Radio Progreso
El doctor Hugo Noé Pino, ex presidente del Banco Central de Honduras e integrante del Grupo Promotor del Diálogo Fiscal, dijo en Radio Progreso que el presupuesto del próximo año debe priorizar las atenciones en el área de salud, educación y seguridad social.
“Estamos en los tiempos de pandemia y esa va seguir por lo que tienen que haber recursos para el sector salud, para atender no sólo la pandemia sino todas las otras enfermedades que se han descuidado. Está claro que en el aspecto educativo este año ha sido un fracaso, y en el siguiente ciclo escolar no se sabe qué va a pasar. Entonces, las prioridades son salud, educación y seguridad social”, dijo el economista.
También planteó que uno de los grandes retos, que involucra a la ciudadanía, es aportar a la búsqueda de un mecanismo administrativo que permita una recaudación eficiente de los impuestos. “Si no se hace, no estamos modificando nada, estamos reproduciendo el mismo modelo económico exclusivo que teníamos anteriormente”, dijo Pino.
Radio Progreso (RP) dialogó con Hugo Noé Pino (HNP) sobre el presupuesto y los escenarios económicos para el próximo año.
RP. ¿Por qué no se conocen mayores detalles de la propuesta de presupuesto?
HNP. Es una tremenda irregularidad en un país que dice ser realmente democrático. No me extraña, este gobierno se ha caracterizado principalmente por su opacidad. En septiembre fue presentado ante el Congreso Nacional el Presupuesto 2021, y en ese momento no se había presentado el impacto negativo de las dos tormentas tropicales, sólo se sabía de la pandemia, eso quiere decir que ese presupuesto entregado al Congreso en septiembre no es el que se discutirá en estos días ya que se reformuló sin que la mayoría de la ciudadanía conozca las nuevas asignaciones.
RP. ¿Por qué pasa eso?
HNP. Esa ha sido la actitud constante de este gobierno. Los presupuestos de años anteriores se ha llevado al Congreso Nacional, se dispensan en dos debates y se aprueba con la mayoría mecánica, no hay explicaciones del por qué las asignaciones, y eso lo que denota es lo que todo mundo sabe y siente: estamos en un gobierno dictatorial.
RP. ¿Cuál es la base del presupuesto para el próximo 2021?
HNP. Ese presupuesto está basado en un decrecimiento económico entre 7 y 8% del Producto Interno Bruto, PIB, y ahora sabemos que con los efectos de las tormentas tropicales ese decrecimiento va ser mayor, por lo tanto, la cifra base del crecimiento de este año como la del próximo 2021 no han sido presentadas ni discutidas ante la población hondureña.
RP. ¿Cómo se ha manejado el presupuesto de este año?
HNP. A raíz de que en marzo se decretó el confinamiento, el Congreso aprobó dos leyes muy específicas: la Ley de Aceleramiento Económico y Protección, y la Ley de Auxilio a Empresas y Trabajadores. Desde ese momento se sabía que el presupuesto se iba a reformular. La Ministra de Finanzas de ese entonces señaló que se iba hacer un recorte de 12 mil millones de lempiras pero nunca se dijo dónde se iba a recortar y en cuánto se estaba ampliando el presupuesto. Y este año se ha contratado endeudamiento tanto interno como externo, pero cuando se aprueba en el Congreso no queda claramente definido a qué partida del presupuesto va.
RP. ¿Cuáles deberían ser las prioridades para el próximo año?
HNP. Dos aspectos: uno, estamos en los tiempos de la pandemia y esa va seguir por lo que tienen que haber recursos para el sector salud, para atender no sólo la pandemia sino todas las otras enfermedades que se han descuidado. Está bastante claro que en el aspecto educativo este año ha sido un fracaso y en el siguiente ciclo escolar no se sabe qué va a pasar. Entonces, las prioridades son salud, educación y seguridad social.
Pero hay un segundo elemento de consideraciones que el público en general mira de menos: ¿vamos a reconstruir lo que existía en el país tanto de recuperación física como desde el punto de vista de políticas económicas?, ¿acaso no teníamos antes de la pandemia y de las tormentas tropicales una estructura tributaria injusta que hacía que la mayor parte de la carga tributaria cayera sobre las espaldas de la mayoría de la población?, sino pensamos en reducir las exoneraciones fiscales, en combatir la evasión fiscal, en buscar mecanismo administrativos que permitan una recaudación eficiente de los impuestos, no estamos modificando nada, estamos reproduciendo el mismo modelo económico exclusivo que teníamos anteriormente.
RP. ¿Qué va a pasar con Defensa y Seguridad?, el rubro más beneficiado en los últimos años
HNP. El gobierno debe tratar de reducir todo aquel gasto que no se justifica. Todos sabemos que el gasto militar que se ha dado en los últimos años ha sido para satisfacer a las Fuerzas Armadas, y para obtener su respaldo incondicional al tratarse de un gobierno con un presidente ilegítimo e ilegal como lo es Juan Orlando Hernández.
RP. ¿Cuál es el panorama en términos de inversión para el 2021?
HNP. La inversión extranjera ha disminuido drásticamente desde 2017 para acá. Cuando hay una concentración de poder como ha hecho Juan Orlando Hernández, cuando se expulsa la Maccih de Honduras y se reduce la capacidad operativa de Ufecic, cuando sale a la luz pública la enorme corrupción existente en el gobierno actual, cuando se denuncia en los medios de comunicación adjudicaciones de contratos de manera directa, saltándose las licitaciones, entonces la seguridad que se les debe dar al inversionista nacional y extranjero no existe.
RP. ¿Cómo va a repercutir esta crisis en la vida del país?
HNP. Lo que vamos a ver es nuevamente la organización de caravanas de gente que no tiene ningún tipo de esperanza, no tiene ningún tipo de futuro cercano con sus hijos, y que va a seguir optando por salir de Honduras. El otro elemento es el aumento de la conflictividad social por diferentes razones. Tanto los despidos, la pérdida de empleo, el aumento de la pobreza lleva a mayores niveles de violencia y de delincuencia en cualquier país. En el aspecto político, estamos a menos de un año para las elecciones y no tenemos el marco legal, las reformas a la Ley Electoral que permitan dar certidumbre de que no se caerá nuevamente en fraude electoral como el ocurrido el 2017.
RP. ¿Las deudas seguirán comiéndose el presupuesto?
HNP. En los últimos años hemos destinado un promedio del 25% del presupuesto nacional para el pago de servicio de deuda y sus intereses. La deuda, a finales de este año, va a rondar los 16 mil millones de dólares lo cual significa alrededor del 60% del Producto Interno Bruto, lo que quiere decir que en los próximos cuatro años, la cantidad de recursos, de no haber ningún alivio, moratoria o readecuación de deuda, va ser un tremendo desafío para el gobierno que inicie en 2022.
RP. Mil 600 millones para las elecciones, ¿basta o son muy caras?
HNP. En el caso específico de Honduras, en donde el futuro económico del país en cuanto a la inversión nacional y extranjera, y que la confianza de los consumidores depende mucho de que el proceso electoral sea democrático, participativo, abierto, yo diría que es un costo relativamente aceptable, ahora, si por el contrario, lo que se hace es buscar mecanismos de triquiñuelas, de engaños, de búsqueda de fraude electoral estaremos gastando el dinero, metiéndolo en saco roto.
RP. ¿La caída de los ingresos del Estado podría suponer más impuesto o endeudamiento?
HNP. Difícilmente el gobierno, en un año electoral, va a aumentar impuestos, además la actividad económica está tan deprimida que aumentar impuesto es contraproducente, por eso digo que es necesario reducir exoneraciones, combatir la evasión fiscal, pero no miro que esa sea la voluntad técnica ni política del gobierno, por lo tanto, lo que habría que esperar es que el endeudamiento va a seguir, y muy fuerte.
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