viernes, 18 de diciembre de 2020

Se profundiza la crisis de los Derechos Humanos en Honduras


Radio Progreso

Cada 10 de diciembre la comunidad internacional conmemora el día de los derechos humanos como un recuerdo a la fecha en que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la declaración universal de los Derechos Humanos en 1948.

Este 2020 Honduras se ubica entre los países más peligrosos para realizar labores de defensa de derechos humanos.

Honduras vive desde el 2009 un estado de anormalidad democrática porque se dio un golpe de Estado, un golpe contra la Sala de lo Constitucional en el 2012, se dictó una sentencia que atenta contra la soberanía popular el 2015 y una reelección ilegal que dejó en el poder a Juan Orlando Hernández, avalada por un fraude electoral en el 2017.

En ese sentido, el abogado Joaquín Mejía doctor en derechos humanos e integrante del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación (ERIC-SJ), dice que no se puede hablar de derechos humanos cuando en el país tenemos anormalidad democrática, y para comprender cómo está la situación en esta materia simplemente veamos cómo está la democracia y el Estado de derecho en Honduras; es decir revisar cómo se encuentra la institucionalidad.

Para el experto en derechos humanos, es importante señalar algo que acaba de plantear un informe preparado por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos (CRS), titulado “Honduras; antecedentes y relaciones con Estados Unidos”, en el cual se asegura que durante una década el Partido Nacional liderado por Juan Orlando Hernández, ha consolidado su influencia sobre las instituciones públicas y, además, se ha erosionado los controles y contrapesos, hay un poder absoluto.

En segundo lugar, ese informe del Congreso de Estados Unidos dice que el Poder Ejecutivo es quién realmente impulsa la agenda del Poder Legislativo, y que el Poder Judicial está sometido a intimidaciones, corrupción y politización. En tercer lugar, menciona que Juan Orlando Hernández no tiene legitimidad para un importante sector de la ciudadanía, debido a su reelección inconstitucional y a la denuncia de fraude en la reelección. Todo esto en medio de un deterioro de la confianza ciudadana por los actos de corrupción en los que se involucra los miembros del Partido Nacional y su gobierno, así como de las presuntas actividades criminales que se han ventilado en los juicios de Nueva York.

El mismo informe explica que si bien es cierto hay una reducción en la tasa de homicidios, Honduras sigue siendo uno de los países más violentos del mundo y su población continúa sufriendo impunidad y violación a derechos humanos de forma persistente.

Joaquín Mejía explica que el informe resume todo en algo muy concreto: “aunque se celebren elecciones Honduras es una autocracia electoral”, es decir una sola persona maneja de manera absoluta. Por tanto, en una situación como la hondureña los derechos no pueden subsistir.

Derechos humanos y la COVID-19

Un informe reciente sobre la impunidad en el mundo dice que Honduras es el segundo país más impune a nivel global, porque la pandemia ha permitido que nos encierren en nuestras casas, haciendo que el régimen autocrático ha tenido la oportunidad de tener un control más férreo de las libertades ciudadanas, que ya de por sí, estaban bastante golpeadas.

Para el abogado Joaquín Mejía la pandemia de la COVID-19 ha significado la profundización de la pobreza, desigualdad, corrupción e impunidad estructural. La misma ha permitido que policías y militares se tomen las calles y restrinjan de manera abrumadora nuestros derechos y libertades.

“Mientras estamos encerrados el régimen ha seguido otorgando licencias para que mineras, hidroeléctricas y madereras, sigan operando, porque ahora nos tienen encerrados, por tanto, las comunidades si salen a defender los bienes comunes se enfrentan a la fuerza policial y militar. Y todo se justifica en el marco del confinamiento en el marco de la pandemia.

¿Cómo situarnos?

Frente al panorama tan sombrío que acompaña a la población hondureña en materia de derechos humanos, el abogado Joaquín Mejía dice que hay que reconocer la necesidad de juntarnos y articularnos, dejando a un lado los protagonismos para hacernos un solo racismo.

En segundo lugar, tenemos que entender que las decisiones sobre el país no solamente se toman en Honduras, también se toman en Washington y Bruselas, por tanto, debemos de situar nuestros compromisos desde una visión local, regional, nacional e internacional articulándonos con otras organizaciones y movimientos de solidaridad con Honduras.

En tercer lugar, tenemos que apostar por la transformación de la sociedad desde la mirada de las víctimas, sobre todo de las más empobrecidas y violentadas en sus derechos humanos.

Por último, señala que es importante comprender que no estamos en una carrera de velocidad, sino de resistencia de relevos, y eso implica que debemos aprender a equilibrar la emergencia con la estrategia, para ello hay que hacer altos para leer, meditar, descansar, para hacer fiestas y cargar energías.


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