viernes, 1 de julio de 2011
Desde hace dos años del golpe de Estado, Berta Cáceres Flores habla sobre la situación del país
Adital
Por Rogéria Araújo
Periodista de Adital
Se cumplieron dos años del Golpe de Estado en Honduras. A pesar de la reciente firma del Acuerdo de Cartagena de Indias, que propició el retorno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, y el reingreso del país a la Organización de Estados Americanos (OEA), Berta Cáceres Flores, Coordinadora General del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), afirma que los efectos del golpe todavía se sienten en el país.
En entrevista con Adital, ella criticó la fuerte militarización extranjera en Honduras, y relató que continúan las persecuciones políticas y las violaciones de los derechos humanos y criticó el papel de la OEA. Lea la entrevista.
Adital: Al cumplir dos años desde el Golpe de Estado instaurado en Honduras, ¿qué consecuencias sigue produciendo la militarización en el país a la población?
BCF: Por un lado permanece la política de fortalecer a las fuerzas represivas tanto policiales como al ejército, a quienes se les ha otorgado incremento en los presupuestos en diferentes ocasiones; lo último ha sido la aprobación de cobros de un impuesto obligado para comprar armas, logística y contratación de más policías. Por otro lado, al ejército se le sigue apoyando no sólo financieramente, sino que hay campañas mediáticas para justificar posiblemente una decisión del régimen que incluye al Poder Legislativo para aprobar un tipo de reclutamiento obligatorio.
Por otro lado, la presencia militar gringa aumentó inmediatamente luego de sucedido el Golpe de Estado; hay que recordar que la base militar gringa fue usada para sacar del país al ex presidente Zelaya, también que días inmediatos al Golpe comenzaron la construcción inmediata de la base gringa en Karataska; además han abierto otras en Guanaja, parte insular del departamento de Islas de la Bahía, más recientemente en Mocorón, otra en las proximidades de Puerto Lempira y la ocupación total del Río Patuca y Plátano en las biosferas Tawahaka y Miskita. Bajo pretexto del narcotráfico, se amenaza con reabrir bases en territorio Lenka que funcionaron en los años 80 y se impone en esa lógica el servicio militar particularmente a jóvenes indígenas Lenkas que viven en condiciones de miseria y sin oportunidades dignas.
En estas regiones se encuentran grandes riquezas humanas, naturales, culturales, científicas, entre otras, por ejemplo las biosferas sobre el Río Patuca, Río Plátano. Hay petróleo, riquezas hídricas, ya que encontramos agua dulce, salada, lagunas, pantanos, humedales. Igualmente diversa es su flora y fauna, existe mucho conocimiento ancestral, colinda con varias fronteras tanto marítimas como terrestres. Hay que mencionar que en la zona de la Moskitia alrededor de la base de Karataska se otorgaron 6 concesiones petroleras y son gringas también.
Además, la militarización no sólo se está gestando con fuerzas formales uniformadas; también el golpismo se ha encargado de incrementar fuerzas paramilitares asesoradas por la misma política de los halcones del Pentágono y la "política de seguridad democrática” y el paramilitarismo colombiano, que hacen de Honduras un patio perfecto para la industria baja -que da jugosas ganancias- de tráfico y de fuerzas especializadas en torturas, secuestros y represión. Junto a esto se han creado más estructuras para el espionaje y la supuesta "inteligencia” que permite la operación no sólo de cuerpos dedicados a sustraer información de miembros y organizaciones del movimiento social y de la Resistencia, sino también de escuadrones de la muerte, muy activos luego del Golpe de Estado.
Otro fenómeno es el impresionante crecimiento del militarismo a través de las famosas "agencias privadas de seguridad”, que son verdaderos ejércitos, sin control, más que el de sus dueños oligarcas, militares, ex miembros de la CIA.
Pero la militarización atraviesa mucho más que lo mencionado anteriormente; se impulsa y se fortalece la idea de la militarización a través de los medios masivos oligarcas, a través de la cibernética, con los juegos y juguetes a los niños y las niñas, en los mismos sistemas educativos existentes, en las iglesias. Se impone la imagen de miliares y policías como los que ostentan máxima autoridad y salvación, cuando en realidad son una amenaza para la sociedad misma, son usados para reprimir, asesinar, hostigar, etc.
