investigue el caso de mi mami pero sin embargo han planteado todo lo contrario. Esto me preocupa como también me preocupa la confusión que esto crea a una comunidad que está expectante a lo que pasa en torno al caso”, aclaró Bertha.
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