sábado, 12 de enero de 2019

George H.W. Bush (1924-2018): Un criminal de guerra estadounidense


Por Jeremy Scahill  *

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Foto-ilustración: Elise Swain/The Intercept, Getty Images.

Estados Unidos está en estos momentos inmerso en la canonización grotesca de uno de sus santos imperiales: George Herbert Walker Bush. Esta semana en Intercepted vamos a brindar un honesto servicio conmemorativo a un belicista impenitente que dedicó su vida al militarismo, la guerra, los cambios de régimen y las mentiras sobre el “excepcionalismo estadounidense”. Jeremy Scahill detalla los crímenes de Bush, la propaganda enfermiza de los homenajes de los medios de comunicación corporativos y el rastro de sangre, muerte y lágrimas que Bush deja atrás. El periodista independiente Arun Gupta cubre las décadas de Bush, desde su época al frente de la CIA hasta la presidencia. Gupta habla del apoyo de Bush a Manuel Noriega y de su invasión final de Panamá, del perdón a los criminales del Irán-Contra, de las guerras sucias en Centroamérica, del apoyo a Sadam Husein y del lanzamiento de la guerra del Golfo. El aclamado poeta y erudito iraquí Sinan Antoon describe su vida bajo la dictadura de Sadam apoyada por Estados Unidos, los horrores de la guerra del Golfo y cómo la destrucción de la sociedad civil iraquí por parte de Bush llevó al ascenso del ISIS.
Seann William Scott (SWS) como Peppers : Es una belleza, ¿verdad?

Donald J. Trump (DJT) : ¿De qué se trata?

SWS: Es una pistola tranquilizante. Eh, eh, ten cuidado con ella. Es la pistola tranquilizante más poderosa del mercado.

DJT : Genial. Genial.

SWS : Sí, es genial. Dicen que podría perforar la piel de un rinoceronte. Sí, es impresionante.

DJT: ¿Qué? ¿Qué?

SWS: Acabas de pillar uno en la yugular, tío.

DJT : ¡Hala!

SWS : Sí.

DJT: Oh, Dios mío. Oh, Dios mío. Mira esto. Oh, Dios mío.

SWS: Deberías sacarte eso. Esa mierda no es guay.

DJT: Espera, espera. ¿Qué?

SWS: El dardo, tío. Tienes un puto dardo en el cuello.

DJT: Estás loco. Me caes bien. Me siento cansado.

[Se escucha a Simon y Garfunkel en Sounds of Silence]

Melania Trump : ¿Sr. Presidente? Sé mejor. Sé mejor. Sé mejor. Sé mejor. Sé mejor.

[Interludio musical]

Jeremy Scahill (JS): Esto es Intercepted. Soy Jeremy Scahill llegando hasta Vds. desde la sede de The Intercept en la ciudad de Nueva York y este es nuestro episodio 76.

Peter Alexander : El ataúd del presidente Bush llegaba a la capital cuando el sol se ponía sobre Washington el lunes. La bienvenida al héroe se anunciaba con 21 salvas de cañón .

JS: La religión nacional de Estados Unidos es el excepcionalismo estadounidense y estamos en medio de la grotesca canonización de uno de sus santos imperiales: George Herbert Walker Bush. Y ahora mismo, en este momento, todos los medios de comunicación de este país, todos los políticos, demócratas y republicanos, participan en un elogio colectivo basado en mentiras: mentiras sobre quién era Bush, mentiras sobre sus políticas, mentiras sobre el asesinato en masa que dirigió a lo largo de vida desde los niveles más altos del poder en el gobierno de los Estados Unidos.

George Herbert Walker Bush fue un impenitente criminal de guerra que pasó gran parte de su vida haciendo del mundo un lugar peor, un lugar más peligroso, y que deja atrás todo un rastro global de lágrimas, derramamiento de sangre, muerte y destrucción. Su legado se puede ver en la pobreza y la corrupción de Centroamérica y Latinoamérica. Se puede ver en los interminables campos de exterminio de Iraq. Se puede ver en los criminales internacionales a los que perdonó tras el Irán-Contra y en la violencia sistemática de la llamada Guerra contra la Droga. Este legado se puede ver en el azote del SIDA, en la presencia de un acosador sexual, Clarence Thomas, en el Tribunal Supremo, quien, en una ironía enfermiza de la historia, reemplazó a Thurgood Marshall, un ser noble y el primer juez negro en ese Tribunal. George Herbert Walker Bush provenía de una familia poderosa, nació en una cuna de oro de un padre que intimó con los nazis, que profanó la tumba del líder indígena Jerónimo y cuyos negocios coadyuvaron a la agenda imperial para forzar a los pobres del mundo a un régimen de servidumbre por contrato. Estas son las valoraciones que George Herbert Walker Bush debería recibir esta semana. En cambio, nos hemos encontrado con lo siguiente:

Presentador: A lo largo de su dilatada vida, George Bush fue admirado como hombre decente, modesto y de logros poco comunes. Valores que hasta el final reflejaron lo que para él era más importante: su familia.

George H.W. Bush: Tan solo pretendo ir al cielo y no puedo hacerlo alardeando sobre mí mismo. Ya me lo dijo mi madre hace años.

Presentador: George Herbert Walker Bush es recordado hoy como un gran hombre y una persona amable.

Presentador: Hoy se ha honrado al presidente número 41 no solo como estadista, también como padre y vecino. La Sinfónica de Houston rinde homenaje a su amor por los calcetines de colores.

JS: Los medios de comunicación internacionales y estadounidenses están participando de una propaganda enfermiza. Olviden las historias sobre lo elegante que al parecer era Bush, sobre lo genial que fue su matrimonio, de cómo construyó una relación de padre e hijo con Bill Clinton, de lo amable que fue con Barack Obama, de cómo siempre llevaba esos calcetines divertidos; dejen todo eso en manos de su familia para las exequias privadas. Pero el resto de nosotros, el resto del mundo, debemos recordar que sus incalculables crímenes se cometieron en público desde las cámaras más altas del poder en la nación más dominante del mundo. Por ello, el recuento de sus delitos debe hacerse también en público. Pero no, nos dicen que tenemos que ser respetuosos. Nos dicen que no es el momento de discutir nada de eso. Nos dicen que debemos fingir que no era un asesino en masa con mucha sangre en las manos.

