Por Samuel Santos
El lunes 17 de junio fue asesinada la joven señora Elena Yaneth Rodríguez. Me enteré aproximadamente a las 2 de la tarde en la edición virtual de Diario Tiempo. Aparte de la tristeza que genera el asesinato mismo y lo cotidiano que se han vuelto los feminicidios, me timbró como alerta sospechosa el hecho que no publicaran el nombre del presunto asesino, solo su ocupación y posesión, "en casa de un empresario". Así que me trasladé virtualmente a La Prensa y encontré en un pequeño espacio la noticia "Hallan cadáver de mujer en casa de empresario". Ya, desde el título de la noticia se descalificaba a Elena Rodríguez; pudo ser cualquier mujer: ¿una que entró furtivamente a la casa?, ¿una imitadora de Glen Close en atracción fatal?. Lo rescatable entonces es que en este pequeño artículo de La Prensa, en su versión digital del día Lunes, es que detallo en la publicación el nombre del supuesto asesino, Hugo Pellman.
Entonces la versión de ese diario sería rescatable, pero (y no podía esperarse menos del pasquín de Jorgito) al día siguiente, el martes ya la noticia había desaparecido y cuando se buscaba en la memoria cache, el mensaje no era esperanzador: "Módulo no encontrado", "no se ha podido encontrar el módulo solicitado en Secciones - Principales... Las posibles razones son...."Asómbrense; si aparecen en la memoria histórica de noticias fotos de Pellman en celebraciones que se publican en las paginas sociales de La Prensa.
En la noche del lunes, solo alcancé a ver el Canal 30 que hizo una buena cobertura de la noticia. Sin embrago, a pesar de la fuerte denuncia que hizo la valiente hermana de Elena Rodríguez, el reportero se cuidó de no mencionar el nombre del supuesto asesino y al igual que Tiempo y La Prensa describió la noticia con "matan a mujer en casa de empresario".
Funciona la autorregulación firmada por los medios con Juan Orlando o simplemente el sujeto de la noticia es empresario y su nombre no puede ser expuesto.
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