martes, 2 de agosto de 2016

Depuración ¿y luego?


Radio Progreso

Ante la grave crisis y la penetración de las bandas del crimen organizado a la Policía Nacional Preventiva, el gobierno optó por formar una Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional. Lleva tres meses de evaluar expedientes y determinar quién se queda y quién se va de la institución. Con los que se quedan y los que vendrán se piensa formar una nueva policía, un paso que aún no se ha dado en el país.

Los depuradores, algunos de reconocida trayectoria en el partido de gobierno y otros salidos de una sociedad civil que ha ganado mucho protagonismo en la actual administración, hablan de grandes frutos en la función que se les encomendó. Pero no informan sobre lo que se debe hacer con los policías corruptos y delincuentes que son expulsados. Ellos se van libres a las calles del país.

Los integrantes de la Comisión se cuelgan su medallita con los números de policías evaluados y sacados de la institución. Según sus registros, se han evaluado a 460 policías, de los que fueron cancelados 191 integrantes, entre ellos figuran seis comisionados generales, 27 comisionados, 36 subcomisionados, 39 comisarios, 49 subcomisarios, 2 inspectores, 1 subinspector y 31 policías de la escala básica.

Y cuando se les pregunta, como ocurrió esta semana en San Pedro Sula, qué se está haciendo con esos “policías malos”, inmediatamente responden con un discurso que todos los comisionados depuradores se saben al dedillo: “La Comisión solamente hace una parte del proceso. Hace un análisis de la información que logra recopilar y en base a esto toma una decisión que es la reestructuración, y no tiene el mandato de persecución ni tampoco de poder judicializar.

Así se defienden todos los depuradores de las preguntas y críticas que se les hacen. Se lavan las manos argumentando que esa tarea no les pertenece ya que en la cartilla de la misión sólo está sacar a “las manzanas podridas” de la Policía Nacional.

La impunidad es la falta de castigo a los que cometen delitos, y la Policía Nacional se ha vuelto un cuerpo intocable por la justicia en el país. Los pocos policías que enfrentan procesos y acusaciones, lamentablemente estas no provienen de la justicia del país sino de los Estados Unidos que los ha pedido en condición de extradición.

Aunque esta no sea tarea de la Comisión Depuradora, debería saltar de ellos la preocupación sobre la suerte de los policías depurados, y aún sin ser su tarea, deberían tener iniciativas para hacer recomendaciones a los operadores de justicia e iniciar verdaderos procesos de depuración y castigos para los policías delincuentes, es más, la justicia debería trabajar a la par de esta Comisión.

Y al paso que vamos, esa “nueva policía” que dicen estar construyendo, en un futuro no muy lejano le tocará enfrentarse a los policías que hoy son depurados y echados a las calles.

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