La falta de capacidad del ejército para tratar con la población quedó evidenciada una vez más.
Más de medio centenar de periodistas de medios alternativos que marchaban pacíficamente para exigir justicia por el asesinato de casi una veintena de comunicadores sociales en los últimos dos años, fueron reprimidos con toletes y bombas lacrimógenas de parte de la Guardia de Honor Presidencial.
La marcha que arrancó a las nueve de la mañana de las inmediaciones de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, se dirigía a la Casa Presidencial con el único objetivo de reclamarle al presidente Porfirio Lobo Sosa, por la falta de investigación de las muertes violentas de al menos 17 periodistas, asesinados durante su mandato.
Cuando los comunicadores sociales se acercaban a la Casa de Gobierno, un contingente de militares asignados a la Guardia de Honor Presidencial cercó la calle con mallas instaladas en estructuras metálicas, acción que causó malestar en la prensa independiente que de inmediato rompió la barrera para continuar su recorrido y obligaron a los militares a retroceder.
Por la fuerza de las armas los militares lograron imponerse ante los comunicadores y sin lograr llegar a la Casa del Gobierno humanista y cristiano que preside Porfirio Lobo Sosa, los periodistas tuvieron que desarrollar en el camino un acto para recordar la memoria de las víctimas.
“Sangre de mártires, semilla de libertad” y “somos golpeados, pero no humillados”, son parte de las consignas que corearon los comunicadores sociales que durante el recorrido portaron mantas, pancartas y un ataúd para recordarle a las autoridades que la muerte de los 17 periodistas no debe quedar impune.
Torpeza
La falta de capacidad del ejército para tratar con la población quedó evidenciada una vez más, cuando los militares sin mediar palabras y demostrando nerviosismo fueron incompetentes para manipular las bombas lacrimógenas que portaban, situación que puso en peligro la vida no solo de ellos sino también la de los manifestantes que presionaban para que los dejaran pasar.
La ineptitud de los miembros del ejército provocó que una bomba lacrimógena les estallara en sus manos y que de inmediato al menos quince elementos de la tropa sufrieran por los efectos del gas tóxico que también afectó a los periodistas que manifestaban su descontento por la falta de investigación de las muertes de sus compañeros.
Aunque en muchas ocasiones se ha denunciado la incapacidad de los militares para el ejercicio de patrullajes, el Congreso Nacional aprobó recientemente una reforma constitucional que les da potestad para llevar a cabo tareas de seguridad interior.
Periodistas independientes son reprimidos con gases frente a casa presidencial
Gerardo Torres reporta que durante una manifestación pacífica del gremio de periodistas independientes, que se pronunciaban contra el asesinato de compañeros de su profesión, el ejército reprimió con gases y golpes en las inmediaciones de Casa Presidencial en Tegucigalpa.
Muchos de estos periodistas están plenamentemente identificados con la lucha por la libertad de expresión en Honduras y en contra del Golpe de Estado militar del 28 de Junio del 2009 contra el Presidente Zelaya.
De acuerdo al diario La Tribuna, en la marcha varias mujeres periodistas fueron golpeadas por militares y policías quienes exigían justicia por el asesinato de 24 comunicadores sociales registrados en Honduras entre 2003 y lo que va de 2011, denunció una de las organizadoras de la marcha.
Los policías y militares golpearon a varias de ellas con sus toletes de reglamento y les lanzaron una bomba de gas lacrimógeno cuando intentaban esquivar un retén de seguridad que impedía acercarse a la sede del Ejecutivo.
En protesta por la agresión de los uniformados, las comunicadoras, que vestían de negro, se acostaron sobre el pavimento frente a un estacionamiento de vehículos de la Casa Presidencial.
“Así nos quieren, nos quieren calladas y dormidas, denunciamos a nivel nacional e internacional los atropellos contra la prensa, la agresión contra las periodistas deja evidenciado al gobierno”, dijo Claudia Mendoza, una de reporteras organizadoras de la marcha.
La manifestación, con el lema “Periodistas por la Vida y la Libertad de Expresión”, surgió a iniciativa de un grupo de mujeres profesionales de la comunicación que trabajan con medios alternativos y unidades de comunicación del Gobierno.
En un comunicado las manifestantes indicaron que desde el golpe de Estado a Manuel Zelaya (en junio de 2009); durante el régimen de facto de Roberto Micheletti, y de su sucesor, Porfirio Lobo, los asesinatos de periodistas hondureños “han crecido con un patrón criminal que pone en precario la vida y el ejercicio periodístico”.
“Exigimos un país libre para ejercer el periodismo, exigimos un país libre para expresar nuestros disensos, exigimos un país donde se investigue y castigue a los ladrones del erario”, añade el comunicado.
También exigieron que “se investigue y castigue a los sicarios que ostentan el poder detrás de una camisa con cuello blanco y que utilizan (a) viles delincuentes para asesinar la libertad de expresión, de información, de prensa, a los periodistas y a los hondureños en general”.
El secretario de Prensa de la Presidencia, Miguel Ángel Bonilla, declaró a la prensa que desconocía las agresiones ocurridas contra las manifestantes, y que “en ningún momento” esa orden salió del Ejecutivo.
“Se investigará quién dio la orden de reprimir a los periodistas”, indicó Bonilla.
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