jueves, 3 de diciembre de 2020

Pandemia y huracanes incrementan la violencia contra las mujeres

Radio Progreso

Protesta de mujeres frente al Congreso Nacional en Tegucigalpa.

Primero confinadas con su agresor por la pandemia de la Covid-19, después damnificadas y en la precariedad por el impacto de los huracanes Eta e Iota. Así se va el 2020 para las mujeres en Honduras, el país donde a diario una de ellas es asesinada y trescientas más denuncian violencia con la esperanza que la justicia actúe.  

“La violencia en Honduras no cesa ni en tiempos de pandemia ni huracanes, al contrario, se incrementa porque estamos más expuestas”, dijo en Radio Progreso Margarita Navarro de la Red de Mujeres de El Progreso, Remupro. Margarita explica que, la realidad para las hondureñas nunca ha sido normal, y desde el golpe de Estado de 2009, la situación de violencia se ha agudizado, porque hay un descalabro institucional y las mujeres no tienen espacios para interponer sus denuncias y recibir respuestas a sus demandas.

Desde el inicio de la pandemia en Honduras (marzo 2020), hasta el 31 de octubre, unas 50 mil llamadas por violencia doméstica se han recibido en la línea estatal de emergencia 911, de estas, el departamento con mayor número de llamadas es Cortés que representa el 28 por ciento.

En esa misma línea de tiempo, hay registro de 37 mil 108 denuncias de violencia intrafamiliar, un promedio de 3 mil 711 denuncias cada mes. Además, se reportan 517 casos de agresiones sexuales, siendo octubre el mes con más casos de violación, según los datos proporcionado por el Centro de Derechos de Mujeres, CDM.

“Ha sido un año difícil para nosotras, porque a los efectos de la pandemia se suma el desastre provocado por la corrupción y los huracanes”, asegura Margarita Navarro. Solo en El Progreso, Yoro, al norte de Honduras, unas 10 mil personas se encuentran en albergues tras el paso de los huracanes Eta e Iota en condiciones de hacinamiento. “Las mujeres damnificadas sufren una doble afectación, porque en esos centros hay reportes de violencia física y sexual”, apuntó.

Dos menores de edad han sido víctimas de abuso sexual en albergues ubicados en San Pedro Sula, se trata de una niña de 10 y una adolescente de 16 años de edad. Actualmente los casos están en investigación luego que un equipo de la Fiscalía de la Niñez, junto con personeros de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), Trabajo Social y Psicología de la Fiscalía, estuviera haciendo varias visitas a diferentes centros donde hay familias damnificadas. Se informó que 4 casos más están siendo investigados.

Para Margarita los centros habilitados para albergues (escuelas, colegios e iglesias), no cuentan con las condiciones mínimas para que las mujeres y las niñas puedan permanecer durante la emergencia. Hay poca iluminación por las noches, los baños sanitarios son compartidos con hombres y a las familias les toca compartir un pequeño espacio con gente desconocida, “situación que pone en mayor riesgo a las madres solteras, que son mayoría”, dijo.

Para las mujeres que han perdido sus viviendas y medios de vida por las inundaciones la realidad es difícil, porque, además deben seguir enfrentando la violencia estatal que desde hace años se viene agudizando en el país, “al Estado de Honduras no le interesa la vida las mujeres. Nos toca tomar fuerzas entre nosotras para sobrevivir a una violencia capitalista y patriarcal”, concluyó.

Las organizaciones de mujeres en Honduras creen necesario revisar las políticas públicas que protegen a las mujeres y que están engavetadas en un escritorio. Así como cambiar la asignación presupuestaria, rechazan que haya más presupuesto para militares y policías que, para salud, educación y programas en beneficio de las mujeres.

Protesta de mujeres en San Pedro Sula. foto: Foro de Mujeres por la Vida.


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