Adital: Se ve que la lucha del pueblo hondureño tiene apoyo de varios países en América Latina. ¿Cómo evalúan ustedes el resurgimiento de los movimientos sociales en el principio del Golpe y ahora casi dos años después?
BCF: Yo diría que el apoyo de varios países como gobiernos-estados ha sido importante en los primeros días del Golpe, pero que esto ya no es lo mismo.
En los movimientos sociales -de los que señalábamos, en el tiempo inmediato al Golpe, que siempre nos acompañaron- hay una cierta baja en el ánimo, creo que la falta de información. El que Honduras nuevamente esté fuera de la agenda de grandes medios contribuye a que se piense que aquí se ha retornado a la "normalidad”, y esto no es cierto; continuamos en Golpe de Estado, la situación política del país no ha cambiado, los impactos los sigue soportando el pueblo hondureño y la Resistencia, pero hay algo que a pesar de esto ha surgido con creciente consistencia. Hay una solidaridad militante que desde ese día fatídico supo que existe este pueblo y que somos un pueblo digno y que seguiremos luchando pese a la adversidad.
Insistimos que el movimiento social no debe depender de los vaivenes de los gobiernos, por muy progresista que sean o parezcan, y creo que a veces apegarse a la dependencia de los gobiernos aunque sean aliados puede impactar en el entusiasmo y decisiones de los movimientos sociales, decisiones como respaldar con claridad política y coyuntural, de varios modos, este proceso de la Resistencia.
Esperamos que esa consistencia siga creciendo, fortaleciéndose y expandiéndose entre todos los pueblos, porque debemos construir una capacidad de responder, e ir más allá como movimientos sociales, ante las estrategias hemisféricas del coloniaje capitalista, patriarcal y racista, y dar respuesta en esas mismas dimisiones continentales y globales.
Adital: ¿Cómo es la situación hoy? ¿Siguen los abusos y violaciones a los derechos humanos y políticos incluso con denuncias e informes internacionales?
BCF: Siguen los abusos y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos; ni con discursos de reconciliación, ni con firmas de acuerdos de Cartagena, ni con la integración de Honduras a la OEA se acabará esta situación dramática y condenable. Ayer precisamente se asesinó a otro compañero campesino del Bajo Aguán, persiste la impunidad absoluta en los casos de más de 40 campesinos de esta región torturados y asesinados; las trasnacionales operan igual, con ilimitada impunidad a tal grado que ni les importa si por decreto obtienen concesiones cuando ya están agrediendo los derechos individuales y colectivos, territoriales y culturales de los pueblos indígenas, Garífunas y Negros, que son paralelamente militarizados; incluso trasnacionales como Iberdrola tienen en sus filas a capataces sindicados como secuestradores y hombres que han intentado violar a compañeras jóvenes que luchan contra los megaproyectos eólicos de las grandes compañías; continúa la impunidad en más de 30 asesinatos de la comunidad LGTBI; ha aumentado el racismo, el feminicidio, la criminalización a los movimientos sociales que hacemos luchas históricas; se nos continúa hostigando, vigilando, penetrando a nuestras casas buscando información, se amenaza a los hijos e hijas, igual a nuestras radios comunitarias indígenas y alternativas. En general hay temor de perder la vida o de ser objeto de secuestros y torturas.
En este contexto ni siquiera los exiliados y exiliadas han podido regresar, a excepción de tal vez un 10 %, la gran mayoría no lo ha hecho porque no siente que estén garantizadas su vidas y las de sus familias; y aún los que se atrevieron a hacerlo, en el marco de los acuerdos de Cartagena, han sido nuevamente amenazados y expulsados, como es el caso del Padre Andrés Tamayo, a quien el General golpista Venancio Cervantes, que es parte del aparato golpista que permanece intacto y que es director de Migración a nivel nacional, lo amenazó incluso públicamente. El Padre Andrés Tamayo se vio obligado a salir a los 5 días luego de que retornara el ex presidente Zelaya. También está el caso de Abogado Enrique Flores Lanza, ex ministro de Mel Zelaya, que también retornó el pasado 28 de mayo; al abogado se le ha iniciado un "linchamiento” jurídico por parte de los sectores y medios de desinformación golpista, campañas de desprestigio, amenazas, se le ha detenido en su casa y se le exige una fianza exorbitante de 27 millones de lempiras (más de un millón cuatrocientos mil dólares). Estas diligencias han sido expedidas por parte del régimen y prevemos que es sólo el inicio de un fuerte ataque contra miembros de la Resistencia y ex funcionarios de Mel Zelaya y posiblemente contra él mismo, quien en realidad no tiene asegurado el respeto a su vida.
