JOH junto a mando militar
Durante 2019, el proyecto militarista de Juan Orlando Hernández continuó en su fortalecimiento al otórgale potestad a las Fuerzas Armadas, uno de sus principales pilares en el poder, para que se involucre en labores relacionadas con el desarrollo agrícola. El 18 de octubre fue publicado el Decreto Ejecutivo Número PCM-052-2019, mediante el cual se le entregó 4 mil millones de lempiras a las fuerzas castrenses para “incrementar la productividad y rentabilidad agrícola”.
En un análisis titulado “Más recursos sin rendición de cuentas: las Fuerzas Armadas y los 4 mil millones para el desarrollo agrícola”, el Centro de Estudio Para la Democracia (CESPAD), apunta que el decreto a favor de los militares es un reflejo del colapso de toda la institucionalidad estatal.
De acuerdo al CESPAD, el proceso de remilitarización de la sociedad hondureña avanza sobre las ruinas de la institucionalidad y también es indicador de que Juan Orlando Hernández, cada vez más, producto de los realineamientos en el interior del Partido Nacional, “de cara a las supuestas elecciones del 2021, confía cada vez menos en su gabinete y se encamina a quedarse gobernando con y desde los militares”.
Eugenio Sosa, sociólogo y autor del análisis del CESPAD, advierte que la asignación presupuestaria al sector castrense tiene implicaciones políticas, entre ellas “mantener la lealtad de las Fuerzas Armadas a Juan Orlando Hernández” ante la posibilidad de que emerja una crisis política de gobernabilidad que ponga en riesgo su continuidad en la presidencia de la república.
Por otra parte, Eugenio Sosa señala que Juan Orlando Hernández intenta “crear alguna base política clientelar entre el campesinado y las poblaciones rurales”, ante la carencia de legitimidad política que enfrenta.
El abogado Tony García, integrante del partido en formación Salvador de Honduras, también es del criterio que Hernández sigue en la compra de voluntades porque ahí radica su poder real, al tiempo que señala la remilitarización del sistema penitenciario: “y desde que metieron las manos hubo matanzas de potenciales testigos ligados al narcotráfico”.
García manifiesta que preocupa la remilitarización cuando se avecina un nuevo proceso electoral, puesto que Juan Orlando Hernández podría estar fortaleciendo su continuidad en el poder porque “sabe que si sale se enfrentaría a cuentas pendientes de socios, la extradición y justicia internacional”.
En ese sentido, el ex candidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, es del criterio que el fortalecimiento económico a las Fuerzas Armadas, para el 2020 representará más militares en las calles para reprimir y dar persecución a la gente de oposición que está en contra del “grupo de secuestradores”.
Por otra parte, el régimen nacionalista adquirió un buque patrullero, procedente de la república de Israel, el cual tuvo un costo de 54 millones de dólares; el buque, según los nacionalistas servirá para la búsqueda, rescate y la lucha contra el narcotráfico.
La diputada Doris Gutiérrez, jefa de la bancada del Partido Innovación y Unidad (PINU), señala que la adquisición de equipo militar tiene como objetivo atemorizar al pueblo hondureño, pero también es parte del convenio para lograr el apoyo de los Estados Unidos, quien tiene buenas relaciones con el Estado israelí.
Los análisis del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) indican que el presupuesto asignado para el sector defensa y seguridad en el año 2020 suma los 14 mil millones de lempiras, con una distribución de seis mil 583 millones en la Secretaría de Seguridad y siete mil 958 millones en la Secretaría de Defensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario