Caminando en defensa de su soberanía territorial y ejerciendo su derecho a decidir, a través de un cabildo abierto, las comunidades de El Negrito en el departamento de Yoro, al norte de Honduras, en coordinación con las autoridades municipales, se declararon defensoras de la madre tierra y la vida, oponiéndose al modelo extractivista que acaba con los bienes naturales.
En 2013, organizaciones comunitarias, iglesia católica y municipalidad, comenzaron un proceso integral encaminado a prohibir en el municipio la instalación de empresas mineras e hidroeléctricas, así como la tala del bosque, la caza de animales y la siembra de palma africana en las zonas productoras de agua.
“Estas acciones son porque queremos conservar la vida en el municipio para nosotros y nuestras futuras generaciones”, asegura el sacerdote Andrés Colindres, de la parroquia de El Negrito, iglesia que acompaña a las comunidades que se organizan para defender sus territorios siguiendo el llamado del papa Francisco, que invita al cuido de la Casa de Común, agregó el sacerdote.
En la comunidad de San José del Negrito, se pretende explotar 20 kilómetros cuadrados de minería, afectando a seis comunidades en la zona. En otro extremo del municipio, el sector de Guaymas, se pretende explotar una mina a cielo abierto. La explotación dejará sin bosque y agua a la ciudadanía que desde un inicio se oponen a estos proyectos.
Según la Plataforma del Movimiento Social y Popular en Honduras, actualmente más del 35% del territorio nacional está concesionado para la extracción minera, sumándole a esto las concesiones de los ríos, un aproximado del 50% del territorio se encuentra en manos de la industria extractiva.
“El gobierno está negando el derecho a las comunidades a decidir sobre sus bienes naturales. No está respetando la vida de las personas”, dice Pedro Landa, investigador del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) asegurando que el gobierno de Juan Orlando Hernández, ha multiplicado el número de concesiones mineras en los últimos dos años. Sólo el departamento de Yoro cuenta con 23 concesiones, de las cuales 7 están ubicadas en el municipio de El Negrito. A nivel nacional se contabilizan 76 concesiones mineras, siendo Santa Bárbara y Atlántida los departamentos más concesionados.
Un pueblo que camina por la vida
Este 2016, los esfuerzos de las comunidades de El Negrito, se han encaminado a decretar las montañas Mico Quemado y Nombre de Dios, libre de la siembra de palma africana en las zonas productoras de agua. La palma es un monocultivo que ha inundado el territorio norte hondureño, dejándolo seco ya que su siembra consume toda el agua del suelo, volviendo la tierra infértil.
El Patronato Regional de Guaymas, un espacio que aglutina a varias organizaciones de base de la zona, reporta que cinco fuentes de agua han desaparecido por completo, producto de la siembra de palma africana en los nacimientos de agua. Las comunidades afectadas son la Gonzalo, Toyos, Las Delicias y el Aguacate.
“Estamos muy preocupadas y la única esperanza que tenemos para salvar el agua es declarar las zonas productoras de agua libre de palma africana”, afirma Modesta Morales, presidente de los patronatos del sector de Guaymas, quien agrega que la vida en las comunidades ha empeorado a falta de agua.
El 28 de marzo, día de la “Dignidad y la Consciencia Negriteña”, se realizó una caminata histórica que inició en el desvío de La 36 en el sector Guaymas y finalizó con un cabildo abierto en la aldea Toyos, carretera al puerto de Tela en Atlántida. En esta acción se tuvo presente a Berta Cáceres, luchadora social asesinada por defender la madre tierra.
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A petición de las organizaciones comunitarias en el cabildo abierto se declaró al municipio Libre de palma africana en las zonas productoras de agua, en las montañas de Nombre de Dios y Mico Quemado que corresponden a El Negrito. Además se decretó emergencia forestal y el nombramiento de una comisión que tendrá la tarea de elaborar una propuesta para que vía Congreso Nacional se decrete una veda forestal de 10 años para todo el municipio.
Actualmente, en la montaña Mico Quemado existe un área protegida mediante decreto legislativo número 144-94, pero en la Ley de Conservación Forestal esta figura ya no existe, afirma el diputado Bartolo Fuentes del departamento de Yoro, por lo tanto a raíz de las presiones que ha hecho ciudadanía de El Negrito, se ha introducido una iniciativa al pleno del Congreso para cambiarle la categoría a la montaña y lograr que se decrete la veda forestal por un década.
Aunque las comunidades de El Negrito, Yoro se han autoproclamado defensoras de la madre tierra, el Congreso Nacional y el Instituto de Conservación Forestal –ICF-, continúan dando permisos a la empresa privada para el saqueo de los bienes naturales.
Delvín Salgado, alcalde de El Negrito, denuncia presiones recibidas de mano de empresas interesadas en explotar los bienes naturales con el aval del gobierno. El ofrecimiento va desde dinero hasta envío de emisarios para que convenzan a la corporación municipal de otorgar permisos de operaciones.
El edil ratifica su compromiso de respetar la decisión del pueblo, quienes a partir del cabildo abierto han comenzado procesos legales contra quienes atenten a la vida de las comunidades.
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