Aquí no existe respeto a los derechos humanos; al contrario, hay un retroceso total en esta materia.
Adital: Cuando hablamos de militarización, tenemos en cuenta la ingerencia de EEUU. Bases militares, ocupaciones ilegales, inversiones en equipos de guerra... ¿Cuál la opinión de la organización del encuentro ante este tema específico?
BCF: Es parte de todo un esfuerzo y una lucha histórica, en la que ya el COPINH ha dado contribuciones en la articulación hemisférica, como por ejemplo, en octubre de 2008, que desarrollamos el II Encuentro Hemisférico contra la Militarización, y en esta ocasión se centra nuevamente en alzar las voces de los pueblos y organizaciones para exigir que desaparezcan las ocupaciones y bases militares extranjeras, las operaciones (incluso unas llamadas cívico militares) como la IV Flota que parece que se nos ha olvidado y que sigue ejecutándose, los ejercicios Panamax, Nuevos Horizontes, el Plan Mérida, planes y leyes antiterroristas, el ASPAN. Todos éstos y otros son develados, se analizará todo el papel que juega la militarización y ocupación en Golpes de Estado como el ejecutado aquí en Honduras, y además se compartirán también las experiencias de lucha; y siempre concluimos con una acción que exprese el rechazo a esa política, como lo haremos en este encuentro también con la segunda caravana hacia la base militar gringa de Palmerola en Comayagua (centro del país), caravana que hemos nombrado Visitación Padilla, en reconocimiento de una de las grandes luchadoras hondureñas contra la ocupación gringa. Esto será el martes 28 de junio, a dos años del Golpe.
Otro punto es la visión de acabar con todas las formas de la militarización, en sentido amplio, o sea, no sólo las instalaciones físicas de una base, sino contribuir a poner fin a todas las formas y mecanismos de control, opresión, intolerancia, represión y dominación. Pues la idea es seguir con estos esfuerzos con visiones integradoras, múltiples y diversas, donde construimos colectivamente organización y articulación, lo que mejorará la situación dispersa de nuestros procesos, no sólo en Honduras.
Adital: ¿Qué análisis hacen ustedes del retorno de Zelaya y del retorno de Honduras a la OEA?
BCF: El retorno de Mel Zelaya es importante, es justo y todas y todos nos sentimos alegres por esto, y él puede ser uno de los referentes movilizadores y podría dar mayor dinamismo a la Resistencia, con tal de que no se arrincone únicamente a la misma, a la arena electorera y siga siendo un proceso político-social que debe ser realmente amplio y fresco, con la necesidad de fortalecerse continuamente en todos los ámbitos. Pero no podemos aceptar que la OEA, independientemente de lo firmado en el Acuerdo de Cartagena, no haya considerado la violación de derechos humanos, la represión, la militarización, la completa ausencia de un estado de derecho y de institucionalidad útil al pueblo. Un régimen donde el golpismo está intacto e impune con todos sus tentáculos. Donde los poderes fácticos siguen acumulando más poder y haciendo saqueo, que fue también la razón de perpetrar el Golpe de Estado. Por eso sostenemos que la OEA, que tanto habla de derechos humanos y de democracia, no tiene razón de existir; con esta decisión terminó de enterrarse, y de confirmar lo decrépito e hipócrita de sus discursos, y que es tan frágil que sólo puede apuntar a donde los gringos le indiquen; por más discursos, nunca tuvieron realmente la voluntad política de revertir el Golpe en Honduras, no reconocen el proceso de la Resistencia, ni sus demandas planteadas desde la base. La OEA es una amenaza al proceso constituyente refundacional, originario y democrático que anhela el pueblo hondureño. La OEA es útil para legitimar golpes de estado como el de Honduras, para abrir las puertas a que se ejecuten nuevos golpes de estado en Latinoamérica y el Caribe, no sólo no tendrá autoridad para condenarlos, sino que continuará siendo cosa de risa como dice una canción de Carlos Puebla.
Por Rogéria Araújo
Periodista de Adital
Se cumplieron dos años del Golpe de Estado en Honduras. A pesar de la reciente firma del Acuerdo de Cartagena de Indias, que propició el retorno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, y el reingreso del país a la Organización de Estados Americanos (OEA), Berta Cáceres Flores, Coordinadora General del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), afirma que los efectos del golpe todavía se sienten en el país.
En entrevista con Adital, ella criticó la fuerte militarización extranjera en Honduras, y relató que continúan las persecuciones políticas y las violaciones de los derechos humanos y criticó el papel de la OEA. Lea la entrevista.
Adital: Al cumplir dos años desde el Golpe de Estado instaurado en Honduras, ¿qué consecuencias sigue produciendo la militarización en el país a la población?
BCF: Por un lado permanece la política de fortalecer a las fuerzas represivas tanto policiales como al ejército, a quienes se les ha otorgado incremento en los presupuestos en diferentes ocasiones; lo último ha sido la aprobación de cobros de un impuesto obligado para comprar armas, logística y contratación de más policías. Por otro lado, al ejército se le sigue apoyando no sólo financieramente, sino que hay campañas mediáticas para justificar posiblemente una decisión del régimen que incluye al Poder Legislativo para aprobar un tipo de reclutamiento obligatorio.
Por otro lado, la presencia militar gringa aumentó inmediatamente luego de sucedido el Golpe de Estado; hay que recordar que la base militar gringa fue usada para sacar del país al ex presidente Zelaya, también que días inmediatos al Golpe comenzaron la construcción inmediata de la base gringa en Karataska; además han abierto otras en Guanaja, parte insular del departamento de Islas de la Bahía, más recientemente en Mocorón, otra en las proximidades de Puerto Lempira y la ocupación total del Río Patuca y Plátano en las biosferas Tawahaka y Miskita. Bajo pretexto del narcotráfico, se amenaza con reabrir bases en territorio Lenka que funcionaron en los años 80 y se impone en esa lógica el servicio militar particularmente a jóvenes indígenas Lenkas que viven en condiciones de miseria y sin oportunidades dignas.
En estas regiones se encuentran grandes riquezas humanas, naturales, culturales, científicas, entre otras, por ejemplo las biosferas sobre el Río Patuca, Río Plátano. Hay petróleo, riquezas hídricas, ya que encontramos agua dulce, salada, lagunas, pantanos, humedales. Igualmente diversa es su flora y fauna, existe mucho conocimiento ancestral, colinda con varias fronteras tanto marítimas como terrestres. Hay que mencionar que en la zona de la Moskitia alrededor de la base de Karataska se otorgaron 6 concesiones petroleras y son gringas también.
Además, la militarización no sólo se está gestando con fuerzas formales uniformadas; también el golpismo se ha encargado de incrementar fuerzas paramilitares asesoradas por la misma política de los halcones del Pentágono y la "política de seguridad democrática” y el paramilitarismo colombiano, que hacen de Honduras un patio perfecto para la industria baja -que da jugosas ganancias- de tráfico y de fuerzas especializadas en torturas, secuestros y represión. Junto a esto se han creado más estructuras para el espionaje y la supuesta "inteligencia” que permite la operación no sólo de cuerpos dedicados a sustraer información de miembros y organizaciones del movimiento social y de la Resistencia, sino también de escuadrones de la muerte, muy activos luego del Golpe de Estado.
Otro fenómeno es el impresionante crecimiento del militarismo a través de las famosas "agencias privadas de seguridad”, que son verdaderos ejércitos, sin control, más que el de sus dueños oligarcas, militares, ex miembros de la CIA.
Pero la militarización atraviesa mucho más que lo mencionado anteriormente; se impulsa y se fortalece la idea de la militarización a través de los medios masivos oligarcas, a través de la cibernética, con los juegos y juguetes a los niños y las niñas, en los mismos sistemas educativos existentes, en las iglesias. Se impone la imagen de miliares y policías como los que ostentan máxima autoridad y salvación, cuando en realidad son una amenaza para la sociedad misma, son usados para reprimir, asesinar, hostigar, etc.
Adital: Se ve que la lucha del pueblo hondureño tiene apoyo de varios países en América Latina. ¿Cómo evalúan ustedes el resurgimiento de los movimientos sociales en el principio del Golpe y ahora casi dos años después?
BCF: Yo diría que el apoyo de varios países como gobiernos-estados ha sido importante en los primeros días del Golpe, pero que esto ya no es lo mismo.
En los movimientos sociales -de los que señalábamos, en el tiempo inmediato al Golpe, que siempre nos acompañaron- hay una cierta baja en el ánimo, creo que la falta de información. El que Honduras nuevamente esté fuera de la agenda de grandes medios contribuye a que se piense que aquí se ha retornado a la "normalidad”, y esto no es cierto; continuamos en Golpe de Estado, la situación política del país no ha cambiado, los impactos los sigue soportando el pueblo hondureño y la Resistencia, pero hay algo que a pesar de esto ha surgido con creciente consistencia. Hay una solidaridad militante que desde ese día fatídico supo que existe este pueblo y que somos un pueblo digno y que seguiremos luchando pese a la adversidad.
Insistimos que el movimiento social no debe depender de los vaivenes de los gobiernos, por muy progresista que sean o parezcan, y creo que a veces apegarse a la dependencia de los gobiernos aunque sean aliados puede impactar en el entusiasmo y decisiones de los movimientos sociales, decisiones como respaldar con claridad política y coyuntural, de varios modos, este proceso de la Resistencia.
Esperamos que esa consistencia siga creciendo, fortaleciéndose y expandiéndose entre todos los pueblos, porque debemos construir una capacidad de responder, e ir más allá como movimientos sociales, ante las estrategias hemisféricas del coloniaje capitalista, patriarcal y racista, y dar respuesta en esas mismas dimisiones continentales y globales.
Adital: ¿Cómo es la situación hoy? ¿Siguen los abusos y violaciones a los derechos humanos y políticos incluso con denuncias e informes internacionales?
BCF: Siguen los abusos y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos; ni con discursos de reconciliación, ni con firmas de acuerdos de Cartagena, ni con la integración de Honduras a la OEA se acabará esta situación dramática y condenable. Ayer precisamente se asesinó a otro compañero campesino del Bajo Aguán, persiste la impunidad absoluta en los casos de más de 40 campesinos de esta región torturados y asesinados; las trasnacionales operan igual, con ilimitada impunidad a tal grado que ni les importa si por decreto obtienen concesiones cuando ya están agrediendo los derechos individuales y colectivos, territoriales y culturales de los pueblos indígenas, Garífunas y Negros, que son paralelamente militarizados; incluso trasnacionales como Iberdrola tienen en sus filas a capataces sindicados como secuestradores y hombres que han intentado violar a compañeras jóvenes que luchan contra los megaproyectos eólicos de las grandes compañías; continúa la impunidad en más de 30 asesinatos de la comunidad LGTBI; ha aumentado el racismo, el feminicidio, la criminalización a los movimientos sociales que hacemos luchas históricas; se nos continúa hostigando, vigilando, penetrando a nuestras casas buscando información, se amenaza a los hijos e hijas, igual a nuestras radios comunitarias indígenas y alternativas. En general hay temor de perder la vida o de ser objeto de secuestros y torturas.
En este contexto ni siquiera los exiliados y exiliadas han podido regresar, a excepción de tal vez un 10 %, la gran mayoría no lo ha hecho porque no siente que estén garantizadas su vidas y las de sus familias; y aún los que se atrevieron a hacerlo, en el marco de los acuerdos de Cartagena, han sido nuevamente amenazados y expulsados, como es el caso del Padre Andrés Tamayo, a quien el General golpista Venancio Cervantes, que es parte del aparato golpista que permanece intacto y que es director de Migración a nivel nacional, lo amenazó incluso públicamente. El Padre Andrés Tamayo se vio obligado a salir a los 5 días luego de que retornara el ex presidente Zelaya. También está el caso de Abogado Enrique Flores Lanza, ex ministro de Mel Zelaya, que también retornó el pasado 28 de mayo; al abogado se le ha iniciado un "linchamiento” jurídico por parte de los sectores y medios de desinformación golpista, campañas de desprestigio, amenazas, se le ha detenido en su casa y se le exige una fianza exorbitante de 27 millones de lempiras (más de un millón cuatrocientos mil dólares). Estas diligencias han sido expedidas por parte del régimen y prevemos que es sólo el inicio de un fuerte ataque contra miembros de la Resistencia y ex funcionarios de Mel Zelaya y posiblemente contra él mismo, quien en realidad no tiene asegurado el respeto a su vida.