¿Saben una cosa? A Donald Trump no le queda tiempo suficiente en su vida para cometer siquiera una fracción de los crímenes internacionales que Bush perpetró durante sus décadas en el poder, ya fuera al mando de la CIA, como vicepresidente o como presidente. Ni siquiera podría acercársele. Los periodistas creen hoy que son muy valientes al exponer las mentiras de Trump, al investigar sus negocios inmobiliarios, al sondear a sus asociados. Y, sin embargo, ninguno de ellos tiene el valor de describir con precisión los crímenes indiscutibles y bien documentados cometidos por George Herbert Walker Bush. Lo que estamos presenciando es cómo una poderosa clase de los medios y una clase política de élite blanquean la vida de un hombre que utilizó sus diversos puestos no para mejorar el mundo, sino para librar guerras impensables, socavar movimientos democráticos, matar a personas inocentes, orquestar golpes e invasiones. Y la razón por la que esto no sucede, por la que no hablamos de todo esto, es porque representa un sacrilegio para la religión del excepcionalismo estadounidense.

Cuando la policía mata a tiros a un joven negro desarmado, los medios de comunicación aparecen inundados a menudo con historias de que eran jóvenes con problemas, o tenían antecedentes penales, o habían consumido drogas, o habían tenido problemas con la ley. Las imágenes utilizadas en estas historias son a menudo aquellas en las que a estos hombres negros muertos se les presenta como matones o tipos siniestros. Los periodistas sondearon la vida de Trayvon Martin, Mike Brown, Eric Garner. Los medios hicieron cuanto pudieron para difamar en la muerte a estas personas sin respeto alguno hacia sus familias. No hubo respeto por su humanidad. Si a George Herbert Walker Bush se le tratara de la misma manera que a estos hombres negros, se necesitarían meses de cobertura ininterrumpida 24 horas al días, 7 días a la semana, para comenzar a describir la punta del iceberg de los hechos imperdonables que George Bush cometió. ¿Por qué? Porque sus crímenes los cometió como presidente de Estados Unidos y la naturaleza de esos crímenes fue imperial. Lo hizo con bombas, tanques, invasiones y golpes de Estado.

Al ver la gran hagiografía mostrada esta semana, recuerdo la cita de Voltaire: “Está prohibido matar; por tanto, todos los asesinos son castigados excepto si matan en grandes cantidades y al compás del sonido de las trompetas”. Ese es el personaje de George Herbert Walker Bush: un hombre que mató en grandes cantidades al sonido de las trompetas. Y es por eso que todos estos poderosos medios de comunicación, todos estos demócratas y republicanos están participando en mentiras voluntarias, en un intencionado lavado de cara. Es repugnante ver todo esto y recordar las innumerables vidas a las que este hombre puso punto final por todo el mundo.

[Suena música conmemorativa]

¿Se imaginan un servicio conmemorativo en honor de un líder belicista de otra nación? ¿Y que, en lugar de sus inmensos crímenes, nos bombardearan con historias sobre sus divertidos calcetines y su sentido del humor? ¿Y de lo bueno que era como marido o padre? ¿Y de las fotos de su perro-guía junto a un féretro?

Para las víctimas de Bush en todo el mundo, esa es su realidad en este momento. Esa es su realidad esta semana. Las personas más poderosas de Estados Unidos están fingiendo colectivamente que nada de eso sucedió. ¿Quieren hablar de faltarle el respeto a los muertos? Hablemos de las más de 400 personas que Bush incineró en un refugio antiaéreo en Bagdad en febrero de 1991. ¿Qué les parece a sus familias esta celebración de su asesino y del sentido del humor y los calcetines divertidos de Bush? Bush lanzó cerca de 90.000 toneladas de bombas sobre Iraq. Decenas de miles de personas murieron en esa guerra y cientos de miles de civiles murieron por sus efectos. Y no olvidemos la llamada Carretera de la Muerte , cuando Bush autorizó una masacre masiva en las horas en que las unidades militares iraquíes se retiraban de Kuwait, bombardeando a miles de vehículos y matando a innumerables soldados ya en retirada.

Merrick Krause : Nuestra misión es ir y detener la retirada de las fuerzas cuando se vayan de la ciudad de Kuwait, pero él dijo: “Pon algo de odio en tu corazón y te estará esperando aquí cuando regresemos”. Cuando nos fuimos, esperábamos ver convoyes abandonando la ciudad de Kuwait, pero no estábamos preparados para la magnitud, para la cantidad de vehículos que había en tierra cuando aparecimos por debajo de las nubes.

JS: Todos sabemos que el hijo de George Herbert Walker Bush, George W. Bush, mintió a Estados Unidos sobre la invasión y ocupación de Iraq. Pero fue una lección que aprendió de su papá. En el período previo a la guerra del Golfo de 1991, poderosas firmas estadounidenses de relaciones públicas organizaron una campaña para convencer al mundo de que los soldados iraquíes habían entrado en hospitales kuwaitíes y habían matado a bebés en incubadoras y apuñalado a mujeres embarazadas. Esta campaña, basada enteramente en la ficción, culminó con una audiencia bipartidista del Congreso, supuestamente sobre derechos humanos. Y contó con la declaración de una joven kuwaití que reprimía las lágrimas mientras afirmaba haber sido voluntaria en un hospital de Kuwait donde presenció estas atrocidades.

Nayirah al-Sabah: Cuando estaba allí, vi que los soldados iraquíes entraban armados en el hospital. Sacaron a los bebés de las incubadoras y les dejaron morir en el frío suelo. Fue horrible.

JS: Lo que no se le dijo al público estadounidense en el momento de aquella audiencia en el Congreso fue que esa joven era la hija del embajador kuwaití en Estados Unidos. Todo estaba orquestado por esas firmas estadounidenses de relaciones públicas; esa chica no había presenciado ninguno de esos falsos crímenes. Pero las mentiras se repetían una y otra vez cuando Bush defendía la guerra. Estas mentiras también fueron promovidas por el representante Henry Hyde y otros legisladores en el Congreso.

Henry Hide: Ahora es el momento de controlar la agresión de este implacable dictador cuyas tropas han matado a bayonetazos a mujeres embarazadas y han arrancado a bebés de sus incubadoras en Kuwait.

JS: El presidente George Herbert Walker Bush utilizó la falsa historia de la incubadora al menos seis veces en público mientras presionaba a favor de la guerra contra Iraq.

GHWB: Y había bebés en las incubadoras que fueron sacados de ellas para desmantelar Kuwait de forma sistemática.

JS: Las dos guerras de Estados Unidos contra Iraq se basaron en mentiras, y las dos fueron dirigidas por presidentes de apellido Bush. Si habla honestamente sobre quién fue realmente George H.W. Bush, entonces usted, por necesidad, estará acusando a la historia, la política y el legado de Estados Unidos. Si habla con honestidad sobre Bush, el mito del excepcionalismo estadounidense queda al descubierto.

[Interludio musical]

El periodista Arun Gupta debate sobre la invasión de Panamá, el perdón a los criminales del Irán-Contra, las guerras sucias en Centroamérica y el lanzamiento de la guerra del Golfo por parte de Bush

Hoy vamos a ofrecer en el programa un tipo distinto de memorial, algo más honesto, para George Herbert Walker Bush. Más adelante hablaremos con un renombrado poeta iraquí, Sinan Antoon, que experimentó tanto el régimen de Sadam Husein como la guerra del Golfo de 1991 lanzada por Bush que destruyó la infraestructura civil de Iraq e hizo que el control de Sadam sobre el poder fuera aún más estricto. Pero antes, para echar una mirada en profundidad a los crímenes de George H.W. Bush, me acompaña mi amigo y periodista independiente de investigación Arun Gupta. Sus trabajos han aparecido en The Intercept, The Guardian, The Washington Post y otras publicaciones. Durante mucho tiempo fue editor de The Guardian Weeklyy es uno de los fundadores del periódico The Indypendent en la ciudad de Nueva York. Arun Gupta, bienvenido a Intercepted.

Arun Gupta (AG): Gracias por invitarme, Jeremy.

JS: Puedes empezar ofreciendo una breve crítica de George H.W. Bush.

AG: Creo que la mejor manera de describir a George Herbert Walker Bush es decir que fue un maestro despiadado de la diplomacia internacional y que creó el mundo que dio como fruto a un Donald Trump. Fue uno de sus principales arquitectos, y si se profundiza realmente en su historia y su carrera, en la cantidad de corrupción, criminalidad, tratos sucios, operaciones encubiertas, consorcios con escuadrones de la muerte, dictaduras y traficantes de drogas, dejaría en ridículo a Donald Trump. La familia Bush es, de hecho, una empresa criminal. Así es como deberían entenderse realmente. Olvidamos esto porque estamos obsesionados con los tuits de Trump. Y esto no quiere decir que Donald Trump no sea un peligro o que no haya toda clase de evidencias acumuladas sobre su criminalidad, pero creo que en cierto modo Bush era un peligro mayor porque fue muy hábil utilizando las palancas del poder respecto al Irán-Contra, Panamá, la guerra de Iraq; creó una especie de este desastre internacional que Trump, en su ascenso al poder, está explotando en parte.

GHWB: Tenemos ante nosotros la oportunidad de forjar, para nosotros mismos y para las generaciones futuras, un nuevo orden mundial. Un mundo donde el imperio de la ley, no la ley de la jungla, gobierne la conducta de las naciones.

JS: Arun, por supuesto, la historia de George H.W. Bush que a menudo se cuenta es que se alistó en la Marina, que fue el piloto de caza más joven de la Armada.

Campaña publicitaria: La historia de George Bush es una historia de éxitos. Fue un destacado atleta universitario y un estudiante brillante. Sirvió a su país con valor. Como piloto de combate, recibió la distinguida Cruz Voladora y tres medallas del ejército del Aire. Hoy sirve a su industria, a su comunidad y a su partido.

JS: Y la forma en que accedió a la política, postulándose para el Congreso y convirtiéndose luego en embajador de EE. UU. Pero retrocedamos y hablemos de lo que en realidad es una dinastía política en Estados Unidos: la familia Bush y Prescott Bush. Apórtanos algo de contexto sobre quién era el padre de George Herbert Walker Bush, Prescott, y un poco sobre la familia.

AG: Sobre ambas ramas de la familia. Sabes bien que la esposa de George Herbert Walker, Dorothy Walker, procedía de la clase opulenta, también Prescott Bush. Se trata de una familia cuyos ingresos comienzan a ser enormes a finales del siglo XIX gracias al acero y al carbón. Estaban conectados con la Standard Oil. A principios del siglo XX, Prescott Bush se había convertido ya en un financiero.

Así que no hay nada que George Bush Sr. haya hecho por sí mismo, al igual que no hay nada hecho por sí mismo por Donald Trump. Constantemente está intercambiando sus conexiones familiares y riqueza. Y uno de los aspectos realmente interesantes -los oyentes pueden encontrar esto en un par de grandes libros como “American Dynasty” de Kevin Phillips o “Family of Secrets” de Russ Baker-, es que parece que Bush padre, a finales de los años cincuenta, estaba vinculado con la CIA. Y esta es la verdadera historia, que es alguien que está en el negocio del espionaje, es algo que aparece una y otra vez. Y eso da sus frutos en la década de 1980, cuando forma parte de todo ese vasto gobierno secreto que está saliendo de la Administración Reagan e involucrándose en todas esas políticas atroces que se están ocultando por completo al público y que están violando todo tipo de leyes estadounidenses. Por tanto, su imagen pública es muy diferente de la realidad de su carrera política.

JS: Y estamos llegando a las guerras sucias de la década de 1980 y, en última instancia, a la guerra del Golfo de 1991. Pero antes de llegar ahí, Arun, una de las cosas que sabemos de Prescott Bush es que cuando era miembro de la sociedad Skull and Bones en Yale, se coló en el Cementerio de Prisioneros de la Guerra Apache de Beef Creek de 1918. Y allí se presentó para profanar la tumba del líder y guerrero indígena Jerónimo. Pero también se aproximó mucho al nazismo y a la ideología nazi y a las figuras que continuarían apoderándose de Alemania bajo la férula de Adolf Hitler.

AG: Durante la década de 1930, su firma estuvo financiando en gran medida a Thyssen, el gran conglomerado alemán que también estaba involucrado en la industria del acero y el carbón. Y, claro está, ¿de qué depende el programa de rearme? De todo ese metal y acero para construir los tanques, aviones, barcos.

Presentador:   Ofrecemos estas imágenes del nuevo ejército de Alemania en el radio de Nuremberg, porque es importante que el público tenga la oportunidad de evaluar el alcance del rearme alemán. Sí, la Alemania rearmada es nuevamente un gran factor militar en el mundo.

AG: Y si bien no había nada técnicamente ilegal, al menos bajo las leyes estadounidenses, Hitler se estaba armando en secreto en violación del Tratado de Armisticio y la Liga de las Naciones, y esto continúa incluso después de que Estados Unidos se incorpore formalmente a la II Guerra Mundial en 1942. Y finalmente, el Tesoro estadounidense suspende algunos de sus activos; hay que pensar que Prescott Bush está armando a los nazis en 1942. Un antiguo fiscal de los crímenes de guerra nazis dijo que Prescott Bush debería haber sido procesado por ayudar e instigar al enemigo. Y hace aproximadamente una década, dos antiguos trabajadores-esclavos en Auschwitz intentaron sin éxito demandar a la familia Bush porque su trabajo esclavo estaba beneficiando en última instancia a la familia Bush porque estaban trabajando para la Corporación Thyssen, que se aprovechaba del trabajo forzado en el campo de la muerte, lucrando por tanto a su vez a Prescott Bush.

JS: Arun, has mencionado que George H.W. Bush comenzó su vida en las sombras trabajando con la CIA en la década de 1950. Por supuesto que sabes que en todos los elogios se hace mención a que fue exdirector de la CIA, pero que solo ejerció menos de un año, en el transcurso de 1976 a 1977. Llévanos hasta el inicio de la relación entre George HW. Bush y la CIA y qué sabemos al respecto.

AG: George Bush se unió a la Skull and Bones Society, considerada como un terreno de reclutamiento fértil, eran sociedades secretas para la CIA. Ya sabes, un “club” en Yale. En ese momento, en una institución de la Ivy League como esa, solo entraban los hombres blancos, jóvenes y ricos, exclusivamente. Había cuotas sobre los judíos en aquel momento. Y, por supuesto, prácticamente no había negros, latinos o personas de otras razas. Así que en la década de 1950, fuera de la universidad, la familia Bush estaba realmente muy cerca de la familia Dulles. Y Allen Dulles y John Foster Dulles son realmente los arquitectos clave de la Guerra Fría bajo Dwight D. Eisenhower. Allen Dulles estaba a la cabeza de la CIA.

Allen Dulles: Hay momentos en que el gobierno de los Estados Unidos siente que los actuaciones de otro gobierno son de tal naturaleza que ponen en peligro la seguridad y la paz en el mundo, por lo que pide a la Agencia Central de Inteligencia que sea agente suyo en esa situación particular.  

AG: Fue entonces cuando George Bush padre termina entrando en el negocio del petróleo. Comienza su empresa con la llamada Corporación Zapata.

GHWB: Después de la Universidad, volví a Odessa y Midland, donde, en el marco del sistema de libre empresa, ayudé a construir dos sólidos negocios en la industria petrolera.

AG: A finales de la década de 1950, trasladan una de sus plataformas petroleras cerca de Cuba. Esto sucede más o menos en el momento en que Castro llegó al poder desalojando al dictador Batista, apoyado por Estados Unidos. Y, según se informó, lo que estaba haciendo la CIA era utilizar la corporación petrolera Zapata fuera del país para entrenar a los exiliados cubanos, entregándole a George Bush un listado con sus nombres para que los contratara para trabajar en la plataforma. Y en esta plataforma recibían entrenamiento para llevar a cabo incursiones en su tierra natal.

Bush viaja por todo el mundo. Va a Sudámerica. Visita los Estados del Golfo. Va a Borneo. Todas estas zonas son regiones productoras de petróleo. Pero lo que también está haciendo es conseguir un montón de contactos que en el futuro entrarán en juego formando parte de esa especie de red mundial clandestina.

JS: Todo lo que estás describiendo sucedió antes de convertirse oficialmente en director de la CIA, o incluso antes de que se convirtiera en miembro del Congreso. Y para que la gente supiera que se presentaba como candidato al Congreso. Ganó su escaño por Houston. Luego trató de postularse para el Senado.

Campaña propagandística: George Bush. Su hogar es Houston, Texas. Es un candidato republicano para el Senado de los Estados Unidos. Necesitará sus votos el 2 de mayo para ganar las primarias republicanas y los necesitará nuevamente en noviembre si quiere ganar el escaño en el Senado que ahora tiene el demócrata liberal Ralph Yarborough.

JS: Pero resultó derrotado por Lloyd Bentsen y luego Nixon lo devolvió al Washington oficial. Fue embajador de Estados Unidos ante la ONU y luego enviado a China y, en última instancia, se convirtió en jefe de la CIA desde 1976 hasta 1977.

GHWB: Voy a abordar esta tarea con orgullo y pueden contar todos los chistes que quieran en la televisión sobre la CIA. Es vital para la seguridad nacional de los Estados Unidos.

JS: Háblanos de los que estaba sucediendo y de lo que sabemos acerca de su papel como jefe de la CIA durante ese período. La guerra de Vietnam había acabado oficialmente pero las guerras sucias en Centroamérica estaban empezando a animarse.

AG: En realidad, Bush padre se postuló primero para el Senado en 1964 y perdió. Luego, dos años después, se presentó para el Congreso y ganó. Un año después de asumir el cargo, va a Vietnam para un viaje de tres semanas y lo acompaña un funcionario de alto nivel de la CIA. Y este viaje se produce en diciembre de 1967, enero de 1968, que es una época en la que se está configurando el Programa Phoenix. Y, de hecho, en las notas de George Bush padre en aquel momento habla de su interés en examinar el Programa Phoenix en Vietnam durante este período. El Programa Phoenix es realmente uno de los aspectos más atroces de lo que hizo la CIA en el período posterior a la II Guerra Mundial. Es esencialmente un programa de escuadrones de la muerte que pusieron en marcha en Vietnam.

John Stockwell : El Programa Phoenix fue creado por la CIA y su objetivo era matar y aterrorizar. En Vietnam, me vi obligado a hacer negocios con un jefe de policía que era un sádico mutilador de prisioneros. Le gustaba cortarlos en pedacitos y tirar los restos al río, y la CIA le pagó y apoyó totalmente. Toda su carrera dependía de controlar esa operación para que la CIA lo necesitara, y la CIA lo apoyó y lo financió.

AG: La idea era llevar a cabo esas operaciones de contraterrorismo. Luchar contra el terror con el terror, eso es en esencia lo que era, querían desvertebrar al Frente de Liberación Nacional, el Viet Cong en Vietnam del Sur, identificando a los combatientes y colaboradores del Viet Cong, secuestrándolos, extrayendo información y eliminándolos. Y lo que realmente quiso decir es que iban a secuestrar personas. Las torturarían de manera brutal y luego las ejecutarían. Hay estimaciones a la baja de que fueron 25.000 los asesinados. Otras estimaciones hablan de más de 50.000. Muy pocos de ellos tuvieron algo que ver con la resistencia contra la guerra de Estados Unidos. Pero lo más importante de este período es que hay una serie de figuras en Vietnam que -no sabemos si Bush se reunió con ellos en aquel momento- que terminan resurgiendo en la CIA en 1976, donde se acerca a ellas. Las mismas figuras son absolutamente centrales para el gobierno secreto que administra la operación Irán-Contra durante los años ochenta.

JS: Antes de la década de 1980, mientras George H.W. Bush era el director de la CIA, participó también en un programa conocido como Operación Cóndor. Háblanos de ese programa, de lo que fue y del papel de Bush en él.

AG: La Operación Cóndor fue esencialmente una red transnacional de terrorismo que involucraba a todas las dictaduras militares de derechas que se establecieron en América Latina, a menudo con la ayuda de la intervención directa de Estados Unidos en países como Argentina y Chile. Y los diversos servicios de inteligencia decidieron que querían perseguir a los disidentes que habían huido del país. Estados Unidos jugó realmente un papel central en este aspecto. Entrenaron a esos directores de inteligencia. Les financiaron. Les dieron acceso a las redes de comunicaciones estadounidenses más sofisticadas. Y la policía secreta de estos gobiernos termina secuestrando y haciendo el mismo tipo de cosas que hicieron en Vietnam.

Secuestran personas. La torturan y las hacen desaparecer, a menudo de las maneras más brutales y espantosas. Esto se produce realmente durante el mandato de George Bush porque en octubre de 1976, un agente de la CIA, junto con la policía secreta de Chile, planea básicamente y ejecuta un atentado con coche-bomba por control remoto para matar al diplomático chileno Orlando Letelier y a su asistente estadounidense, Ronnie Moffitt, en el corazón mismo de Washington D.C.

Richard Barnet: El asesinato de Orlando y otros exiliados chilenos es responsabilidad directa del gobierno militar chileno. La Gestapo chilena participó en el asesinato de miles de personas inocentes, torturó a varios miles más y mantuvo en la cárcel a decenas de miles de presos políticos. Ahora, esos mismos frutos han aparecido en la ciudad de Washington D.C.

AG: Tienes que entender lo demencial que fue todo eso. Algo así como el Jamal Khashoggi de su época, ¿verdad? Que estés involucrado en ese asesinato tan flagrante y visible en el corazón mismo del Capitolio de Estados Unidos. ¿Y qué hace George Bush? Es el director de la CIA. De hecho, engaña deliberadamente al FBI sobre quién estaba detrás de este atentado. Y esto es algo que vuelve a suceder una y otra vez durante la década de 1980 y es muy relevante para lo que está sucediendo con Trump. Que Bush estuvo realmente comprometido en engañar no solo a la gente, también a las agencias que tienen la tarea de hacer que se cumplan las leyes y de llevar a estas personas ante la justicia. Estaba protegiendo a los agentes de la CIA dentro de Chile y permitiéndoles llevar a cabo estas operaciones letales en territorio estadounidense e impidiendo luego que fueran llevados ante la justicia.

JS: El nuevo mandato de George H.W. Bush como jefe de la CIA, que dura menos de un año, termina cuando Jimmy Carter se convierte en presidente. Y entonces Bush, después de hacer su propia carrera hacia la presidencia, termina siendo el compañero de candidatura de Ronald Reagan por el Partido Republicano que finalmente derrotaría a Jimmy Carter. Apenas se habla hoy de ello, pero es crucial recordar esta historia. Recordarle a la gente lo que sucedió la víspera de la elección de Ronald Reagan con respecto a Irán, los rehenes estadounidenses retenidos en la embajada y Jimmy Carter.

AG: Existen muchas sospechas de que esta sorpresa que se produjo en octubre se prolongó en 1980. Y en 1979, Irán está inmerso en una agitación total.

Presentador: Por las calles de Teherán pueden verse hoy hasta dos millones de personas en una de las mayores demostraciones de sentimientos antiamericanos que se hayan presenciado nunca.

AG: La captura de los 52 miembros de la embajada estadounidense en 1979 se produce después de que Carter decide permitir que el Shah sea tratado de cáncer en Estados Unidos, al parecer bajo presiones de Henry Kissinger. No iban a permitirle entrar de otra manera. Desde hace mucho tiempo se sospecha que hubo algún tipo de reunión secreta con Bush en la que se llegó a un acuerdo con los iraníes para liberar a los rehenes, porque en el momento en que Ronald Reagan tomó posesión de la presidencia en enero de 1981, un avión despegaba de Teherán con todos los rehenes.

Frank Reynolds: Estamos en el día uno. El primer día de la presidencia de Ronald Reagan y el primer día de libertad para 52 estadounidenses. Aunque a miles de kilómetros de distancia, estos dos eventos históricos se han producido hoy casi de forma paralela. El nuevo presidente no llevaba ni una hora en el cargo cuando los antiguos rehenes volvían a ser hombres y mujeres libres.

AG: El momento fue increíblemente sospechoso. Nunca se ha podido confirmar definitivamente si Bush estuvo involucrado en lo que se llamó la sorpresa de aquel mes de octubre porque había todo tipo de rumores de que los rehenes serían liberados. Y ese fue uno de los grandes factores por los que Carter perdió, porque se le consideró débil y vacilante respecto a Irán. 

JS: Hacia el final de Carter y comienzo de Bush se inicia también la era de las guerras sucias en Centroamérica. Quiero decir que, obviamente, Estados Unidos había metido siempre sus sucias manos en la región, pero se intensifica realmente después de que Bush y Reagan toman la Casa Blanca. Y Nicaragua fue uno de los primeros objetivos, porque en 1979 los sandinistas de izquierdas tomaron oficialmente el poder. Y luego la CIA, con todo el apoyo y el aliento de la Casa Blanca, así como de las Fuerzas Especiales del ejército estadounidense, comienza a construir lo que Ronald Reagan llamaría Guerreros de la Libertad, que en realidad era un escuadrón de la muerte derechista conocido como la Contra.

AG: En julio de 1979, los sandinistas, con un coste de alrededor de 50.000 muertos, completaron una revolución que había estado desarrollándose durante casi una década, derrocando a la dictadura de Somoza instalada por Estados Unidos en la década de 1930. Los sandinistas llegan al poder y también está teniendo lugar una revolución en El Salvador y otra más pequeña en Guatemala, donde Estados Unidos había fomentado también un golpe de Estado en 1954 contra Jacobo Árbenz. Estas políticas están llegando a un punto crítico a fines de los años 70 y principios de los 80.

La administración Reagan, desde el principio, quiere realmente hacer retroceder la revolución sandinista. Empezamos a ver un tipo de contraataque en la organización de los escuadrones de la muerte; muchos de los individuos que lideraron los escuadrones de la muerte fueron entrenados en la Escuela de las Américas, que es esencialmente un centro de entrenamiento terrorista del Pentágono en Estados Unidos, donde miles de oficiales de Latinoamérica fueron entrenados en técnicas de tortura y asesinato a lo largo de décadas.

JS: La Escuela de las Américas del ejército estadounidense tuvo su base en Fort Benning, Georgia, y entre los “graduados” de dicha Escuela de las Américas estaban, y Bush estaba en esa época en el poder, las personas que asesinaron al arzobispo Óscar Romero, quien ahora ha sido canonizado y le han declarado santo, disparándole mientras decía misa en San Salvador, asesinando también a seis sacerdotes jesuitas y a dos mujeres que trabajaban con ellos; violaron y asesinaron asimismo a cuatro monjas católicas y mataron a decenas de miles de personas normales y corrientes, haciéndolas desaparecer, arrojándolas desde los helicópteros. Esto para aclarar qué tipo de gente entrenó Estados Unidos durante esa etapa de la Escuela de las Américas del ejército estadounidense.

AG: Reagan y su administración estaban empeñados en expulsar a los sandinistas del poder y en proteger y apoyar a todas las dictaduras militares de derechas en Latinoamérica. Incluso antes de llegar al poder, Reagan escribió una columna a finales de la década de 1970, defendiendo a los generales argentinos que habían asesinado a más de 10.000 de sus propios ciudadanos, diciendo que estaban llevando el orden y el desarrollo económico a la Argentina. El personal de la guerra sucia argentina se reclutó de la misma forma que algunos de los primeros entrenadores de la Contra.

Ahora, cuando llegamos al escándalo conocido como Irán-Contra -y aquí hay algo que mucha gente no sabe-, el asesor judicial independiente en ese momento, un republicano, Lawrence Walsh, solo toma en consideración los hechos desde 1984 en adelante. En todo el período que va desde 1982 hasta 1984 no se investiga nunca el Irán-Contra, y solo se produjo una acusación a partir de la violación de lo que se conoce como la Enmienda Boland. Esta es una [enmienda] que el Congreso aprueba en 1984, que convierte en ilegal que la CIA, el Pentágono o cualquier agencia de inteligencia del gobierno de Estados Unidos proporcionen ayuda directa o indirecta o coordinen cualquier ayuda hacia la Contra que combate a los sandinistas.

A partir de 1982, el jefe de la CIA, el legendario William Casey, trabaja con Bush para coordinar un programa de envío de armas a la Contra. Y la persona clave que lleva a cabo esta operación es el Asesor de Seguridad Nacional, Donald Gregg, que procede del Programa Phoenix y que trabajó con Bush en la CIA en 1976. Donald Gregg era en realidad un veterano con 31 años en la CIA y para ser el Asesor de Seguridad Nacional de Bush tuvo que renunciar a seguir en la CIA. Por tanto, se hizo todo a través una operación clandestina. Gregg se trasladó de la oficina de la CIA a la oficina de Bush para llevar a cabo esa guerra secreta, y de esto hay gran cantidad de pruebas que saldrán a la luz sobre cómo toda esta guerra secreta y el gobierno secreto salen de la oficina de George Bush.

Y ahí es donde empezamos a ver a Manuel Noriega, que se convierte en el hombre fuerte de Panamá a fines de los años setenta. Conoció a George Bush cuando estaba en la CIA en 1976. Y Noriega se compromete a permitir que la CIA use Panamá para aterrizar con armas en sus aeródromos y que aproveche compañías panameñas para cubrir todas las transacciones. Y lo que pasa con el asunto Irán-Contra es que comienza a convertirse en algo increíblemente demencial. Quiero decir que es una empresa absurda porque Noriega comienza a usar esos vuelos de carga para enviar cocaína a Estados Unidos porque está trabajando con el cartel de Medellín. Y la CIA estaba al tanto de todo esto y estaba haciendo de la vista gorda, y la oficina de Bush también lo sabía, pero estaban muy obsesionados intentando expulsar a los sandinistas y con su cruzada anticomunista general. Y ya sabes, eso sucede en 1992, después de que Bush pierda la reelección ante Bill Clinton en la víspera de Navidad, pocas semanas antes de que deje el cargo.

Presentador: El presidente Bush emitió una declaración por escrito esta víspera de Navidad indultando al exsecretario de Defensa Caspar Weinberger y a otros cinco funcionarios por su participación en el escándalo Irán-Contra.

Caspar Weinberger: Quiero expresar al presidente mi profundo agradecimiento por su decisión de otorgar este perdón y, por lo tanto, corregir una injusticia terrible que se estaba cometiendo en mi persona.

AG: George Bush padre perdona a su secretario de Defensa, Caspar Weinberger, quien había sido convocado ya a juicio; además, Lawrence Walsh iba a llamar a George Bush como testigo en ese juicio. Walsh se estaba acercando a Bush para intentar procesarlo penalmente. Estaba también todo ese asunto de las armas para el acuerdo de los rehenes que tenía asimismo lugar a mediados de la década de 1980, y parte de las ganancias obtenidas terminaron yendo a parar a la financiación de la Contra, algo de lo que se encargó de coordinar el teniente coronel Oliver North. Lawrence Walsh deja claro que esto tiene todas las apariencias de ser una acción criminal que viola la política del gobierno estadounidense, pero también la Ley de Control de Exportación de Armas y Walsh dijo que esto era muy importante. Implica a Ronald Reagan por su nombre, a Bush, Schultz, Casey, Weinberger, al Asesor de Seguridad Nacional, básicamente a todo el gabinete. Y deberían haber sido todos destituidos.

Periodista: Sr. Presidente, cuando dice que su conciencia está tranquila, ¿quiere decir que la interpretación que se ha hecho de los documentos presentados en este juicio, que entiendo fue hecha por el Sr. [inaudible] no es totalmente exacta?

GHWB: No estoy discutiendo nada acerca de mi rol en esto, excepto para decir que mantengo todo lo que he dicho.

Periodista: ¿Ni siquiera aunque estén secuestrados?

GHWB: Ya le dicho al caballero que no voy a entrar en eso. Por favor, no me pida que lo haga, porque acabo de decirle que no lo voy a hacer y Vd. está malgastando su tiempo. El reloj sigue corriendo.

JS: Considera ahora el tema de Trump y los posibles perdones a personas como Paul Manafort u otros y de lo que se les acusa, frente a todas aquellas personas que fueron indultadas por el hombre ahora adorado como héroe por los principales demócratas, republicanos, etc. Y no se menciona el hecho de que estamos hablando de personas que estaban involucradas en tráfico ilícito de armas, en narcotráfico, con el apoyo de escuadrones de la muerte, incluidos los escuadrones que asesinaban a ciudadanos estadounidenses. Creo también que es importante señalar este hecho histórico: durante las investigaciones del Irán-Contra, Dick Cheney era congresista por Wyoming y fue de hecho uno de los autores principales del informe disidente sobre la investigación del Irán-Contra. Y en su informe dijo que ese era realmente un modelo a seguir de cómo Estados Unidos debería hacer su política exterior y que no suponía ninguna aberración o escándalo. Y luego tienes ahí a Cheney convertido en vicepresidente y ves el mismo tipo de actividad de escuadrones de la muerte que se conoció en Iraq, como el caso de El Salvador, que incluía a personas como el coronel James Steele y otras figuras paramilitares de EE. UU. que habían estado profundamente implicadas en la creación de los escuadrones de la muerte en Centroamérica, haciendo lo mismo de nuevo en Iraq durante la época del hijo de George HW como presidente junto a Dick Cheney, que fue el principal defensor del Irán-Contra para la Casa Blanca de Bush-Reagan.

AG: Hay una continuidad total desde el Programa Phoenix a la Operación Cóndor, a las guerras sucias centroamericanas y a los escuadrones de la muerte en Iraq. Y tienes a todos esos altos cargos de Bush padre dirigiendo la guerra, ¿verdad? El vicepresidente Cheney, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld.

JS: James Baker es el abogado que interviene para garantizar que la Corte Suprema elija a la persona adecuada en el 2000 y que George W. Bush sea nombrado presidente.

AG: Exacto, y ya sabes, uno de esos votos es de Clarence Thomas, que es básicamente un chiste de jurista que George Bush eligió para reemplazar al gigante Thurgood Marshall. Hay una corrupción constante impulsada por la familia Bush. Y ahora han quedado completamente rehabilitados porque no son tan toscos o caricaturescos como Donald Trump.

JS: Tienes el incidente que ocurrió el 3 de julio de 1988, cuando Estados Unidos derribó un avión civil iraní matando a más de 290 pasajeros, entre ellos más de 60 niños.

William Crowe : Creemos que el crucero USS Vincennes, aunque activamente implicado en las amenazas a las unidades de superficie iraníes, tenía que protegerse de lo que se consideró un avión hostil, por lo que derribó un avión de pasajeros iraní sobre el estrecho de Hormuz. El gobierno estadounidense lamenta profundamente este incidente.

JS: George H.W. Bush declaró lo siguiente en respuesta a ese derribo:

GHWB: Nunca me disculparé en nombre de los Estados Unidos de América. No me importan cuáles puedan ser los hechos.

AG: Sí, eso fue una atrocidad total. Es la guerra de las plataformas petroleras que se está produciendo en el Golfo Pérsico, donde las Fuerzas Especiales estadounidenses están haciendo volar las plataformas petroleras iraníes para ayudar a Iraq en su guerra contra Irán. Y el USS Vincennes está esencialmente estacionado justo debajo del tráfico aéreo comercial en el Golfo Pérsico y va y lo derriba. Y nunca hemos escuchado la verdadera historia [de] lo que estaba sucediendo allí, pero sabemos que puede haber sido una advertencia directa a los iraníes de que EE. UU. continuaría involucrándose más en la guerra si finalmente no llegaban a algún tipo de acuerdo con Sadam Husein, protegido entonces por EE. UU.

Tampoco nos hemos metido con los escándalos del BCCI y B&L, que fueron unos escándalos bancarios enormes en la década de 1980, donde se canalizaron hacia Sadam Husein miles de millones de dólares en créditos gubernamentales secretos de varias agencias a través de esos bancos. Más de 5.000 millones de dólares, que le permitieron comprar toda esa tecnología de doble uso, incluidas las armas y el equipo para gasear a 5.000 kurdos en Halabja en 1988. Y la Administración Reagan cubrió y defendió por completo a Sadam Husein.

JS: Mucho más que eso, Arun, de 1980 a 1988 -estamos hablando de la casi completa duración de Bush como vicepresidente de Reagan- Estados Unidos apoyó militarmente con inteligencia tanto a Irán como a Iraq, aunque quería claramente que Iraq prevaleciera en la aniquilación de ambas sociedades porque Bush, Reagan y la CIA consideraban a Sadam un matón asesino laico que podría ser utilizado para llevar a cabo la agenda de Estados Unidos en la región y mucho más preferible que la revolución islámica en el vecino Irán.

AG: Exactamente, y vemos también la misma historia en Panamá, donde George Bush se vuelve contra su colega de otro tiempo, Manuel Noriega, invadiendo Panamá en 1989 y destruyendo básicamente el barrio de clase trabajadora donde se encontraba el principal edificio de las fuerzas de defensa panameña, matando a miles de personas. Crearon una fosa común, pero esto, por supuesto, termina por palidecer en comparación con lo que sucede en la primera guerra de Iraq con la destrucción de toda la infraestructura civil de ese país. Y a finales de 1992, un funcionario del gobierno estadounidense estimó que unos 200.000 iraquíes habían muerto directamente a causa de la guerra y como resultado de la devastación de la infraestructura civil, la electricidad, el saneamiento y el agua potable.

Todo ello no solo son crímenes inmensos sino que preparan también el escenario para el mundo caótico que vivimos hoy. Las guerras centroamericanas son exactamente la razón por la que estamos viendo a todos estos refugiados que huyen de sus países en masa porque hemos destruido sus sociedades, y la gente está desesperada por huir de la violencia y la pobreza porque no les permitimos tener un mínimo de justicia y dignidad.

JS: ¿Cómo deben recordar a George Herbert Walker Bush las personas honestas, las personas que se preocupan por la historia, por el contexto y los hechos?

AG: George Herbert Walker Bush es de alguna manera una especie de figura nixoniana en el panorama político, porque hubo alguna legislación progresista que sí se aprobó, pero fue parte de una atroz política interna mucho más amplia, como en el caso de Willie Horton , la absoluta hostilidad hacia la crisis del SIDA y hacia decenas de miles de hombres homosexuales que morían a causa de ella. Y está implicado en la creación de este mundo caótico. Y creo que, en última instancia, George Herbert Walker Bush debe ser recordado como un médico Frankenstein. Él creó este mundo. Fue uno de los principales arquitectos de este mundo que nos dio a Donald Trump.

JS: Arun Gupta, muchas gracias por estar aquí con nosotros.

AG: Gracias por invitarme.

[Interludio musical]

Inicié mi vida en el periodismo suplicando a mi modo un aprendizaje no remunerado con Amy Goodman , la anfitriona de Democracy Now! Fue durante la década de 1990, cuando Bill Clinton era presidente. Sadam Husein estaba firmemente arraigado en el poder como el dictador de Iraq, y ese país estaba sufriendo de una manera inimaginable. La guerra del Golfo de 1991 lanzada por el presidente Bush había diezmado la infraestructura civil de Iraq. Una nación moderna del Oriente Medio había sido bombardeada hasta hacerla retroceder décadas. Las instalaciones de tratamiento de agua y alcantarillado habían sido atacadas sistemáticamente, las tasas de cáncer se estaban disparando y los hospitales no podían importar medicamentos básicos, analgésicos ni tratamientos contra el cáncer. Todo esto porque Bush continuó con su destrucción de Iraq imponiendo unas sanciones económicas que serían las más duras de la historia.

Eso significó que la infraestructura civil de Iraq quedó arrasada por los bombardeos y la guerra, y que después se les prohibió reconstruir el país o incluso ofrecer la atención médica más básica. Cuando Bill Clinton derrotó a George H.W. Bush y ganó la presidencia en 1992, uno de sus primeros actos como presidente fue bombardear Iraq. La justificación de ese bombardeo fue un presunto complot de Sadam Husein para asesinar a Bush en una visita a Kuwait. Resultó ser totalmente falso, pero ese bombardeo de Bill Clinton mató a varios civiles iraquíes, incluida la afamada pintora Layla Al-Attar. A lo largo de los años de Clinton, Iraq fue bombardeado un promedio de una vez cada tres días bajo el disfraz de las llamadas zonas de exclusión aérea. Fue en este período cuando empecé a viajar a Iraq; era entonces un joven reportero y muchas de las historias que escribí se centraron en el número de muertos y en el sufrimiento en curso causados por la guerra de Bush y el arma econ ó mica de las sanciones.

Jeremy Scahill (informando para Democracy Now!): Hamudi Abbas, de año y medio, va a morir. Tal vez en una semana, tal vez en un mes, tal vez en un año. Pero su médico dice que no verá su tercer cumpleaños. Hamudi acaba de ser diagnosticado con cáncer en los ganglios linfáticos. Su cara está severamente desfigurada por un

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