Rafael Murillo Selva, el principal dramaturgo nacional que ha impulsado el teatro comunitario, estima que muchos hondureños están a tiempo para poder revertir un proceso de enajenación mental en la cual han caído por el consumismo.
En una entrevista con Diario Tiempo, recordó que el filosofo francés René Descartes (1637) planteó el principio “pienso, luego existo”, ahora, basados en la actual situación social, “debería decirse, consumo, luego existo”.
Este mes, el dramaturgo publicará el libro “El Cuerpo y su memoria” en el cual recoge una serie de textos sueltos que ha publicado desde la década de 1970 hasta la actualidad que abordan el tema de la identidad en todos sus ámbitos.
“La identidad debe ser parte de la cultura de la resistencia. Hay que luchar contra la ‘hegemonización’ global que hace posible que el sujeto cambie a ser objeto, que el ser humano deje de ser alguien que piensa y razona para convertirlo simplemente en un consumidor”.
El consumismo es un fenómeno social que, desde el punto de vista del intelectual hondureño, afecta en cierto grado la identidad de nación e impide el desarrollo de individuos pensantes y críticos para crear sujetos sin sentido de pertenencia.
“La cultura es la columna vertebral, el eje vertebral. Los políticos no entienden esto. La cultura debe entenderse como una cuestión que se está transformando constantemente porque también mal haríamos en hablar de identidad desconociendo los nuevos descubrimientos tecnológicos”, dijo.
Murillo Selva le propone a los líderes sociales “discutir el tema de la identidad con más seriedad, no hay que ‘folclorizar’ el tema, ni hacerlo de manera banal. Este es un tema de trascendencia cultural, política y económica”
“Nunca los poderes, en los países dependientes y periféricos, se han preocupado por reforzar la identidad que reside en la mayoría de la población”.
Fútbol
En el libro “El Cuerpo y su memoria”, Murillo Selva consigna un texto sobre el fútbol y su participación como factor de cohesión dentro de la sociedad hondureña. Al ser consultado sobre el papel de este deporte, Murillo Selva explicó que “la gente se identifica con los futbolistas porque suelen surgir del pueblo, es su 98 por ciento, y son hijos del pueblo y porque algunos de ellos descollan en el extranjero. Nos sentimos con ellos porque simbólicamente están representándonos, ellos son parte de nosotros mismos”.
“Cuando ganan y sobresalen, nos sentimos estimulados y creemos que es posible salir de esta miseria. Y cuando se pierde, igualmente, es como nos frustramos. Lo que sucede en la cancha es un reflejo de lo que está sucediendo en la lucha nuestra. Si hay una derrota, la derrota es para todos y todas”, agregó.
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