Aquí no existe respeto a los derechos humanos; al contrario, hay un retroceso total en esta materia.
Adital: Cuando hablamos de militarización, tenemos en cuenta la ingerencia de EEUU. Bases militares, ocupaciones ilegales, inversiones en equipos de guerra... ¿Cuál la opinión de la organización del encuentro ante este tema específico?
BCF: Es parte de todo un esfuerzo y una lucha histórica, en la que ya el COPINH ha dado contribuciones en la articulación hemisférica, como por ejemplo, en octubre de 2008, que desarrollamos el II Encuentro Hemisférico contra la Militarización, y en esta ocasión se centra nuevamente en alzar las voces de los pueblos y organizaciones para exigir que desaparezcan las ocupaciones y bases militares extranjeras, las operaciones (incluso unas llamadas cívico militares) como la IV Flota que parece que se nos ha olvidado y que sigue ejecutándose, los ejercicios Panamax, Nuevos Horizontes, el Plan Mérida, planes y leyes antiterroristas, el ASPAN. Todos éstos y otros son develados, se analizará todo el papel que juega la militarización y ocupación en Golpes de Estado como el ejecutado aquí en Honduras, y además se compartirán también las experiencias de lucha; y siempre concluimos con una acción que exprese el rechazo a esa política, como lo haremos en este encuentro también con la segunda caravana hacia la base militar gringa de Palmerola en Comayagua (centro del país), caravana que hemos nombrado Visitación Padilla, en reconocimiento de una de las grandes luchadoras hondureñas contra la ocupación gringa. Esto será el martes 28 de junio, a dos años del Golpe.
Otro punto es la visión de acabar con todas las formas de la militarización, en sentido amplio, o sea, no sólo las instalaciones físicas de una base, sino contribuir a poner fin a todas las formas y mecanismos de control, opresión, intolerancia, represión y dominación. Pues la idea es seguir con estos esfuerzos con visiones integradoras, múltiples y diversas, donde construimos colectivamente organización y articulación, lo que mejorará la situación dispersa de nuestros procesos, no sólo en Honduras.
Adital: ¿Qué análisis hacen ustedes del retorno de Zelaya y del retorno de Honduras a la OEA?
BCF: El retorno de Mel Zelaya es importante, es justo y todas y todos nos sentimos alegres por esto, y él puede ser uno de los referentes movilizadores y podría dar mayor dinamismo a la Resistencia, con tal de que no se arrincone únicamente a la misma, a la arena electorera y siga siendo un proceso político-social que debe ser realmente amplio y fresco, con la necesidad de fortalecerse continuamente en todos los ámbitos. Pero no podemos aceptar que la OEA, independientemente de lo firmado en el Acuerdo de Cartagena, no haya considerado la violación de derechos humanos, la represión, la militarización, la completa ausencia de un estado de derecho y de institucionalidad útil al pueblo. Un régimen donde el golpismo está intacto e impune con todos sus tentáculos. Donde los poderes fácticos siguen acumulando más poder y haciendo saqueo, que fue también la razón de perpetrar el Golpe de Estado. Por eso sostenemos que la OEA, que tanto habla de derechos humanos y de democracia, no tiene razón de existir; con esta decisión terminó de enterrarse, y de confirmar lo decrépito e hipócrita de sus discursos, y que es tan frágil que sólo puede apuntar a donde los gringos le indiquen; por más discursos, nunca tuvieron realmente la voluntad política de revertir el Golpe en Honduras, no reconocen el proceso de la Resistencia, ni sus demandas planteadas desde la base. La OEA es una amenaza al proceso constituyente refundacional, originario y democrático que anhela el pueblo hondureño. La OEA es útil para legitimar golpes de estado como el de Honduras, para abrir las puertas a que se ejecuten nuevos golpes de estado en Latinoamérica y el Caribe, no sólo no tendrá autoridad para condenarlos, sino que continuará siendo cosa de risa como dice una canción de Carlos Puebla.
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